lunes, 10 de septiembre de 2012

GUINEA ECUATORIAL: LAS COSAS NO SON COMO NOS LAS HAN CONTADO

                                                                                                   

Confidencias de un español amigo

Cuando el escritor Fernando Gamboa pisó el suelo de Guinea Ecuatorial, con la intención de documentar su novela de aventuras titulada GUINEA, nunca se puedo imaginar lo que iba a conocer durante el mes que permaneció en este país. Concluido su libro, se sintió en la obligación de contar al mundo entero lo que allí sucedía. El 25 de marzo del 2009, hizo pública una carta que iba a desconcertar a toda la opinión publica española e internacional. Esta carta nos hizo  reconsiderar  a los españoles, que todo lo que nos habían contado sobre Guinea Ecuatorial, era una monumental mentira. La introducción de su carta es también inquietante: "Lo que a continuación detallo, aunque pueda parecer exagerado o tendencioso (cuando no simplemente increíble), es rigurosamente cierto".... 


Debo confesar que yo, igual que Fernando, nunca me pude imaginar lo que iba a conocer a cerca de este país y más concretamente, sobre la realidad de la oposición enfrentada (no en todos los casos) a la dictadura de Teodoro Obiang Nguema.


Con motivo de una conferencia de Severo Moto en el ICADE de Madrid, tuve la ocasión de conocer, además de al Presidente, al resto de  la directiva del Partido del Progreso: a Aremengol Engonga, a Pablo Ndong, a Alberto Nsong, al Dr. Buaki, a Manuel Bang, a Regina Mané, a Victoria Udjilo, a Gabriel Moto, a Pergentino Oyon, etc. Unos meses después, y por esas casualidades de la vida, me topé con un personaje importante, de esos que forman el potente lobby español de apoyo a Obaing Nguema. Después de una larga conversación, en la que me enumeró las mil maravillas acerca de la oportunidad de ir a invertir a ese paraíso de oportunidades en el que se había convertido Guinea Ecuatorial, pasó a relatarme las bondades del régimen, el carisma y el gran hombre de estado que era su Presidente, Teodor Obiang Nguema. A mi pregunta de por qué se encontraba aquí la oposición exiliada, me contestó textualmente: "la oposición exiliada en España, y especialmente la que protagoniza el líder Severo Moto, son todos unos, proscritos, terroristas y unos muertos de hambre, que sólo quieren el poder a toda costa.... la única oposición, la legal y la responsable, está dentro y la encabeza Placido Micó".. 

He de reconocer que algo no me cuadraba en toda esta historia. No podía ser que aquel líder que acababa de conocer y que rezumaba bondad, de convicciones democráticas, amante de la libertad y lleno de una energía que contagiaba, y que se había pasado toda su vida luchando contra la dictadura de su país, en condiciones muy difíciles, iba a ser el terrorista y Obiang, el demócrata. Después de esto, quizá llevado por la curiosidad, he seguido ensanchando el circulo de mis conocimientos, entrando diariamente en todas las páginas de internet de los guineanos, también en la pagina oficial del Gobierno. He conocido mucho mejor al Partido del Progreso, también al resto de la oposición exiliada, al régimen de Obiang Nguema, a esas oposición del interior autodenominaba, la única oposición legal y a los potentes apoyos de la dictadura aquí en España. He de confesar que todas las noticias relacionadas con Guinea que se publicaban en cualquier medio, despertaban para mi una enorme curiosidad. He tenido la oportunidad de pasar mucho tiempo charlando con D. Severo Moto sobre los planteamientos ideológico (democristianos) y de acción del Partido del Progreso.  He sabido de viva voz la historia de la resistencia que ha protagonizado, tanto él, como su partido, contra la dictadura de Obing Nguema y la auténtica tragedia que ha vivido, primero en su país y después, aquí en el exilio español. He tratado también a otros líderes de la oposición exiliada y conocido su particular lucha contra la dictadura. Ahora se, que detrás de cada guineano exiliado, son más de 5.000 en España, existe una tragedia personal y una vida rota, siempre protagonizada  por una misma persona, Teodoro Obiang Nguema, dictador de Guinea Ecuatorial.

