martes, 13 de noviembre de 2012

"Uno de los mayores daños que Obiang ha infligido a la sociedad guineana, ha sido la eliminación de los valores que movieron a los grandes héroes de nuestra independencia" (Severo Moto, 18-10-2009, Universidad de Comillas. Madrid)

                                                                        

MENOS MAL QUE QUEDAN IDEALISTAS EN GUINEA ECUATORIAL
Fernando Abaga en Guinea.Net, 11-11-2012


Lo que está pasando en Guinea Ecuatorial ya no tiene nombre. Menos mal que todavía quedan idealistas entre los guineanos. Que estén en el país o en la diáspora no importa mucho. Que sean opositores, que sean escritores, que sean activistas, que sean lo que sean y que utilicen el medio que sea para criticar y condenar el calamitoso estado en que el Fundador y los suyos están dejando el país, constituyen un haz de luz en la oscuridad que se ha adueñado de Guinea Ecuatorial. Que el régimen les persiga, que les llame “enemigos de la patria”, que sean marginados y repudiados, que sean pobres, en paro; que estén en la cárcel, en el exilio, o confinados en sus pueblos natales, su presencia y existencia se siente muy a pesar de los esfuerzos y las maniobras del Fundador y los suyos para acallarlos. En ellos descansa el futuro de nuestro país. Son idealistas porque, a pesar de la profundidad de la crisis y a pesar de los grandes retos que invitan a la pasividad, todavía creen que Guinea Ecuatorial tiene un futuro mejor y luchan para que este futuro sea una realidad. Gritan, elevan la voz al cielo, critican las formas de la dictadura y del dictador, exponiéndose a todo tipo de peligros, incluyendo la muerte. Sin embargo, no se detienen ante nada porque de lo que se trata es del futuro de Guinea Ecuatorial como país, de su continuidad como Estado y de nuestra propia existencia como un pueblo. Y esta es la labor que están realizando los idealistas y con mucho tesón.


La miopía se ha apoderado de Guinea Ecuatorial por imposición del Presidente Fundador. Se observa en la sociedad un materialismo feroz, donde solo cuenta el presente y el futuro pierde sentido. El reloj se ha parado, el tiempo se ha parado. Se vive muy de prisa, hay que hacerlo todo hoy como si no existiera el mañana. El mismo Fundador, en su filosofía muy reduccionista y nihilista, propugna el concepto de “solo se vive una vez” del que han nacido varios “slogans” que simbolizan el tren de vida hedonista de la sociedad guineana, tales como “nadie duerme”, “nadie es de nadie“. Hay que ser “prácticos” y “hay que aprovechar” son otras expresiones que se escuchan por ahí. Hablar de igualdad, justicia, compasión, democracia, disciplina, respeto, solidaridad y demás “ideas importadas”, o dicho de otro modo, de “ideas foráneas a nuestra idiosincrasia nacional” es ser “teórico” e “ingenuo”. Te recuerdan que estamos en África, como si África no mereciera nada bueno. Esta miopía nacional, extendida mediante un adoctrinamiento permanente a través de los medios de comunicación nacionales y las incesantes campañas del PDGE así como las cómicas giras nacionales realizadas por el Fundador, su petardo hijo, y demás hombres del poder, ha llegado a tal situación que en la mente del ciudadano ya no cabe la posibilidad de un cambio de régimen, de una alternativa a esta catástrofe nacional.

En un país donde solo lo tangible tiene sentido, las cuestiones morales pierden su importancia. La moralidad no se come y, por lo tanto, carece de valor “practico”. Es verdad que “la bala llega antes que la ley”, pero eso solo ocurre en un país en que la ley brilla por su ausencia, cuando los hombres están por encima de ley, se han perdido los valores éticos y morales, en definitiva, una situación caótica, de crisis política, social e institucional. Cuando Ronald Reagan, en su autobiografía, afirma que la diferencia entre Estados Unidos y la Unión Soviética se situaba en el ámbito de los valores (“Values”), estaba expresando una gran verdad. Y esta diferencia en los valores dio lugar a sistemas políticos, económicos y sociales también muy diferentes. Mientras que para Estados Unidos resultaron en un sistema económico de libre mercado y en una democracia liberal, en la Unión Soviética, dieron como resultado el comunismo y la dictadura.

