viernes, 5 de julio de 2013

PARTICIPACIÓN Y DINAMIZACION DE LA VIDA ECONÓMICA EN LA FUTURA GUINEA DEMOCRÁTICA


                   

Por Juan Cuevas

Casi la totalidad de la actividad económica de Guinea Ecuatorial descansa en la órbita y  acción del gobierno, con un conglomerado de empresas, semipúblicas que actúa  a modo de auténtico emporio familiar. El resto de la actividad económica está comprendida por las grandes petroleras, por diferentes multinacionales -la mayoría en el campo de las telecomunicaciones- y finalmente, por medianas y pequeñas empresas de aprovisionamiento, alimentación y construcción, formadas y dirigidas, en su mayoría, por capital y personal extranjero. No existe, por tanto, ninguna clase de tejido productivo genuinamente guineano. La actividad empresarial, a nivel de la iniciativa privada es muy escasa, y no está siendo fomentada por el gobierno. El gobierno de la dictadura no dedica ayuda alguna destinada a los emprendedores guineanos. Más aún, la posibilidad de montar un negocio por parte de un guineano que no se mueva dentro de ese club selecto  que forman los militantes del PDGE y los allegados a la familia de Obiang, suele ser bastante remota. Más aún, toda iniciativa de negocio que nazca de aquellos guineanos que no comulgan con el régimen, es rechazada de forma automática. Se ha creado así una sociedad dependiente, con grandes masas de parados, sin autonomía y con pocos recursos, en un país que importa gran cantidad de mano de obra extranjera y que presume de ser el más desarrollado de la zona.

Toda la clase dirigente guineana y aquellos extranjeros que son bien mirados por el régimen, corren en una frenética competición para enriquecerse, olvidándose del resto de guineanos que quedan excluidos en un escandaloso y vergonzante apartheid. Por otra parte, el flujo de capitales hacia el exterior se va acrecentando a medida que se vislumbra en el horizonte el final de un régimen que se va agotando en sí mismo. Según observamos, a través de los medios de comunicación, todos los días aparecen inversiones millonarias de los familiares y gerifaltes del régimen, en diferentes países occidentales. Si la situación política anómala de Guinea Ecuatorial no se remedia a corto o a medio plazo, nos vamos a encontrar con un país agotado en sus recursos naturales y con una monumental deuda externa. Sólo nos van a quedar los grandes monumentos y megalomanías de la dictadura.
Encarar un nuevo planteamiento económico para nuestro país, sólo es posible en una sociedad plenamente democrática, defensora de los derechos y libertades de los guineanos y que crea y apoye la capacidad emprendedora de los individuos y su implicación en la vida económica. La función del Gobierno, además de  favorecer la estabilidad macroeconómica y desarrollar políticas fiscales y de bienestar que fomenten la independencia -no la dependencia-, será también el dotar a los ciudadanos de los elementos necesarios para poder trabajar, merced a una mejora de la educación y de las infraestructuras, y apoyar a la empresa, especialmente a las pequeñas y medianas industrias de futuro, basadas en el conocimiento. 
El planteamiento económica del Partido del Progreso, avalado por los trabajos de diferentes comisiones en el seno del Gobierno en el Exilio, que se recogen en un amplio documento denominado "DESARROLLO DE LOS PUEBLOS", va por  la línea  del desarrollo de las comunidades y en el fomento de las iniciativas empresariales locales. Sostenemos ademas, que el nuevo desarrollo debe ser diversificado, descentralizado,  armónico y respetuoso con el medio ambiente. A diferencia con el proceso de industrialización, basado en una concentración de capitales, en torno a un proyecto industrial, que absorbe  gran cantidad de mano de obra  para configurar el  engranaje productivo (cadena de producción), este nuevo planteamiento de  desarrollo, nace de un conjunto de iniciativas individuales, en torno a determinados proyectos de pequeño y mediano volumen, diseminados por toda la geografía del país y aprovechando al máximo los recursos locales. Los trabajadores guineanos no serán ya elementos pasivos que esperan su contratación por las grandes compañías extranjeras, por el contrario, se convertirán en emprendedores activos, de cara al fomento de las iniciativas  de empleo y a su participación en las mismas.
La agricultura familiar, el pequeño y mediano comercio, las pequeñas industrias de aprovisionamiento, el turismo, el artesanado, la pesca y las pequeñas empresas de servicios, serán el armazón en el que descanse una nueva economía, formada por  la suma de miles de iniciativas individuales, apoyadas por el gobierno y llevadas a cabo por hombres y mujeres formados profesionalmente y con una alta capacidad emprendedora.