lunes, 10 de diciembre de 2012

NO PODEMOS PERMITIR QUE EL REGIMEN DE OBIANG NGUEMA SE PERPETUE A TRAVES DE UNO DE SUS HIJOS.

                                                                                                         

Exilio en España, 10 de Diciembre del 2012. Guinea Ecuatorial como país y los guineanos como pueblo, viven momentos históricos cruciales, en los que se juegan su futuro como nación y la libertad a la que como todo ser humano, aspiran. Paralelamente y de forma antagónica, el régimen de Obiang Nguema también se juega su continuidad y su futuro como forma de dominio sobre el resto de los guineanos, en definitiva, se juega su supervivencia. El Dictador, su familia y todo su clan, saben que si Guinea Ecuatorial llega a democratizarse y como consecuencia, se convirtiera en un estado de derecho (en el que impere la ley y no la fuerza de las armas), todo se habrá acabado para ellos. Ya que se les exigirá responsabilidad por todas las muertes que han provocado, por las torturas, los encarcelamientos arbitrarios, por las persecuciones, por las palizas y por todas las demás tropelías perpetradas contra su pueblo. Se les comenzará a exigir responsabilidad por todo lo robado. Se examinarán sus cuentas bancarias, sus propiedades dentro y fuera de Guinea Ecuatorial; con lo que muchos bienes usurpados volverán a sus antiguos dueños. Y ese gran MACROJUICIO  que les espera, será su particular armagedón, el final para todos ellos.


Obiang Nguema, el gran capo, el padrino, el fundador, el dictador y todos los apelativos que ustedes quieran ponerle, tiene sus días contados. Bien por su edad y delicado estado de salud -a su cáncer de próstata hay que añadirle una diabetes de tipo 2- bien, por la cantidad de procesos que la justicia internacional está a punto de iniciar contra él. Ante lo que sospecha que se le viene  encima, está buscando la forma de entronizar como Presidente de la República a un miembro de su familia -por ahora cuenta con Teodorín-, para que pueda seguir manteniendo su dominio sobre el pueblo guineano. A continuación tienen que allanarle el camino, acabar con todo tipo de reticencias, eliminar los testigos molestos y acabar con esos archivos andantes: todos aquellos  que saben demasiado. Precisamente desde el  Gobierno en el Exilio, hemos venido alertando de este plan diabólico que Obiang ha diseñado para acabar con todo tipo de disidencia, tanto interna como externa. Tenemos indicios para afirmar que todas estas muertes repentinas -sin una posible causa- obedecen a un diseño de Obiang, tan sibilino y bien calculado, que le está funcionando a la perfección.

Primero fue Leandro Mbomio, Ministro de Cultura del régimen durante más de una década. Después, Valentín, un antiguo compañero del PP, que regresó del exilio gabonés atraído por el régimen, al que Obiang no le había perdonado. Luego fue la muerte de Manuel Nse Nsogo -un más que seguro envenenamiento-, el primer Jefe de Protocolo del gobierno de Obiang. Y últimamente, Abia Biteo, Primer Ministro desde el 14 de Junio del 2004, hasta  el 14 de Agosto del 2006, amplio conocedor de todos los chanchullos de Obaing. Son ya demasiadas las coincidencias.

Sabemos que el plan diabólico de Obiang, para ir acabando -utilizando las técnicas de envenenamiento que ha aprendido de los brujos de Benin- con cualquier forma de disidencia, se extiende también  a la oposición exiliada y especialmente a la que representa el Partido del Progreso y su Presidente, Severo Moto. En este sentido, es raro el día que no llega un ofrecimiento -trampa- hecho por alguno de estos personajes, puestos por Obiang y cercanos a la oposición exiliada, que nos van poniendo una y mil trampas, para que algún incauto o descuidado, caiga en una de ellas. La mas común de estas trampas vienen en forma de ofrecimiento que se hace a Don Severo, o a algún miembro destacado del PP, para que vuelvan a Guinea Ecuatorial y hagan la oposición dentro, porque -nos dicen- allí las cosas han cambiado. ¡¡Qué sarcasmo¡¡. Otras veces envían a algún agente dispuesto a ofrecer determinada cantidad de dinero como ayuda a la oposición, para ir a recogerlo en alguno de esos países carentes de seguridad y pocos escrúpulos con la observancia de las leyes -como la trampa de Croacia, que pudo costarle la vida a Don Severo- y una vez allí, matarlos o acusarlos de tráfico de armas con destino a Guinea, para incriminarles a continuación, en alguno de estos  golpes de estado fictícios que se suele inventar el Dictador. 