Los valores éticos y morales determinan nuestro comportamiento, lo que hacemos y dejamos de hacer, influyen en la configuración de los sistemas políticos y económicos así como las políticas económicas, sociales, sectoriales que adoptan los gobiernos y el marco legal correspondiente. La importancia de los valores éticos y morales en una sociedad nos la recuerda Sócrates, en su frase “Una vida sin virtudes no merece la pena vivirse”. Sócrates estaba replicando a aquellos que intentaban convencerle de que no bebiera la cicuta y renunciara a sus ideas para seguir viviendo. Sin embargo, tan fuerte era su convicción que prefirió beber la cicuta en cumplimiento de la pena de muerte que había dictada contra él por el tribunal que lo juzgó con la acusación de que estaba subvirtiendo a los jóvenes con ideas “subversivas”. Estos dos ejemplos (opinión de Ronald Reagan y la convicción de Sócrates) demuestran que, si bien los valores son invisibles en su conceptualización, son claramente visibles a través del comportamiento de las personas y de las instituciones. La inversión de valores que ha sufrido nuestro país, gracias el Fundador, se manifiesta a través del latrocinio, la corrupción, la desigual distribución de la riqueza nacional, las injusticias, la exclusión, las torturas, los encarcelamientos, el desprecio a la vida y a la integridad física de las personas, la centralización del poder así como la permanencia en el mismo, el nepotismo, los asesinatos, los confinamientos extrajudiciales, la promiscuidad, el caos, la arbitrariedad, la vagancia, la fanfarronería, la indisciplina, el alcoholismo. La lista de males es interminable, de los que se puede deducir el cuadro ético y moral del Presidente Fundador.

En nuestro país, donde impera ya una mentalidad “practica”, actitudes como la de Sócrates se considerarían una locura y serian objeto de risa y de burla. Sin embargo, ninguna sociedad puede evolucionar si no hubiera gente así, gente como Sócrates, gente que se preocupa por cuestiones como la igualdad, la justicia, el bienestar, la compasión, la solidaridad, el respeto, la disciplina entre otros. Las sociedades que no se preocupan por las cuestiones morales son inestables, frágiles y expuestas a todo tipo de violencia. Dichas sociedades se estancan, fenecen. De hecho, la principal causa de la inestabilidad en África es la política de exclusión que practican las dictaduras. Naturalmente, en situaciones de inestabilidad, pierden algo los que algo tienen. En muchos casos, algunos solo pierden sus vidas, que es lo único que les queda en unos sistemas injustos que les han despojado de todo lo demás. Los que mucho pierden, son precisamente los que durante mucho tiempo se han aprovechado de sus posiciones privilegiadas pero inmerecidas y han acumulado riqueza. Lamentablemente para los hombres del poder, que se encuentran en un estado de orgasmo eterno, sólo percibirán la posibilidad de perder el poder y toda la riqueza acumulada durante su ejercicio arbitrario del poder cuando ya han perdido el poder. Pero, para entonces ya es demasiado.

La perfección no existe en ninguna parte. Sin embargo, el mundo evoluciona gracias a la creencia de que las cosas siempre se pueden hacer mejor. Muchas enfermedades incurables no hace mucho tiempo, hoy en día se curan. El mundo está conectado hoy en día en formas que eran inconcebibles no hace mucho, tanto en medios de transporte como en las comunicaciones. A pesar de sus más de dos siglos de existencia, todavía se debate sobre el funcionamiento de la democracia americana, de cómo mejorarla. En efecto, la constitución americana no dice nada sobre los partidos políticos, pero, éstos nacieron más tarde para responder a cuestiones concretas y mejorar el funcionamiento de la democracia. Inglaterra ni siquiera dispone de una constitución, pero, tiene un sistema democrático muy avanzado, sostenido por unos valores compartidos y de sus tradiciones y costumbres y que inspiran sus leyes. Después de la segunda guerra mundial, se crearon y se sigue creando instituciones basadas en la creencia en ciertos valores éticos y morales básicos, tales como la igualdad, la justicia, la compasión, la estabilidad, el bienestar, el desarrollo entre otros. Se han adoptado tantos acuerdos, convenios y tratados internacionales y se organizan tantas convenciones, conferencias y simposios internacionales con el fin de crear un mundo mejor. Es posible que no se alcance la perfección en estos campos, pero, no hay duda de que se trata de un ideal al que merece la pena aspirar. Es del interés de todos los países del mundo asegurar su coexistencia armoniosa. Es precisamente gracias a estos acuerdos, tratados, convenios que países débiles como Guinea Ecuatorial tienen legitimidad internacional y no son invadidos por otros países más fuertes. Curiosamente, estos instrumentos de derecho internacional se basan en valores éticos y morales que son rechazados por el Fundador y los suyos y niegan su disfrute a la población a la vez que ellos mismos se benefician de esos instrumentos a nivel internacional. Cuando la comunidad internacional exige al Fundador respetar los derechos de los ciudadanos de Guinea Ecuatorial, se defiende amparándose en los principios de “la no injerencia en los asuntos internos de otros países” y del “respeto de la soberanía nacional” que están consagrados en los mismos instrumentos de derecho internacional que también garantizan los derechos humanos y protegen al individuo.

