Severo-Matías MOTO NSA, Presidente del Partido del Progreso y Gobierno en el Exilio de Guinea Ecuatorial.
Según el Comunicado del Departamento de Estado, se acepta, después de este redondo “O”, de nota, a las elecciones de Obiang Nguema, que las elecciones se desarrollaron en un clima de tranquilidad y de paz reinante.
TEXTO: .-“Pese a que la votación haya transcurrido en orden y de forma pacífica…”
COMENTARIO.-Todo el pueblo de Guinea Ecuatorial vive con el bozal del silencio incrustado en la boca, durante todos los días, durante todos les meses, durante todos los años, durante los 45 años de su independencia. En la colonia (La viví, yo…) hablábamos con más soltura, con la voz natural y confiados en nosotros mismos y en nuestras capacidades. Hace 45 años que hemos aprendido que la mejor manera de vivir y sobrevivir en Guinea Ecuatorial es disimulando. Es decir, hablando con voz de flauta, en tono bajo. Escondiendo tu verdadera personalidad; y cuanto más destacada o culta es la personalidad, menos pública debe aparecer o exhibirse; bajo pena de que te“bajen los humos” a bofetadas, paliza y cárcel… Estamos hechos para vivir bajo la “PAZ Y ORDEN REINANTE", impuestas por el régimen. Y esa “passs reinante” (como lo llaman ellos) la venimos sufriendo, a porrazos, durante 45 años de independencia.
Y cuando llegan las elecciones convocadas por el General Obiang Nguema, quien durante 45 años ha impuesto en el país la “PASSSS Y ORDEN REINANTES”, nuestro silencio se convierte en el “sidón luk” del pichinglis (Siéntate y mira) cómo nos trata Obiang Nguema y su gente, para llevarnos a votarles: a porrazos, bayonetas, detenciones arbitrarias, torturas, asesinatos y ejecuciones. ¿Y cómo no iban a“transcurrir las votaciones en orden y de forma pacífica?”.
Lo que llama dolorosa y decepcionantemente la atención es que, no ya la UA, y la ACP, sino las potencias occidentales que se han pronunciado sobre estas elecciones del 26 de mayo, no hayan reparado, o prefieran callar, dos acontecimientos excepcionales acaecidos en los prolegómenos y el desarrollo de dichas elecciones.
Me refiero a la solemne ABSTENCION, que la población guineana le ha espetado en la cara a Obiang Nguema y su régimen. Abstención popular masiva reclamada desde la propia convocatoria de elecciones, por la oposición democrática desde sus cuarteles del exilio; guardada en el alma de pueblo guineo; animada y potenciada por una lluvia torrencial caída ese día sobre las urnas en signo de conjura y desprecio; y que obligó a Obiang Nguema a lanzar aquel grito a la vez de derrota y, a la vez, de reto militar: ¡¡Los que no han votado, que vayan a caer al mar; pero yo no me muevo de aquí!! (Es decir, no se mueve de la poltrona de la dictadura a la que llegó por un terrible golpe de estado por el que se llevó por delante a su tío, Macías Nguema.)
Pero el detalle más llamativo y que marcó un antes y un después en las elecciones del 26 de mayo pasado, es sin duda, el tremebundo susto que se llevó Obiang Nguema y su régimen, al enterarse de que la población guineana se preparaba para salir a la calle 10 días antes del 26 de mayo, para denunciar el pucherazo que ya se sabía que se iba a producir y, sobre todo que en esa manifestación iba a oficializarse el grito que venía reventando los oídos del dictador y su régimen: ¡¡¡¡¡OBIANG, VETE YA!!!!! El General agarró su terrorífica y punzante maroma militar y ató muy en corto a la población guineana. Asi que de paz y orden en las elecciones, ¡¡NADA!!
CONCLUSION:
Mientras el pueblo guineano no se libere de la punzante maroma militar que con sus espinas lo desangra como un afilado silicio, bajo la mirada impasible de la comunidad internacional, las elecciones en Guinea Ecuatorial nunca servirán de puerta a la democracia.