En una ocasión pude presenciar un caso, que mas bien parecía sacado de uno de estos films de espionaje. Se trataba del ya famoso golpe contra el PP, concretamente contra su Presidente. Desearía omitir los nombres de los actores -aunque sean conocidos por todos- para evitarles el correspondiente bochorno. Nos centraremos en los personajes: dos destacados miembros del Gobierno en el Exilio ("tocados" por Obiang); además de un famoso periodista guineano -antiguo militante del PP-, aspirante a reemplazar a Don Severo Moto, "recomendado" por  los apoyos  -miembros del PSOE- de Obiang en España. Y por último, dos militantes -un hombre y una mujer-  del PPGE, venidos del interior de Guinea Ecuatorial. El pretendido usurpador, despliega su largo y aburrido discurso -el PPGE, había preparado a tal efecto una Asamblea Extraordinaria- en el que explica su intención de ir a Guinea con el Partido, para hacer la oposición en el interior -mas bien para entregárselo al mismísimo Obiang-, no sin antes intentar sobornar a Don Severo con un sueldo vitalicio. Los militantes del interior -el barón acababa de salir de Black Beach, donde había sido "molido" a palos- leyeron un  largo alegato, que parecía redactado por el propio Secretario General del PDGE, recriminando a Don Severo el no haber estado dentro de Guinea haciendo oposición, como lo hacen algunos otros partidos (estos si que demostraron ser auténticos actores). Todos ya sabemos el resultado de dicha Asamblea: el rechazo unánime de sus -obscenas- propuestas y el reforzamiento de Don Severo Moto como líder. Después supimos que los acontecimientos de este concilio -trascendental para ellos- los estaba siguiendo en directo, desde Guinea, el propio Obiang y desde España, esos despreciables personajes, conocidos por todos.

Aquellos españoles que hemos decidido compartir la suerte de los dignos y valientes opositores guineanos y que colaboramos -junto a Don Severo Moto- en el proyecto del Partido del Progreso y del Gobierno en el Exilio, estamos expuestos también a serios peligros. Transcribo directamente parte del contenido de una página -www guineaecuatorial.com-, nada sospechosa, que nos puede ayudar a esclarecer este tama: Seis años y medio en los que, como todo el mundo ha podido comprobar, Obaing Nguema Mbasogo no ha tenido problemas con la oposición, ni de dentro (Plácido Mikó fue, hace seis años y medio pulverizado, con su CPDS, por sus propios mentores socialistas españoles); ni de fuera: "¡¡¡ Cualquier que se acerque a Severo Moto, quedará excluido de la atención de la Administración española¡¡¡". Esta amenaza tronó primero en los oídos del opositor guineano Profesor J.B.. Luego sonó y resonó, como las trompetas del Apocalipsis, por los despachos y ventanales del Ministerio de Asuntos Exteriores, dirigido por Moratinos. Desde entonces, un importante despliegue de policías, servicios secretos y lobbys, se encargaron de trasladar al mundo entero un mensaje decisivo: "¡¡¡ Severo Moto es un terrorista y un golpista ¡¡¡" Y las amistades españolas  de Severo Moto, con cierto poder económico, se vieron visitadas y marcadas sus frentes por una especie de "ángel exterminador" o amenazador. (fin de la cita).  ¡¡¡No hacen falta mas palabras¡¡¡.