Las cosas que están ocurriendo en Guinea Ecuatorial dan miedo. Si regresara hoy en día, seguro que me sentiría como extranjero en mi propio país. Guinea Ecuatorial hoy es completamente diferente de lo que fue. Si antes estaba mal robar, ahora el que no roba es un tonto. Y la cosa no termina ahí, sino que hay que exhibir el producto del robo. Conceptos como el respeto, la solidaridad, la disciplina, el trabajo duro, la compasión, etc. han desaparecido. En su lugar, han aparecido otros como: “nadie es de nadie”, un concepto que justifica la entrega desenfrenada al sexo. Lo que no pertenece a nadie pertenece a todos. Aplicado a bienes se trataría de “bienes públicos” o “bienes colectivos”. Cuando este concepto se aplica a seres humanos, las implicaciones son escalofriantes. La igualdad de género entre los hombres y las mujeres tal como la promociona el régimen ha significado la igualdad en el sexo y en el vicio a la vez que los bailes típicos nacionales han sido sustituidos por los llamados “coros de animación”, cuyo único movimiento consiste en menear sensualmente las caderas mientras que se le canta alabanzas al Fundador, su esposa y su hijo. Otro tipo de relaciones han hecho su aparición (“follamigos”) así como nuevas profesiones (“quita novios” y “quita maridos”) mientras que las mujeres casadas ocupan su tiempo corriendo detrás de los “Bepequeños” y todo ello, sin el mas mínimo pudor, como si fuese lo mas normal del mundo. El sexo se ha convertido en el principal deporte nacional. El país está ya minado de iglesias satánicas, quitándole el terreno a la iglesia católica que, por su comportamiento, parece haberse convertido también en una iglesia satánica. Dichas iglesias satánicas prometen riqueza fácil, lo que incluye la inmolación de parientes, amigos, vecinos. Aparecen cadáveres por doquier, a los que generalmente les faltan los órganos genitales. Se habla de un floreciente tráfico de órganos, en cuyos nudos exteriores, están los embajadores del Fundador. Estamos leyendo diariamente, a través de las crónicas de Radio Macuto, actuaciones puramente dantescas protagonizadas por los hombres del poder que han perdido completamente el sentido de la vergüenza, de la dignidad y del honor y por mujeres del poder que harían a Agripina, Mesalina Marie Antoinette, de las que hablaremos mas adelante, parecer unas santas. Y hacen todo esto ante las miradas de sus propios hijos. Esta situación ciertamente da miedo.

Biológicamente, no hay mucha diferencia entre los seres humanos y los animales. La diferencia está en otra parte y no en la biología: los seres humanos disponen de inteligencia mientras que los animales se guían por el instinto. En consecuencia y haciendo uso de su inteligencia, los seres humanos han elaborado un complicado entramado normativo que moldea sus comportamientos, costumbres y tradiciones y del que hacen uso para organizar sus sociedades y regular la coexistencia en dichas sociedades. Este entramado normativo define lo que se puede hacer y lo que no se puede hacer, lo aceptable y lo inaceptable, lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto. Los comportamientos que se ajustan a ese marco normativo se consideran “normales” mientras que los que no se ajustan al mismo son rechazados y penalizados. Este marco “normativo” se confecciona según determinados valores éticos y morales. En ausencia de este entramado normativo, los comportamientos de los humanos no se diferenciarían mucho de los animales, que también se organizan en sociedades. Esto es lo que explica las bestialidades que se cometen especialmente en las guerras civiles, pues, en tales situaciones extremas desaparece el marco normativo que marca la diferencia entre los seres humanos y los animales. En este vacío los hombres se convierten en bestias.

La esclavitud es un fenómeno que se ha registrado en todas las sociedades, en el tiempo y en el espacio. Sin embargo, la esclavitud de los negros traídos de África en Estados Unidos tuvo sus aspectos muy peculiares. A los negros se les trató como a unos animales, llegando incluso a ser vendidos en subastas al igual que los caballos y demás ganado y se realizaban experimentos de hibridación con ellos, para producir hombres y mujeres fuertes para mayor rendimiento en las plantaciones de algodón. Precisamente, los negros americanos son generalmente más altos y corpulentos que los africanos. Y como se les trató de animales, llegaron a creer que son unos animales y empezaron a comportarse como tales, incluyendo en la sexualidad con la proliferación de relaciones incestuosas. Este caso demuestra que existe una estrecha relación entre la biología y la psicología. También demuestra que el equilibrio psicológico es muy fácil de romper y no solo a través del uso del terror, sino también a través del adoctrinamiento, la manipulación, la educación e incluso las creencias.

