martes, 25 de septiembre de 2012

CHINA PAGÓ AL HIJO DE OBIANG PARA ARREBATAR YACIMIENTOS A LA PETROLERA ESPAÑOLA REPSOL

  
                          Gabriel Mbega Obiang Lima, ministro de Energía                                

-El informe de la agencia Stratford, afirma que la diplomacia china ha comprado los favores del hijo menor de Obiang, ministro de Energía.

-La petrolera española tuvo que dejar las explotaciones del país africano por lo elevados aranceles que debía pagar. 

-Guinea elevó las tasas de explotación para forzar la marcha en diciembre de la petrolera española





ABC. Cruz Morcillo/Pablo Muchoz 25-9-12

Un informe reservado de la agencia de inteligencia Stratford, en poder del CNI y a cuyo contenido ha tenido acceso ABC, afirma que las autoridades chinas han logrado tejer una poderosa red de influencias en Guinea a través de la cual quieren controlar los yacimientos petrolíferos del llamado bloque C-1, que hasta diciembre explotaba la española Repsol y que tuvo que abandonar por los aranceles del 6 por ciento que exigía el gobierno de Teodoro Obiang. Siempre según el citado documento, elaborado tras un extenso trabajo de campo por encargo de una petrolera estadounidense, China habría comprado los favores del hijo pequeño del presidente del país, Gabriel Mbega Obiang Lima, que desde hace unos meses es ministro de Minas, Industria y Energía. Repsol recibió en 2009 una concesión del gobierno de este país para explotar el llamado bloque C-1. Tras realizar las prospecciones y cálculos pertinentes, la empresa consideró que era inviable trabajar en ese país si el gobierno no rebajaba los aranceles para la zona, que había fijado en un 6 por ciento. El informe de Stratford explica además que la diplomacia china compró los favores de Gabriel Mbega Obiang Lima, el hijo menor del presidente, mientras que financia ataques contra el mayor de ellos, Teodoro Obiang «Teodorín», previsible sucesor en la jefatura del Estado y más proclive, según la agencia de inteligencia, a los intereses españoles y occidentales.

Reunión secreta
Siempre según el informe manejado por los servicios secretos españoles, las maniobras de los agentes chinos en Guinea para captar a Gabriel Mbega comenzaron en septiembre de 2005 cuando el ministro de Hacienda local, Marcelino Owono, mantuvo una reunión secreta con el vicepresidente del China Exim Bank, Zhao Wenzhanf. La citada entidad es uno de los tres bancos institucionales chinos, dedicado a la inversión exterior. En aquel encuentro se habría articulado un acuerdo de colaboración entre ambos países, siendo el hijo menor del presidente guineano el encargado de abrir cuentas y mover grandes cantidades de dinero en efectivo en bancos chinos. Según la agencia de inteligencia, con esta ayuda la familia Obiang lograría burlar la vigilancia y el control de los países occidentales sobre su patrimonio en cualquier parte del mundo, además de evitar las sospechas de los organismos internacionales que financian programas humanitarios o de desarrollo en la zona. Desde entonces Gabriel Mbega ha ocupado varios puestos de responsabilidad en el gobierno de Guinea, siempre relacionados con el mercado energético. Hace solo unos meses, en mayo, fue nombrado ministro de Minas, Industria y Energía, lo que le permite controlar una producción de más de medio millón de barriles de crudo al día. La agencia privada de inteligencia identifica además una de las empresas que habrían sido beneficiadas por los movimientos de China en Guinea: Sun Hung Mal Properties, que está controlada por los hermanos Kwok y que mantiene estrechas relaciones con fondo de inversión Skandia Great China, constituido en Irlanda. El informe reservado añade que Mbega
estaría utilizando supuestamente esta estructura para invertir grandes cantidades de dinero de forma opaca en bolsa en los mercados de China, Taiwan, EE. UU. Singapur o Corea.
Canon de explotación
La decisión de la petrolera española de abandonar Guinea fue adelantada a ABC el pasado 13 de diciembre y se tomó ante el rechazo del régimen de Obiang a negociar el canon de explotación que hacía inviable el proyecto. Los trabajos se prolongaron durante dos días y medio, después de que el Gobierno ecuatoguineano nombrara a Repsol operador oficial del bloque C-1 (con superficie neta de 361 kilómetros cuadrados y situado en la zona económica exclusiva de la república, frente a las costas de Malabo).
Fuentes de la petrolera confirmaron entonces a este periódico que, tras los estudios técnicos realizados —que son habitualmente previos a cualquier perforación—. Repsol había entendido que la inversión en Guinea Ecuatorial no resultaba económicamente rentable, teniendo en cuenta las inversiones y las expectativas de resultados del bloque asignado. En la decisión, además, pudo influir el hecho de que las mejores concesiones petrolíferas habían sido ya asignadas a empresas estadounidenses y francesas. Ante este panorama, Repsol intentó lograr una reducción de los costes de explotación y al no lograrlo optó por la retirada, pese a los intentos del Gobierno español de que se mantuviera por algún tiempo más. De hecho, Repsol acudió a Guinea Ecuatorial atendiendo a las demandas del Ejecutivo de Zapatero para tratar de reforzar la presencia de empresas españolas estratégicas en ese país. Obiang ha insistido siempre en que desea la presencia de empresas españolas allí, pero lo cierto es que son muy pocas las que tienen inversiones de peso o relaciones intensas con la antigua colonia española. El informe de Stratford aporta, sin duda, nuevas claves para entender mejor lo que pudo suceder con la salida de Repsol de ese país.