jueves, 13 de septiembre de 2012

EL QUE TIENE UN "ASIENTO" EN LA CUEVA DE ALÍ BABÁ, HA OLVIDADO LA CONTRASEÑA DE SALIDA




Abaga Edjang, 12-09-2012, en Guinea.Net

En la novela “La Rebelión en la Granja”, de George Orwell, los animales logran echar a los humanos de la granja (Granja Manor), empezando con Mr. Jones, el administrador, y crean su propio gobierno. También adoptan, en consenso, los famosos siete mandamientos, que son:

1. Todo lo que camina sobre dos pies es un enemigo.
2. Todo lo que camina sobre cuatro patas, o tenga alas, es amigo.
3. Ningún animal usará ropa.
4. Ningún animal dormirá en una cama
5. Ningún animal beberá alcohol.
6. Ningún animal matará a otro animal.
7. Todos los animales son iguales

Las cosas empiezan yendo muy bien y la Granja se vuelve muy próspera. Pero, como ocurre siempre en esos casos, el gobierno establecido se transforma en una brutal tiranía. Los cerdos, que se habían convertido en la elite y asumido el liderazgo, empiezan a abusar del poder. Entre los cerdos, dos se destacan como líderes. Se trata de Snowball (Bola de Nieve) y Napoleón. Pero, pronto surgen diferencias entre ellos, ganando Napoleón, que lanza a los perros contra Snowball echandole de la Granja. Napoleón se declara líder absoluto de la Granja, oportunidad que aprovecha para manipular y cambiar los mandamientos a su favor. Con el tiempo, Napoleón empieza a adoptar los mismos detestables comportamientos humanos que dieron lugar a la rebelión. Así, mientras que transformaba el quinto mandamiento en ”Ningún animal beberá alcohol en exceso”, el séptimo mandamiento lo transformó en “Todos los animales son iguales, pero, algunos son más iguales que otros”

Traigo a colación esta fabula precisamente porque el séptimo mandamiento nos puede ayudar a entender el tema que nos ocupa: El Escaño que ocupa CPDS en el parlamento del Presidente Fundador, ese que los cachondos jóvenes de Radio Macuto llaman “Rompe-Bragas”. En efecto, aplicado al caso que nos ocupa, el manipulado séptimo mandamiento se puede presentar de la siguiente manera: “Todos los escaños son iguales, pero, algunos escaños son mas iguales que otros”. En efecto, no recuerdo que otro escaño haya tenido tanta importancia como el que ocupa CPDS en el parlamento del PDGE. Es un escaño histórico, sin precedentes, un escaño único. Todo el mundo se interesa por este escaño. El Fundador se interesa por este escaño; CPDS lo defiende celosamente, con uñas y dientes; la comunidad internacional se interesa por el escaño. El panorama político de Guinea Ecuatorial seria diferente si no existiera este escaño. Sin él, las cosas podrían haber sido o podrían ser diferentes.

Un partido político es como una carretera, una escuela, un aeropuerto, un puerto, el alumbrado público. Un partido político es un bien colectivo, un bien público, que pertenece a todo el mundo, no solo a sus dirigentes, sus militantes y simpatizantes. Y como tal bien colectivo o público, está abierto a todo el mundo y su ámbito de actuación no debería circunscribirse exclusivamente a los militantes de dicho partido. Un partido político es una institución del Estado. Un partido político no es una logia masónica ni una secta religiosa, dirigida por un líder iluminado e infalible y cuyos lineamientos estratégicos se basan en inquebrantables dogmas que debe seguir todo el mundo a rajatabla. Y todo partido político que se precie como tal debería evitar actuaciones semejantes a las del tipo de organizaciones que acabo de mencionar, en caso contrario automáticamente dejaría de ser un partido político. Un partido político que no admite la crítica y considera a tales como ataques y a sus críticos como “detractores” se acerca mucho a una logia masónica o una secta religiosa. Un partido político que exhibe tales comportamientos no recibirá mi voto y, supongo, el de muchos ciudadanos que valoran la democracia y sus virtudes. Tal partido político no puede alcanzar el poder democráticamente y, si lo alcanzara, a través de un error colectivo, tendría la vocación de permanecer en el poder e imponer su voluntad desde ahí. Seria como en la “Granja Manor”, bajo la tirania impuesta por el Cerdo Napoleon.