Los criminales suelen agonizar en su primer asesinato, los militares también cuando van a la guerra. Pero, una vez cometido el primer asesinato o matado el primer enemigo, quitarle la vida a un ser humano se convierte en una rutina. Cuando un país entra en crisis moral, ésta se expresa con más agudeza en el campo sexual. El acto sexual es muy íntimo y privado y no es objeto de publicidad. El pudor rodea el acto sexual. Pero, cuando se pierde ese pudor y se banaliza el acto sexual, se rompen las cadenas morales en todos los sentidos y se instala el libertinaje y el caos. En efecto, se observa una correlación entre el caos que impera en Guinea Ecuatorial y la obsesión por el sexo. Es el “Speed Dating”, donde “nadie es de nadie” y las relaciones tradicionales que sustentan el tejido social, como lo es el matrimonio y la familia, se desintegran y pierden su contenido, cediendo el paso al alcohol, la droga, la desobediencia, la indisciplina, la prostitución, el fracaso escolar, la vanidad, etc. La barrera que separaba a los seres humanos de los animales se ha derrumbado, llevándose por delante todo lo demás, incluso los tabúes tradicionales que regulaban las relaciones sexuales y el incesto, en su sentido amplio, se esta convirtiendo en una practica habitual. El hombre ha dejado de ser hombre y se ha hecho animal.

Muchos se refieren a Sodoma y Gomorra para describir lo que está pasando en Guinea Ecuatorial. Pero, mejor ilustración es la antigua Roma, un estado tan fuerte y sofisticado que llegó a conquistar y someter al resto del mundo conocido hasta el norte de África. Se trata de una hazaña poco común en la historia de la humanidad. Sin embargo, fue presa fácil de los barbaros, que lo invadieron, lo masacraron y le pusieron fin. ¿Cómo fue posible eso? La respuesta es fácil: los romanos se habían entregado al sexo y al vicio en detrimento de todo que sostuvo su grandeza. Precisamente, la caída del Imperio Romano se produjo como resultado de una decadencia moral con la desaparición de los valores éticos y morales sobre los cuales se levantó Roma así como su grandeza. Uno de los personajes que mejor representa la decadencia romana y que me fascina mucho no es otra que la emperadora Julia Augusta Agripina. Hablemos un poco de ella.

De entrada Julia Augusta Agripina era hermana de Calígula, un perturbado mental que no requiere presentación, por el “record” que ha dejado en los anales de la dictadura y del despotismo; y madre del Emperador Nerón, un sádico que tuvo la maravillosa idea de incendiar Roma. A Agripina se le describe como una mujer violenta, cruel, déspota, manipuladora por excelencia sin escrúpulos, extremadamente ambiciosa, y dominante. También era guapa. Otro dato importante: Agripina era prima de la famosa Valeria Mesalina, una ninfómana sin precedentes, que hasta llegó a competir con la prostituta Scylla para ver quién, de entre las dos, se acostaba con más hombres en un día. El certamen duró 24 horas y Mesalina se alzó con la victoria, con un total de 25 hombres. Mientras que Mesalina se acostaba con cualquier hombre que se ponía a tiro, de hecho regentaba un prostíbulo muy popular por las orgias que organizaba ahí, Agripina lo hacía con estilo y propósito. Así, se casó con su tío paterno, el Emperador Claudio, quien ya estuvo antes casado con Mesalina, prima de Agripina, pero que se cayó en desgracia tras ser descubierto su complot por asesinar a su marido el emperador Claudio, con la complicidad de su amante Gaius Silius, un atractivo senador, que ya estaba casado con Junia Silana, hermana de la primera esposa de Calígula, de nombre Junia Claudilla. Por su parte, la larga lista de amantes de Agripina incluía a su propio hijo Nerón. También destacan en dicha lista: Calígula, su hermano; Marcus Aemelius Pepidus, su cuñado, así como el archiconocido filósofo español y tutor y consejero de su hijo Nerón, de nombre Lucius Anneus Seneca. No se salvaba nadie. Agripina era ciertamente una mujer fogosa y de armas tomar, al igual que su prima Mesalina. Sin embargo, su esposo, el Emperador Claudio tenía ciertos problemas: era físicamente débil, enfermizo, tartamudo, etc. Además, le gustaba tanto el circo que era una obsesión.

