miércoles, 2 de enero de 2013

EL PARTIDO DEL PROGRESO EXHIBE SU ENORME MUSCULO POLÍTICO



                          Foto de Familia del Gobierno en el exilio


La comida de Fin de Año que celebró el equipo de trabajo del Gobierno en el Exilio, ha servido para demostrar el enorme músculo político de esta institución y se ha convertido en una ocasión más para reivindicar aquellos principios y valores que han inspirado la acción del  Partido del Progreso y que este ha exhibido siempre con verdadero orgullo. Después de tanto tiempo, es grato comprobar como aquel espíritu que infundió el Partido entre los guineanos y que le catapultó como una fuerza política de referencia, aún sigue vivo.


Frente a la gran desgracia que Obiang ha traído a la sociedad guineana, con su régimen primitivo y podrido, el cual ha dejado en esta una larga y profunda huella salpicada de toda la miseria humana imaginable, se encuentran los valores de la familia, la solidaridad, el respeto a la persona, la honradez, el amor a la libertad y la cooperación entre las personas en aras de construir un futuro en libertad y democracia para todos, que encarna el Partido del Progreso, todo un movimiento destinado a regenerar y dar vida a la maltrecha sociedad guineana.

Al examinar la situación de verdadero desahucio al que ha sido sometido el régimen de Obaing por parte de la comunidad internacional, así como el profundo desasosiego que embarga al dictador y a su familia, sumida en disputas y temerosos ante la posibilidad  de poder perderlo todo, no es difícil vaticinar que su caída está cercana. Este año en el que acabamos de entrar, puede ser el de la desaparición de la dictadura y el desmantelamiento del  imperio del mal en Guinea Ecuatorial. Hemos consumido media vida de lucha contra un régimen que parece haber surgido de las tinieblas, en la que ha habido mucho sufrimiento y demasiadas muertes de inocentes, con la sensación de que podíamos morir sin ver su final. Todos los miembros del Partido del Progreso, con su Presidente a la cabeza, hemos cumplido sobradamente nuestro compromiso de resistencia frente a la dictadura. Hemos defendido siempre los mismos principios, no nos hemos dejado embaucar, como algunos, por el engaño, o el ofrecimiento de bienes económicos a cambio de abandonar o suavizar nuestra oposición frente a la dictadura. Tenemos que reconocer que esta lucha no ha sido nada fácil, porque durante este largo tiempo hemos tenido la sensación de caminar, como reza el título de película de Alfred Hitchcock, "con la muerte en los talones". En muchas ocasiones hemos tenido que ir contra corriente, porque nos hemos negado a legitimar al régimen, participar en sus elecciones amañadas y ocupar escaños en su ensangrentada asamblea, ni hemos atendido su llamada -auténtica trampa para desactivarnos o asesinarnos- para regresar a Guinea y hacer política en el interior.

Tenemos la sensación de que  David ha vencido a Goliat o  que el bien ha vencido al mal. Parece ser -manejamos informaciones de dentro- que Obiang ha pasado unas Navidades de perros, los hemos visto cariacontecidos, tremendamente preocupados por lo que se les viene encima: la posibilidad de rendir cuentas ante la justicia internacional y ante su propio pueblo, por toda una larga carrera delictiva. En cambio su eterno opositor, Severo Moto, mas fuerte que nunca, querido por todos los miembros del PP y arropado por su gran equipo de dirigentes y colaboradores. La fuerza de de Severo Moto, las  convicciones que todos compartimos, el  talante democrático y moderador, el sentido de justicia social -como partido democristiano- y sobre todo, la trayectoria de resistencia al régimen, durante tanto tiempo, es el mejor aval del PPGE para poder liderar el cambio en nuestro país, conseguir la necesaria reconciliación entre los guineanos y llegar finalmente a instaurar el estado de derecho y la plena democracia  en Guinea Ecuatorial.