Vivimos tiempos muy difíciles. Estamos buscando formulas para salir de ella. Hasta ahora no hemos encontrado la formula mágica que nos pudiera llevar a la tierra prometida. Ninguna formula es sagrada. Por lo tanto, cualquiera formula o “método” que se identifique debe someterse a escrutinio y a la crítica por el mayor número posible de personas. Algunas de las criticas podrían inspirarse en la mala fe y la malicia. Habrá otras que serán constructivas y útiles. Es la naturaleza de la bestia. Incluso de las críticas maliciosas se puede aprender algo. Al menos, podrían servir para identificar las debilidades existentes en el planteamiento. La aportación más importante del marxismo es que hizo humano el capitalismo. Con la desaparición del marxismo, el capitalismo se ha vuelto muy salvaje, hundiendo al mundo en una crisis económica profunda. Los que, voluntariamente, se ofrecen a servir al pueblo, se ofrecen también a ser criticados, muchas veces injustamente. Es el precio del servicio público, que también aporta enorme satisfacción, esa satisfacción que surge cuando se ha mejorado la vida de alguien, de una comunidad o de todo el país. En definitiva, es un compromiso con uno mismo. 

Me tomo la libertad de opinar sobre el escaño de CPDS en el parlamento del Presidente Fundador. Soy muy consciente del riesgo, pues, se trata, evidentemente, de un tema polémico. Es la obligación de los dirigentes de CPDS de explicar claramente a la población las razones por las que aceptaron el escaño envenenado después de hacer declarado fraudulentas las elecciones mediante las cuales el Fundador les regaló ese escaño. No es mucho pedir, tampoco es malicia pedir esta explicación. Además, no hay que olvidar que muchos guineanos que, como este “Simple Ciudadano de a Pie”, no entienden de cosas tan complejas como éstas y que les hace falta una detallada explicación en términos muy simples. Exigir esta explicación no le hace a uno detractor. Es el ejercicio de la ciudadanía: pedir cuentas a las instituciones del Estado, como lo son os partidos políticos y a los líderes. Es un importante aspecto de la democracia. 

Tengo que agradecer a Wenceslao Mansogo y a Andrés Esono por ofrecernos, después de tanto tiempo pidiendo, algunas pistas. En su respuesta a mi artículo, Wenceslao Mansogo dice que: “CPDS ha optado por hacer oposición dentro de Guinea Ecuatorial rechazando la violencia para acceder al poder y privilegiando la lucha democrática, necesariamente larga pero siempre prometedora de resultados más seguros y estables. Por eso iremos ocupando el mayor número de espacios de diálogo político posibles siempre que nuestras bases nos lo autoricen, estableciendo o intentando establecer un diálogo exigente y crítico con el poder establecido, denunciando las violaciones de los derechos de los guineanos. Que esto no sea fácil, nadie lo discute; que la lucha sea poco eficaz y los resultados no sean inmediatos, tampoco se discute, pues tenemos ante nosotros un régimen que nadie puede calificar de blando. Que se esté haciendo camino o no, se puede discutir; nosotros disponemos de nuestros elementos de apreciación. Lo que no nos interesa es entrar en la tendenciosa polémica que suscitan los que pretenden confundir la participación en el Parlamento guineano con lo que sería la participación sin condiciones en un Gobierno de Obiang. Estando en el Parlamento y en los Gobiernos locales, aunque con un solo escaño, disponemos de mayores y más objetivos argumentos y elementos para exigir al régimen y para hacer lo que se llama oposición política, aunque el resultado no sea el que desearíamos todos ahora mismo, y nos situamos en mejor posición como interlocutores ante la comunidad internacional. Me gustaría que nuestros detractores y los que entienden de política nos digan, si no realizamos estas acciones, ¿qué hacemos?; abandonando el escaño y practicando la política de la silla vacía, ¿qué ganamos?”

Por su parte, Andrés Esono Ondo, en una entrevista ofrecida al Blog “Las Locuras de Jamón y Queso”, bajo el titulo “Políticos Opositores Respondiendo al Pueblo”, dice: “… es verdad que el parlamento actual no representa al pueblo guineano ya que no es fruto de la voluntad popular, pero estamos ahí porque tratamos de aprovechar cualquier resquicio que pueda darnos el régimen para hacernos oír, y aunque la RTVGE ya pasa en directo ni en su totalidad las intervención de los diputados (se había elevado la popularidad de Plácido Micó por sus intervenciones), sabemos que el trabajo de nuestro compañero impresiona a muchos diputados del PDGE, que le felicitan en privado.”