El matrimonio Agripina – Claudio era un matrimonio insólito. Así, mientras que el debilucho marido se distraía con las actividades circenses, Agripina se dedicaba a ponerle unos impresionantes cuernos incluyendo a gente del entorno inmediato del pobre emperador. Y cuando Agripina se hartó de él, especialmente cuando se dio cuenta de que el emperador estaba titubeando en cuanto a situar a su hijo Nerón, que había tenido con otro hombre pero que había sido adoptado por Claudio, en la línea de sucesión, lo envenenó. También envenenó a su segundo marido Passienus Crispus y las condiciones en que se murió su primer marido, de nombre Gnaeus Domitius Ahenobarbus, no son nada claras. Tras la eliminación de Claudio, Nerón se hizo Emperador de Roma. Pronto surgieron fuertes diferencias entre Nerón y su madre Agripina, que había controlado a su hijo y amante Nerón hasta entonces. Y estas diferencias surgieron cuando Nerón se enamoró de otra mujer, de nombre Claudia Acte, una relación a la que Agripina se opuso violentamente. El conflicto entre madre e hijo acabó en la expulsión de ésta del palacio imperial. Un dato ultimo sobre Claudio: era el único emperador romano que no se acostaba con hombres y chicos. Los emperadores que le precedieron incluían entre sus amantes a hombres y jovencitos, eran bi-sexuales. Aquí están las raíces de la caída del Imperio Roma: sexo, vicio, incesto, infidelidad, frivolidad, promiscuidad, asesinatos, ambición desmesurada, avaricia, codicia, decadencia, insensatez, mentira, manipulación, indecencia, prostitución, indisciplina, oportunismo, malicia, la falta de lealtad y del respeto, en definitiva, la decadencia. Desde que Roma entró en esta dinámica, su suerte estaba echada.

Regresemos a nuestro país, la Republica de Guinea Ecuatorial, un país que está secuestrado por el triunvirato compuesto por el pachucho ‘Claudio’ Obiang Nguema Mbazogo, su fogosa esposa “Agripina’ Mangue Okomo y su palurdo hijo ‘Nerón’ Nguema Obiang. En “La Divina Comedia” que están protagonizando, escenas como las presentadas en el párrafo anterior ya son moneda corriente. Efectivamente, se nos acaba de obsequiar con una película pornográfica “sui generis” producida en los locales de RTVGE, una entidad oficial. Además de ser la expresión de la decadencia y el vicio que se han adueñado de nuestro país, hay ciertos detalles muy ilustrativos en esa película pornográfica gubernamental que pasan desapercibidos. Los actores de la película son: una jovencita que esta claramente drogada y un joven que, por lo que se ve, es un Eunuco (para no decir “impotente”). “Miguelón” le llaman y dicen que es presentador de RTVGE y, para el colmo, está casado y tiene hijos. Si bien es verdad que un “incidente” no es suficiente para refutar o confirmar una hipótesis, también es cierto que ese “incidente” va en la dirección de los fuertes y persistentes rumores que circulan en el sentido de que varios hombres del poder son unos Eunucos, que “las gallinas se les escapan misteriosamente del gallinero”. Este es un dato muy importante.

Los Eunucos tienden a ser agresivos, fanfarrones, ruidosos, vanidosos, con aires de grandeza, todo ello para ocultar sus “deficiencias”. Parecía que las pantallas de televisión se iban a estallar siempre que aparecía “Miguelón” a presentar su programa; tanta energía emitía el Eunuco. No quiero con ello decir que todos los hombres agresivos y con aires de grandeza sean Eunucos. Simplemente que se observa una relación entre lo uno y lo otro. Tomemos unos casos representativos:

1. Robert Mugabe, Presidente de Zimbabue. Existe un secreto a voces en Zimbabue en el sentido de que Robert Mugabe fue castrado por los blancos durante su “Liberation Struggle”. Muchos han dado con sus huesos en la cárcel por haberlo dicho en público. El caso más reciente es el de un joven, de nombre Maxwell Mutsetse, quien el pasado mes de mayo, dijo que no podía apoyar a Mugabe porque había sido castrado y que prefería a Morgan Tsvangirai, del MDC, partido de la oposición. El joven fue detenido, conducido a la cárcel y sometido a juicio acusado de “disminuir la autoridad de Mugabe”. Cabe observar que si no fuera cierto por qué tratar con tanta dureza a los que se han atrevido a referirse a este tema. ¿Tan difícil es demostrar la falsedad de este rumor? O las “cosas” están o no están y esto hasta un ciego lo puede verificar. Además, su mujer, Grace Mugabe (los críticos la llaman “Disgrace” Mugabe), que es más de cuarenta años más joven que “Tío Bob”, protagoniza de cada escándalo de infidelidad, siendo el más reciente y sonado su “liaison” con el que hasta entonces era Gobernador del Banco Central de Zimbabue, de nombre Gideon Gone, un amigo íntimo y aliado político de Mugabe. Antes de Gideon, que tuvo que esconderse tan pronto como se hizo público el “affaire”, ya hubo otros hombres que “Agripina” Mugabe se llevó a la cama y en consecuencia de tal osadía, fueron “desaparecidos”. El comportamiento de Mugabe no deja de ser sospechoso y da fundamento a la sospecha de su castración.

