martes, 25 de junio de 2013

OBAMA, AL "REENCUENTRO DE ÁFRICA"




EL COMERCIO.ES

El presidente de EEUU, Barack Obama , iniciará este miércoles una gira por Senegal, Sudáfrica y Tanzania que busca revitalizar su "estancada" relación con el continente, según los expertos, y ante todo enfatizar las ventajas de tener más comercio e inversiones en las democracias africanas. Hasta ahora Obama no ha tenido "espacio financiero" para hacer grandes cosas con África , ni el "entusiasmo" que mostraron dos de sus predecesores, Bill Clinton y George W. Bush, opinó Jennifer Cooke, directora para el continente del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), en una charla con periodistas.

El objetivo del viaje es, por tanto, "señalar a los gobiernos de África y a sus ciudadanos que Estados Unidos está comprometido con reencontrarse con ellos" y "explicar por qué Estados Unidos es un buen socio para África " frente a otros como China, indicó Cooke. Según la Casa Blanca, Obama estará acompañado por la primera dama, Michelle, y sus dos hijas, y enfocará su gira en el comercio, la inversión, las oportunidades económicas y el apoyo a la consolidación democrática en el continente.
El Gobierno de Obama es consciente de que otras potencias como China están pisando fuerte y si EE.UU. no consigue liderar en África "nos vamos a quedar atrás en una región muy importante del mundo", ha admitido Ben Rhodes, consejero adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. El compromiso de Obama con la seguridad en África , con dos bases de aviones no tripulados (drones) instaladas en el continente, ya es "sustancial", recordó Stephen Morrison, vicepresidente senior del CSIS.
Pero el presidente "no quiere que los drones y el compromiso con la seguridad sean su único legado en África ", anotó Cooke. Obama ha elegido tres países "seguros", en palabras de Morrison, para su retorno a África tras su breve estancia en Ghana en 2009. Kenia, donde nació el padre del mandatario, no se incluyó en la gira porque "no es el mejor momento" para visitar ese país debido a las recientes elecciones y a la llegada de un nuevo Gobierno, de acuerdo con Rhodes.
Senegal, la primera parada del viaje, es "el lugar natural" para "hablar de democracia y del poder de la juventud", anotó Cooke. Allí Obama se reunirá con el presidente senegalés, Macky Sall, participará en un evento en la Corte Suprema para destacar la importancia de la independencia judicial, visitará la isla de Gorée y asistirá a un acto sobre seguridad alimentaria.
En Sudáfrica, Obama visitará la Isla Robben, donde estuvo preso el expresidente sudafricano Nelson Mandela, para "rendir tributo a su extraordinario sacrificio", y en Ciudad del Cabo acudirá a un centro comunitario en compañía del arzobispo Desmond Tutu, premio Nobel de la Paz, detalló Rhodes. Una eventual visita de Obama a Mandela, hospitalizado desde hace dos semanas en Pretoria, dependerá de los deseos del expresidente y de su familia, según la Casa Blanca. Es muy improbable dado lo delicado de la salud de Madiba.
Durante su estancia en Sudáfrica, además de reunirse con el presidente Jacob Zuma, el mandatario pronunciará un discurso en la Universidad de Ciudad del Cabo y participará en un diálogo con jóvenes en la Universidad de Johannesburgo.

Michelle y Laura Bush

En cuanto a Tanzania, Obama se entrevistará con su colega de este país, Jakaya Kikwete, y tendrá una reunión con líderes empresariales. También depositará una ofrenda en la embajada en homenaje a las víctimas de los atentados contra las sedes diplomáticas estadounidenses en Kenia y Tanzania del 8 de agosto de 1998, donde murieron cerca de 250 personas y resultaron heridas más de 4.000. Michelle Obama tendrá su propia agenda durante la gira con varias actividades entre las que destaca una cumbre en Tanzania con varias primeras damas africanas en la que también estará su antecesora, Laura Bush, la esposa del expresidente George W. Bush.
Rhodes dijo que la Casa Blanca no tiene un cálculo de cuánto costará la gira africana pero, según publicó recientemente el diario The Washington Post, ésta podría suponer al Gobierno federal un gasto de entre 60 y 100 millones de dólares.