Voy a sacar lo esencial de estas manifestaciones, a saber:

• “…Por eso iremos ocupando el mayor número de espacios de diálogo político posibles siempre que nuestras bases nos lo autoricen, estableciendo o intentando establecer un diálogo exigente y crítico con el poder establecido, denunciando las violaciones de los derechos de los guineanos…” (Wenceslao Mansogo)

• “…Estando en el Parlamento y en los Gobiernos locales, aunque con un solo escaño, disponemos de mayores y más objetivos argumentos y elementos para exigir al régimen y para hacer lo que se llama oposición política, aunque el resultado no sea el que desearíamos todos ahora mismo, y nos situamos en mejor posición como interlocutores ante la comunidad internacional…” (Wenceslao Mansogo)

• “…Me gustaría que nuestros detractores y los que entienden de política nos digan, si no realizamos estas acciones, ¿qué hacemos?; abandonando el escaño y practicando la política de la silla vacía, ¿qué ganamos?...” (Wenceslao Mansogo)

• “…es verdad que el parlamento actual no representa al pueblo guineano ya que no es fruto de la voluntad popular, pero estamos ahí porque tratamos de aprovechar cualquier resquicio que pueda darnos el régimen para hacernos oír…” (Andrés Esono)

Lo que marcaba la mayor diferencia entre CPDS y los demás partidos políticos de la oposición no era, como sostenía mucha gente, que CPDS estuviese bien dotado en recursos humanos. La diferencia estaba en que CPDS era un partido de principios y de valores solidos que guiaban sus actuaciones y a través de los cuales también evaluaba su rendimiento y de los demás partidos políticos de la oposición. Precisamente, no importaba quedarse solos en una determinada posición si los órganos de decisión del partido determinaban que la decisión tomada era la correcta según los principios fundacionales del partido, adoptados como la mejor vía para alcanzar la democracia y mejorar las vidas de los guineanos. La mayor parte de los partidos aceptaban fácilmente cualquier tontería que proponía el Fundador y su régimen. Sin embargo, CPDS rechazaba muchas de ellas porque no se ajustaban a dichos principios y los valores, que marcaban también la ruta para la democracia y el bienestar del pueblo. Y esto es lo que dio a CPDS el adjetivo calificativo de Partido Radical. Y es que de radical no tenia nada, sino que sus actuaciones se basaban en esos principios y valores, algunos, escritos y otros, no. La verdad era uno de ellos, la honestidad, la integridad, la defensa de los intereses del pueblo por encima de todo, eran otros. Leyendo las citas presentadas arriba, se observa un radical viraje en la orientación política del CPDS, de uno basado en principios y valores claros, a uno en que el fin justifica los medios, con una gran dosis de entreguismo, acercándose peligrosamente a la capitulación. Si CPDS ha llegado a esta conclusión después de un análisis político frio, que nos lo digan claramente. Quizás podrían convencer a este “Simple Ciudadano de a Pie”, y quizás a unos cuantos más.

En segundo lugar, se observa, en el planteamiento de CPDS, que solo se habla de lo que el partido espera obtener, de los potenciales beneficios que el partido obtiene o podría obtener a través de su microscópica presencia en el parlamento del Fundador. Sin embargo, no hay nada sobre lo que podría ser el coste para el partido, lo que habría podido perder o estaría perdiendo, ni lo que serian los beneficios para el régimen, con la presencia de CPDS en un parlamento controlado por el régimen al cien por cien. En consecuencia, el CPDS basa su política en un análisis claramente parcial. Un análisis parcial de un tema muy complejo tiene que dar resultados erróneos y conducir a una decisión también errónea. Es la lógica, es la racionalidad. ¿Qué pasaría si se inyectara en este proceso de toma de decisiones, los posibles costes al CPDS así como los beneficios para el régimen? Se trata de importantes variables que no deberían ignorarse. Hay que incorporarlos en el análisis. Veamos lo que podrían ser los costes al CPDS resultantes de su presencia en el parlamento del Fundador, es decir lo que el partido podría perder o estaría perdiendo:

• La credibilidad y la buena reputación que había adquiridas con enormes sacrificios y como resultado de una lucha sana y valiente contra el poder establecido;
• La militancia y los simpatizantes, que pudieran ver en esta política algunos indicios de desviación del partido, de sus principios fundacionales y por los que algunos lo han perdido todo (trabajo, integridad física, incluso la vida);
• La cohesión interna (aunque oficialmente se niegue, pero, la bicefalia es una realidad y continúan las expulsiones de muchos militantes y dirigentes);
• La solidaridad de los demás partidos políticos de la oposición (aunque no se valore, la realidad es que actuando en solitario, no se puede llegar lejos);

Veamos también lo que podrían ser los beneficios para el Fundador y su régimen: 

• El fortalecimiento de la legitimidad internacional del Fundador y su régimen (la presencia de CPDS, un partido “radical” que critica abiertamente al régimen se proyecta fácilmente como signo de apertura política, de libertad de expresión, en definitiva, que ya hay democracia en Guinea Ecuatorial, que el régimen ha dado grandes pasos a favor de la democracia, que el Fundador ha hecho grandes reformas, argumento que ha utilizado recientemente la Fundación Sullivan);
• El debilitamiento de la oposición en general (con la “absorción de CPDS en el parlamento del Fundador, la oposición en general se ha vuelto mas débil. Un partido que esta en el parlamento del Fundador en las condiciones que CPDS esta ahí, no puede liderar a la oposición);
• El desanimo de la población (pues, CPDS gozaba de enorme credibilidad y despertaba la esperanza de la población. Ver a CPDS ahí la población simplemente se desanima, que no vale la pena seguir apoyando a la oposición);
• El control de CPDS, de forma indirecta, a través de instituciones controladas por el Fundador y su régimen.

Sumemos los costes al CPDS más los beneficios al Fundador y su régimen, y comparémoslo con los escasísimos beneficios teóricos que CPDS cree obtener según las citas presentadas arriba y se ve claramente que el CPDS pierde, la oposición pierde, el pueblo pierde. El único que gana no es otro que el mismísimo Fundador y su régimen. Se ve claramente que se trata de una decisión errónea y que no tiene ningún sentido.

Ahora se puede responder a la pregunta de Wenceslao: “…abandonando el escaño y practicando la política de la silla vacía, ¿qué ganamos?...” La respuesta es fácil. Se ganaría mucho. Basta echar una ojeada a los costes al CPDS y los beneficios al Fundador. Sumen estos dos grupos y exprenselos a la inversa, y se ve claramente la respuesta. Esto es lo que se gana Y es importante, tanto para CPDS como para el país.

Como he dicho arriba, los beneficios que perciben los dirigentes de CPDS son teóricos. Se perciben pero no existen. Si no, que nos presenten un inventario de los logros obtenidos gracias a esta política, que de otra manera no hubieran podido obtener. ¿Es el parlamento el único lugar en que se puede dialogar con el régimen? De todos modos, aunque los hubieran obtenido, ¿realmente vale la pena el sacrificio? Además, ¿como principal partido de la oposición, los beneficios son exclusivos a CPDS o se extienden a los demás partidos? ¿Y al proceso de democratización? 

Cuando he leído la frase de Andrés Esono Ondo casi me he puesto a llorar. ¿A eso se ha reducido CPDS, EL PARTIDO DEL CAMBIO, un partido que trata de “… aprovechar cualquier resquicio que pueda darnos el régimen para hacernos oír…”? En los viejos tiempos eso se hacia y se conseguía a través de las pintadas, las octavillas, LA VERDAD, los mítines, la prensa internacional, las reuniones entre los partidos políticos y el régimen, etc. Ademas, ¿el Fundador ya dialoga? Me gustaría saber más de ese “resquicio” que el Fundador esta dando a CPDS para hacerse oír. 

El análisis realizado me ha llevado a concluir que estas declaraciones de dos altos ejecutivos de CPDS no son explicaciones, sino justificaciones o mejor dicho, intentos de justificar una acción que en su fuero interno, saben que se desvía de los principios fundacionales del partido. El lenguaje es claramente de entreguismo, de derrota, de alguien que se encuentra en un callejón sin salida, en una situación desesperada, de la que no sabe cómo salir. Es la huida hacia adelante. HAY QUE ABANDONAR EL ESCAŃO.