domingo, 4 de marzo de 2012

LA MEJORA DE LA VIVIENDA, PRIMER OBJETIVO EN EL POST OBIANG

                                                          

Por Armengol Engonga Ondo, Vicepresidente del Partido del Progreso y del Gobierno en el Exilio de Guinea Ecuatorial
                                                    
En los países desarrollados la vivienda es un signo de bienestar y uno de los factores exponenciales del crecimiento económico. El desarrollo del continente africano, tiene que pasar necesariamente por la generalización de una vivienda digna para cada una de las familias, para que estas puedan vivir en las mejores condiciones de salubridad y comodidad. En Guinea Ecuatorial este tema cobra una especial relevancia, ya que contamos con más recursos que el resto de países africanos, gracias a la explotación de los grandes yacimientos de petróleo y de gas.

Esta semana en los principales telediarios de muchos países, hemos  visto desfilar esos grandes camiones cargados de cientos de metros cúbicos de obras de arte y lujos procedentes de la mansión que Teodorín posee en el centro de París, cuyo valor supera los 70 millones de euros. Al contemplar este obsceno espectáculo no he podido evitar que se me revolvieran las entrañas, pensando en las difíciles condiciones en las que vive la mayoría de nuestro pueblo (esa mayoría que la Dictadura ha condenado a la mayor de las miserias) y la forma en que Obiang y su familia gasta cantidades astronómicas de dinero, robado a los guineanos, en lujos asiáticos y en  caprichos tontos.

En el Gobierno en el Exilio, pensamos que el poder acceder a una vivienda, es tema prioritario para nuestras familias. Y todos los recursos que se inviertan en dotar a nuestra gente de viviendas dignas serán pocos, por este motivo no puedo entender que se gasten de esta forma el dinero del petróleo,llegando a menguar nuestras reservas,  sin atender asuntos tan prioritarios para nuestra población, como la vivienda. No podemos olvidar que toda esa megalomanía de Obiang por construir grandes obras, no valen absolutamente para nada, porque el pueblo no se beneficia de ellas, y porque además, existen antes otras prioridades, como es la construcción de viviendas para dignificar la vida de nuestro pueblo.

Los guineanos también tenemos derecho a vivir en casas modernas,con todas las comodidades básicas; como luz eléctrica, agua corriente, alcantarillado, suficientes habitacios y espacio, para que la familia se encuentre cómoda. No olvidemos que la mejora en la vivienda,  ha permitido al hombre moderno afianzarse en sus pueblos,en sus ciudades,en sus regiones y países, a través de generaciones. Los africanos, y con más motivo los guineanos, no vamos a ser diferentes.

Si echamos la vista a tras, vemos como las viviendas de los guineanos en la década de los 60 se construían aprovechando los recursos naturales directos, como la madera (tablas y troncos de calabó), material destinado a levantar las paredes y la estructura del tejado. Este último iba cubierto de nipa a dos aguas. 

La segunda generación de viviendas guineanas, se construían a base de arcilla amasada con hojas (adobes) y con un posterior revestimiento del mismo material. En la mayoría de las casas el suelo tenía una capa fina de cemento. 

La tercera generación de viviendas, se levantaban a base de tablas de maderas nobles, resistentes a las inclemencias del tiempo e impenetrables a los insectos. Se trataba de casas elegantes, muy decorativas, con un cierto parecido a las construcciones del Sur de los Estados Unidos de América.

El advenimiento de las dos dictaduras, primero la de Macías y después la de su sobrino Obiang, ha supuesto un claro retroceso en nuestro país, en lo que a la vivienda se refiere. Estos dos dictadores parece que nos han querido meter en el mayor de los primitivismos, al perder todo interés por mejorar la vivienda. Por ese motivo, la mayoría de las familias guineanas no cuentan con viviendas de buenas condiciones y mínimamente equipadas, a pesar de los cuantiosos ingresos que el Gobierno obtiene del petróleo. Vemos como las viviendas de los pequeños y medianos poblados  no han abandonado el estado primitivo y  los alrededores de Bata y Malabo,  constituyen un cinturón de chabolas, en un entorno lleno de mugre y basura, foco de permanentes enfermedades.

Con el proyecto estrella, "desarrollo de los pueblos", El Gobierno de Guinea Ecuatorial en el Exilio, tiene planificado la puesta en marcha de un plan de viviendas de protección oficial a bajo costo, destinadas a las familias con menos recursos económicos. Este plan se hará extensible a todo el territorio de Guinea Ecuatorial y pretende crear núcleos de población autosuficientes, con la mayoría de los servicios, con el fin de reequilibrar la población en el conjunto del territorio, impidiendo una concentración excesiva en las grandes ciudades.