2. Napoleón Bonaparte: Leer la biografía de Napoleón es como leer un tratado sobre la guerra. Fue un verdadero “Señor de la Guerra”. Pero, todo terminó en la famosa batalla de Waterloo, donde fue vencido y exiliado a la Isla de Santa Helena, donde murió. Sin embargo, la vida de este “Emperador Francés” no se limitó a sus hazañas castrenses. Hay más, mucho más. Por ejemplo, se le atribuye el privilegio de haber tenido el pene más pequeño que se conoce, lo que los médicos llaman “micro pene”. Se dice que medía unas 1.5 pulgadas (unos 3.81 centímetros; el tamaño de un pene normal oscila entre 13 y 15 centímetros de longitud). Algunos lo comparan con el “dedo de un bebé”. Y ¿cómo se las arreglaba con todas esas mujeres que se le atribuyen, entre las cuales figura Marie Louise, una descendiente directa de la insaciable devoradora de hombres que fue Marie Antoinette, cuya vida frívola, promiscua y llena de infidelidades causó la Revolución Francesa?: Y ¿de quienes eran esos hijos que se le atribuyen? Se permite especular. A propósito, el “micro pene” de Napoleón Bonaparte está guardado en Englewood, una ciudad del Estado de New Jersey, a unos kilómetros de mi casa.

3. La famosa revista británica, The Economist, está obsesionada con la figura de “The African Big Man” para explicar la existencia de dictaduras en casi todos los países africanos así como el fracaso político y económico de África. El más reciente de esta serie de artículos lo dedica a Zenawi Meles, difunto presidente de Etiopia, tras su muerte con un título muy interesante: “Bye-bye Big Man”. Afortunadamente y para dar muestras de igualdad de genero, “The Economist” empezó a publicar artículos sobre “The African Big Woman”, en la persona de las “primeras damas”. En un artículo que publicó en 2004, habla de un “African Big Man” que se casó con su mujer sólo para ocultar un hecho: el señor presidente es un homosexual. Lamentablemente, no se cita el nombre ni el país de dicho presidente. Lo cierto es que existen varios casos en África en donde es realmente la primera dama que toma las decisiones y es el verdadero poder fáctico y en muchos de esos casos, no hay hijos. No hay duda de que haya una dictadura férrea en dicho país misterioso, con los mismos comportamientos que se observan en donde el poder lo ostenta un individuo que podría ser un Eunuco.

La obsesión con el sexo ya no conoce frenos además de alcanzar niveles enfermizos e indecorosos. Cuando empezaron a circular los rumores de que el Fundador padecía de cáncer de próstata, sus voceros salieron a la palestra para desmentir la noticia. Y no se les ocurrió otra explicación que: “El presidente está fuerte y hace el amor todos los días como un toro”. Es una obsesión que va más allá de las fronteras de Guinea Ecuatorial. Así tenemos el caso de Paul Biya, de Camerún. Este señor tiene un andar muy peculiar. La prensa camerunesa empezó a especular que Biya se estaba quedando paralitico desde la cintura para abajo. Y ¿cual fue la respuesta de Paul? Que su “funcionamiento” estaba bien y si alguien lo dudaba, que se lo pregunte a Chantal, su esposa. El caso más insólito lo protagonizó el actual presidente de Gambia, un psicópata que se hace llamar “His Excellency Sheik Professor Alhadji Dr. Yahyah Abdulaziz Jemus Junkung Jammeh”. Hay de aquel que se atreva a omitir uno solo de esos nombres o embarrullar el orden en que aparecen. Durante un mitin político organizado por los partidos políticos de la oposición, le criticaron duramente, diciendo, entre otras cosas, que no era “un hombre”. Y el tipo se lo tomó muy a pecho, literalmente. Al día siguiente, salió en la televisión para retar a los opositores a que le envíen a sus esposas, madres, hermanas para que pasen un tiempo con él y ya verían lo que iba a pasar.

