Por Coltán
Ya está terminado el primer libro de la biografía de Obiang, que su excelencia ha encargado a un periodista Sudafricano, previo pago de una fuerte suma de dinero. Su autor explica a la TVGE que "este libro servirá para dar una lección de orden moral, tanto a los guineanos, como al resto de los africanos, ya que Obiang Nguema es un ejemplo de buen dirigente, uno de los más importantes y de más trascendencia en el continente africano".
Por ese motivo, continúan, se ha distribuido ya por todas las escuelas de las poblaciones más importantes de la Isla de Bioko: Malabo, Luba, Baney, Rebola, Riaba, etc. Se trata, según su autor, de fomentar entre los más jóvenes el habito por la lectura y a su vez, será el mejor instrumento para inculcar a los chavales los valores morales. Ha tenido tal éxito entre los alumnos, afirman los promotores, que se ha comenzado a distribuir también en el Continente. Ya se ha entregado en Bata y se llevará al resto de las escuelas de la Región Continental.
Debo confesar que esta noticia me ha producido un fuerte escalofrío, porque semejante adoctrinamiento y lavado de cerebro de los jóvenes, nos retrotrae a los peores tiempos de la dictadura de Macías. Este tío que nos gobierna, ya no tiene ni siquiera sentido del ridículo: ¿cómo es posible que semejante individuo quiera ponerse como ejemplo de moral para los más jóvenes?. Este monstruosidad de lavado de cerebro colectivo, no se conoce actualmente en ningún régimen del mundo, posiblemente ni en el de Piongyang.
Pero la más triste de todo, es que a este espectáculo zafio y burdo, se presten todo ese corral de papagayos y loros aduladores, que forman parte de los medios de comunicación de un régimen inmoral, inhumano y terrorista, establecido por Obaing Nguema en nuestro país. Ellos son corresponsables de todas las arbitrariedades del dictador, incluso de sus crímenes. Porque se han convertido en colaboradores necesarios del mal, en los instrumentos con los que cuenta la dictadura para seguir dominando al pueblo guineano. Se les tendría que caer la cara de vergüenza a todos, por colaborar en semejante monstruosidad.