Han pasado ya más de tres años desde que Fernando Gamboa escribiera su célebre carta y hemos de convenir que las cosas no han cambiado nada en el interior de Guinea Ecautorial. Sin embrago, hay que reconocer que la opinión pública ha podido conocer parte de la realidad de este país, por lo que mucha gente ha cambiado la percepción que tenía de la dictadura. Hoy día con todos los datos y testimonios que se han publicado y además, por las conclusiones de los sumarios judiciales abiertos, tanto en Francia, como en los EEUU, contra Teodorín  y contra su  padre, el dictador  Obiang Nguema, la opinión pública se ha percatado de la clase de dictadura  que sufre este país. Por lo tanto, con todas estas informaciones, podemos concluir que Obiang es una de las peores dictadores que existen en el mundo, que  mediante la violencia, el amedrantamiento y el asesinato ha convertido al pueblo guineano en uno de los más aterrorizados. La familia que gobierna Guinea Ecuatorial, no se limita solamente a quedarse con el dinero del petróleo, sino que además, se dedica a apoderarse de las propiedades privadas de los guineanos, con lo que controla la mitad de la superficie edificable y la mayoría de las empresas nacionales. En el interior de Guinea Ecuatorial, todo está controlado por la dictadura y por el partido gubernamental PDGE, por lo que no existe libertad y los guineanos viven en un régimen de semi-esclavitud. 

En torno a esta dictadura existe un componente de enorme trascendencia, que le ha hecho posible su pervivencia durante mucho tiempo y es el monumental engaño y la manipulación, que gracias a la enorme fortuna que han podido conseguir, mediante el gran expolio de los bienes públicos y privados, le ha permitido comprar a periodistas, abogados, lobbys (conseguidores de decisiones favorables de las diferentes administraciones, estados y grupos de presión), a partidos y a líderes políticos (de dentro y de fuera del país). Pero el mayor daño que ha producido en la oposición exiliada, ha sido su división, mediante la compra de algunos opositores, sobrados de ambiciones y escasos de dinero. Con la siembra de cizaña entre ellos, mediante los infundios, el espionaje, los atentados y asesinatos (también en los países de exilio), las mentiras y la manipulación, el miedo y la desconfianza, ha conseguido dividirlos. 

Pero como español, lo que más me duele y me avergüenza, es la solicitud con la que se han prestado muchos políticos españoles, la mayoría ligados al PSOE, a lavar la imagen a este dictador. Junto a estos, se han situado también empresarios sin escrúpulos y otros personajes, no menos oportunistas. Con sus viajes públicos y privados a Guinea Ecuatorial, estos personajes han hecho un enorme daño a la lucha contra la dictadura. Con la legitimación del régimen de Obiang, mediante su ayuda y asesoramiento, están consiguiendo que este dictador se eternice en el poder y siga alargándose el sufrimiento del pueblo guineano. Toda esta gente ha tejido un gran entramado clientelar, que les ha permitido el monopolio en las relaciones con la tiranía. Para ello han creado un partido político en el interior (con un "opositor legal" que se sienta en la Asamblea de Obiang), con la pretensión de arrogarse para ellos solos la oposición a Obiang (amansada mediante la negociación) y aspirar a la posible herencia del régimen compartida, quizá con alguno de sus hijos. También han creado una Asociación, con el objetivo de confundir y controlar a la auténtica oposición exiliada (especialmente a Severo Moto), para ningunearla y cuando han podido, echarle algunas toneladas de basura encima, con el fin de desprestigiarla e inutilizarla. Hay que reconocer que la legislatura (la española) pasada, ha sido  un infierno para la oposición exiliada, que se encontraba aquí en España, con poco margen de maniobra, excluida, apartada, apestada, y sin ayuda, mientras tanto, ellos seguían urdiendo sus artimañas, completamente al margen de unos hombres y mujeres, valientes, íntegros y entregados a la lucha contra un dictador, que en todo momento ha intentado acabar con ellos, porque estos, si que se oponen de verdad a su régimen.

Años después tuve la información de que ese personaje tan convincente, que me quiso hacer ver un día las bondades del régimen de Obiang Nguema, se embolsaba más de un millón de euros, viajando sólo 15 días al año a Guinea Ecuatorial. Hay que reconocer que por esta suma de dinero, algunos estarían dispuestos a hacer muchas cosas, y no todas buenas.