jueves, 14 de marzo de 2013

FRANCISCO, PAPA, ¡¡¡VIVA LA IGLESIA MISIONERA!!!


                                                              
Por Severo Matías MOTO NSA, Cristiano, Católico, Apostólico y Romano  de Guinea Ecuatorial.
Pasé siete de mis años de niño y joven, en un Seminario eclesiástico. Siete años son la mitad de la carrera sacerdotal; por lo menos en la Congregación en la que pretendía dedicarme a la vida consagrada.
No puedo, por tanto, esconder mi profunda  emoción, cada vez que la Iglesia Católica (LA IGLESIA) pasa, como en este caso, veintiséis días, la ansiosa espera,  sin  PAPA; y, esta vez, sin que el anterior Papa se hubiera perdido por entre las nubes de la muerte, al encuentro del Señor.
La, a la vez breve y ansiosa, espera y aparición de Francisco, Papa de la Iglesia, me ha marcado; por tres realidades: 

  • La ORACIÓN: El Papa Francisco ha rezado por el anterior, Benedicto XVI, quien, a su vez, se retiraba del Pontificado prometiendo que se sometía a la vida de oración y pedía orar por el nuevo Pontífice. Francisco  abrió su aparición pública rezando a Dios por  Benedicto XVI, por la gran labor de su predecesor. Pero pidió al mundo que rezara y le ayudara a obtener la bendición  de Dios  para, a su vez dirigir su  bendición “Urbe  et Orbi” (De la  “Urbe”-ciudad del Vaticano-al Orbe) al mundo. Y el PAPA se arrodilló, para rezar. 
¡La ORACION, la gran marca de la Iglesia!
  • El TIEMPO DE ESPERA: Ha sido impresionante el tiempo milimétricamente medido, naturalmente, por el Espíritu Santo (Tercera Persona de la Trinidad) que ha durado la espera de un nuevo Papa, tras la retirada del anterior. Ni ha sido breve; por no ser cualquier cosa; ni se  ha dilatado, por no producir cansancio.
Dios, ni cansa, ni es fácil.
  • ¡¡¡VIVA LA IGLESIA MISIONERA!!!
Las conjeturas sobrevolaban, incluso, la posibilidad de un PAPA NEGRO (África) No ha tocado a África, pero el Espíritu Santo ha aterrizado en la Iglesia Misionera.
A los africanos ya les basta saber, para ser orgullosos de Dios, que casi todo viene de África. Y Dios, desde luego, no tiene las prisas del mundo. África no debería tampoco tener prisa con  Dios. Pero que el Espíritu Santo haya decidido que el nuevo Papa proceda de la Iglesia Misionera, (ARGENTINA) a la vez que significa un grito de clamoroso mensaje al mundo, también dice mucho de la respuesta de Cristo: “Id y predicad el Evangelio a todo el mundo…” 
Que de  “tierras de misión” nazca el PAPA de la Iglesia mundial… no es más que el signo inconfundible de una Iglesia católica MADURA.
Qué bueno que sea la IGLESIA MISIONERA, el gran  revulsivo de la renovación, la fuerza impulsora de la más rabiosa globalidad mundial de la Iglesia Universal.
¡GRACIAS, SANTO PADRE!
Desde nuestra militancia  ideológica y política, de confesión demócrata cristiana, enraizada en la doctrina humanista cristiana;  conectada y bebiendo de las fuentes de la grandes Encíclicas sociales de la Iglesia, dirigimos nuestra bienvenida a FRANCISCO, PAPA. Y damos gracias a Dios por madurar, en el nuevo Sumo  Pontífice, a la Iglesia Misionera, a la que pertenece Guinea Ecuatorial.