Por estudiante guineano en España
Esa es la pregunta que se hacían todos los analistas políticos después de la caída de Hitler. También después de la reciente defenestración de Gadafi, la comunidad internacional se hacía autocrítica, preguntándose el por qué de tantos años tolerando y hasta legitimando a un régimen totalitario, sin que nadie levantara la voz contra este asesino. Parece que todos estamos condenados a repetir una y otra vez la historia, aún teniendo un claro conocimiento de la misma.
Cuando parece haber llegado el ocaso de la dictadura de Obiang Nguema, es hora de preguntarse; ¿por qué tanta torpeza por parte de gobiernos y políticos en su relaciones con este régimen?. Estamos seguros de que no ha sido solo la torpeza de muchos, sino además las actitudes amorales de gobiernos y personajes, que conociendo la verdadera realidad de esta dictadura, han continuado haciendo sus negocios, sin pensar en el terrible daño que estaban causando al pueblo guineano.
He podido leer con fruición un interesante artículo, firmado por Thor Halvorssen y Tutu Alicante, que hemos reproducido en El Confidencial, y en el que sacan a la luz la verdadera trayectoria del dictador, que tanto el régimen, como sus apoyos se han esforzado en ocultar. Esta trayectoria criminal de Obiang Nguema la conoce muy bien Severo Moto. El mejor que nadie, conoció y vivió la última etapa de Macías, en los prolegómenos del golpe de estado de su sobrino y los posteriores asesinatos que este empezó a llevar a cabo, contra aquellos que podían suponer un obstáculo en su proyecto de estado totalitario. Don Severo siempre ha sabido que se enfrentaba a un astuto asesino, taimado y mentiroso, que contaba con todos los instrumentos del poder en sus manos y a aquel que pretendía disputárselo le recordaba:"yo he tomado el poder mediante un golpe de estado y aquel que me lo quiera quitar, solo será mediante otro golpe de estado". Por otra parte, Obiang Nguema también conocía a Don Severo, ya le intentó sobornar en varias ocasiones, por lo que sabía que era hombre consecuente con sus principios y que por tanto, lo único que podía hacer con el era quitárselo de en medio, como tantos otros, cosa que lo intentó en muchas ocasiones, afortunadamente sin éxito.
Como bien han relatado los autores del artículo, un ex-embajador de EEUU también llegó a tener un exacto conocimiento de las verdaderas intenciones de Obiang Nguema, y sentenció que "en realidad, no se trataba realmente de un gobierno, sino de una conspiración criminal familiar que manejaba el país"
Esta imagen vale más que mil palabras
Existe mucha gente que se han tapado los ojos y la nariz, para no ver la verdadera condición de asesino y corrupto de este dictador, aún teniendo en sus manos la larga lista de asesinatos que ha ido acumulando. Ellos han preferido seguir haciendo sus negocios, o lo que es peor, ayudarle a que siguiera consolidando su dominio sobre nuestro pueblo, bien formando parte de sus bien pagados lobbys o presentándose a las elecciones que convocaba, que siempre conseguía amañar y aceptando finalmente un puesto en la Asamblea de la dictadura. La propaganda de este elenco de impresentables, ha conseguido convencer a muchos incautos de que los líderes exiliados, especialmente Don Severo Moto, en realidad eran unos exaltados, mitad opositores y mitad terroristas que sólo querían el poder a toda costa y que los verdaderos opositores eran solo los líderes que se encontraban en el interior de Guinea, a los que Obiang les había otorgado el título de "oposición legal".
A estas alturas, cuando toda la gente está conociendo la verdadera condición de este Dictador y al final todos han tenido que darle la razón al Presidente del Partido del Progreso, todavía pesa sobre nosotros y sobre nuestro Presidente las toneladas de estiércol que los amigos de Obiang, se han encargado de echar sobre nosotros. Ha llegado el momento de llamar a las cosas por su nombre y hacer justicia, para que Obiang Nguema sea condenado por sus innumerables asesinatos contra nuestro pueblo y que a Severo Moto se le devuelva su pasaporte y sea reconocido como el líder político que nunca tuvo miedo a manifestar frente al propio Obaing y frente a la opinión pública internacional, que este en realidad era una auténtico asesino, taimado, ladrón y mentiroso, que iba a traer la tragedia y el dolor a nuestro pueblo.