Es curioso que, cuando se habla del “Complejo Napoleónico” o “Complejo de Napoleón” se refiera exclusivamente a la baja estatura de Napoleón, cuando su verdadera “deficiencia” estaba en otro “sitio”. “El Complejo de Napoleón” se refiere a un fenómeno psicológico atribuido a hombres de poca estatura o con otras deficiencias que se ven obligados a compensar en otras áreas. Los que padecen de este síndrome tienden a ser agresivos, hacen esfuerzos por dominar a los demás. El Fundador es un ejemplo claro del “Complejo de Napoleón” al igual que los Eunucos que le rodean. La insuficiente formación académica del Fundador le martiriza, le consume, le corroe, no le permite dormir. Ello explica su obsesión con el poder omnímodo, el culto a su personalidad, las constantes alabanzas que recibe y que lo endiosan. También están los premios que le otorgan instituciones dudosas a la vez que misteriosas (el premio “Humberto Biancamano”, el premio “Excelencia Europea”, etc.). Y también está la UNGE, que creó con el único propósito de que le otorgue el titulo de “Doctor Honoris Causa”. También está el dudoso titulo de licenciatura que le otorgó la UNED. Y precisamente tiene a su lado a sus antiguos compañeros de estudios en La Salle, no como un favor, sino para tenerles siempre cerca para servirle, adularle y rendirle pleitesía. Es una especie de venganza, recordando su paso por aquella escuela, sin pena ni gloria, mientras que los demas sacaban buenas notas. Y precisamente disfruta ver a la población en general en situación de pobreza a la vez que él mismo se enriquece sin límites. Ahí tambien están los monumentos faraónicos, llamense ”infratruturas”, la organización de acontecimientos internacionales y la invitación a personajes de otros paises para que visiten Guinea Ecuatorial, sin olvidar que la función de Presidente en Ejercicio de la Unión Africana se transformó facilmente en ”presidente de todos los paises africanos” cuando le tocó el turno. Todo ello le hace creer ser alguien que en su fuero interno sabe que no es, le ayuda a llenar el doloroso vacío académico. La democracia no le permitiría alcanzar este importante “objetivo” personal. Hace falta ser “Dictador de Leyes”.

La crisis moral que está sacudiendo a Guinea Ecuatorial tiene su máxima expresión en la promiscuidad y se extiende a todas las demás facetas de la sociedad. Una de las consecuencias es que el valor de una persona nada tiene que ver con su capacidad de producir, sino de consumir sin importar para nada el origen de la riqueza que le permite consumir a tales niveles. La resultante rapacidad en el consumo sin su contrapartida en la producción tiene graves consecuencias económicas, políticas y sociales, especialmente cuando el país está dirigido por un “gobierno” cuyos objetivos están en permanente conflicto con los objetivos del pueblo y los intereses del país. Es precisamente de esta manera que se ha producido lo que es un puro milagro: mientras que la renta per capital del país aumenta, también aumenta, en vez de disminuir, el porcentaje de la población que viven en la pobreza. Actualmente, este porcentaje asciende a casi un 80%. Antes del inicio de la producción del petróleo, solo un 60% de la población vivía en la pobreza. Un sistema económico y político que produce tales resultados solo atrae a aventureros del exterior así como empresas de dudosa solvencia moral. Son esas empresas extranjeras de dudosa solvencia moral (aventureros, bandidos, maleantes, chorizos, prófugos de la ley de varios países) que forman alianzas con la elite política nacional confabulándose los dos para excluir al resto de la población de los circuitos económicos que pudieran mejorar sus vidas, condenándoles a la miseria en una economía que está creciendo a tasas elevadas y ostenta una renta per cápita comparable a la de Italia y España.

En los países africanos, los cargos políticos son muy visibles, lo cual tiene sus ventajas y desventajas. La ventaja es que, desde dichas posiciones se puede hacer un trabajo pedagógico, predicando con el ejemplo, simplemente aprovechando la visibilidad que va con el cargo. La desventaja es que, cuando los cargos políticos los ocupan unos criminales, frívolos, promiscuos y vanidosos interesados en el enriquecimiento rápido con la exhibición descarada de la riqueza robada sin preocuparse para nada de la situación del resto de la población, sus malos comportamientos son fácilmente emulados por el resto de la población, empezando con los jóvenes. Es el efecto demostración. Es así cómo se ha podrido nuestra sociedad, por imitación desde arriba hacia abajo. En efecto, cuando se dice que más de un 60% de la población no conoce otra cosa que el Fundador ello representa una importante subestimación. Pues, si a uno como yo que nació mucho antes del “régimen de alegre memoria”, le quitan los treinta y tres años que lleva el Fundador en el poder, queda bien poco. Ello implica un porcentaje mucho mas elevado del 60% que se maneja, de la población que no tiene otra referencia que la aberrante situación que ha creado el Presidente Fundador en el país.

