Es como si el tiempo no pasara, nada cambia, ya se ha convertido en un anacronismo, como el propio Obiang. Nos referimos a las relaciones de España-Guinea Ecuatorial, siempre cuidadosos para no molestar al dictador. Cierran los ojos para no ver la enorme tragedia que vive nuestro pueblo, para no perjudicar a la inversión española.
Este documento que hemos recuperado de la Red, avala al pie de la letra, las revelaciones que ha venido haciendo nuestro Presidente, Don Severo Moto y que algunos no quieren ver. Simplemente deciden seguir apoyando a Obiang, bien haciendo negocios con este, participando en sus elecciones fraudulentas u ocupando su asiento en la cámara de la dictadura.