Después de este recorrido por la podredumbre que ha causado el Fundador y los suyos en nuestro país, quiero terminar este artículo donde lo empecé: hablando de los idealistas y su importancia en el tiempo que estamos atravesando. De hecho, este recorrido se ha hecho para establecer mejor la justificación para animar a los idealistas, que ya están haciendo su trabajo. Pero, los hombres del poder y sus seguidores no están con los brazos cruzados. No pierden la oportunidad de señalar las debilidades de sus detractores, recurriendo al argumento de que sus detractores (los idealistas) lo harían peor que el Fundador en caso de que lleguen al poder. Cometen un grave error como en todo lo demás. En primer lugar, ser idealista no significa ser perfecto. De hecho, para ser idealista no hace falta ser perfecto. Todos estamos expuestos a las tentaciones de la vida, siempre atrapados entre lo que nos gustaría hacer pero que nos resulta difícil hacer por cuestión de decencia y los dictados de nuestros valores éticos y morales. Es un gran dilema, que se sortea difícilmente gracias al hecho de que, al menos algunos son incapaces de dar rienda suelta a las debilidades y a las fantasías humanas. No todo lo que se quiere se llega a hacer, a diferencia de los hombres del poder, para los que no existe ningún filtro.

Los grandes pensadores de todos los tiempos y que dedicaron gran parte de su vida a estudiar estos asuntos y predicar la moralidad se enfrentaron ellos mismos a este dilema y muchos de ellos non estuvieron a la altura de lo que predicaban. El escritor Paul Johnson, en su libro “The Intellectuals”, examina con lupa y disecciona con bisturí las vidas de muchas de personas entre ellas Leon Tolstoy, Karl Marx, Paul Sartre y otros tantos. Llega a la conclusión de que, a pesar de su fuerte influencia en la evolución social del mundo, muchas de esas personas no llevaron una vida acorde a lo que predicaban. Esto no es ningún descubrimiento, pues, nunca pretendieron ser unos santos. Lo que hay que preguntarse es cómo hubiera evolucionado el mundo si tales personas no hubieran existido. Se puede imaginar el desastre, que es lo que se ve en miniatura en la Republica de Guinea Ecuatorial bajo la bota del Presidente Fundador. Y es que una persona armada de unos valores morales y éticos solidos, tiende a examinar su comportamiento a la luz de dichos valores éticos y morales. Ello le permite determinar en cada momento cuándo va bien y cuando se desvía, lo que también le permite tomar medidas correctivas antes de que sea demasiado tarde, antes de se haga daño a si mismo y a los que le rodean. Los hombres del poder no disponen de esa capacidad. Todo lo contrario, como se ha visto, en el vacío moral que han creado, su comportamiento ya no se desvía mucho del de los animales, habiendo perdido entre otros, incluso el sentido de la vergüenza. Así, hemos visto recientemente cómo el Presidente Fundador, en su delirio Panglosiano (del Dr. Panglos) y como un perfecto “Capo di Tuti Capi”, mentía descaradamente al mundo entero ante las cámaras de CNN, que en su país no había problemas, que todo iba bien, un país en que la población, gracias a él y solo él, está disfrutando de un desarrollo “infraetrutural” maravilloso: salud para todos, educación para todos, electricidad para todos, agua para todos y felicidad para todos. Sin embargo, lo que muchos ven, incluyendo el resto del mundo, no es más que la aplicación implacable de la Ley de Murphy, que mientras que el Fundador siga en el poder, todo ira mal en la Republica de Guinea Ecuatorial. Y los que eso ven, como el hecho de que casi un 80% de la población vive en la miseria, y lo critican son los “enemigos de la patria”, según dijo también el Fundador en la misma entrevista de CNN, cuando la periodista Christianne Amampour le interpeló sobre este dato, cuya fuente es el Banco Mundial, institución a la que pertenece Guinea Ecuatorial.

Sobre los hombros de los idealistas descansa la tarea de rescatar a Guinea Ecuatorial de la podredumbre en que lo han sumido el Fundador y los suyos y de protagonizar la regeneración de la sociedad guineana en la era posterior al Fundador. Se trata de una tarea muy difícil pero realizable. Pues, si bien somos pocos, tenemos una importante ventaja: Los que nos apoyan son más que los que nos condenan y la razón esta de nuestra parte. Venceremos. Sin duda.