Por Gabinete de Prensa
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El régimen dictatorial de Guinea Ecuatorial ha organizado una manifestación ante la embajada de Francia en Malabo, en repulsa por las actuaciones de la justicia francesa contra el Ministra de Agricultura y Bosque, Teodorín , hijo mayor del dictador guineano y su escandalosa malversación de fondos públicos en el país galo.
El Gobierno de Guinea Ecuatorial amenaza con una ruptura de relaciones diplomáticas con Francia y anuncia represalias contra las empresas francesas que operan en este país.
Obiang Nguema está enfurecido y manifiesta estar sorprendido por la actuación de los jueces franceses René Grouman y Roger Le Loire, por el hecho de haber solicitado una orden de arresto internacional contra Teodorín, por el delito de lavado de dinero y las ganancias mal adquiridas.
En este sentido el el pasado miercoles 28, el Ministro Delegado de Asuntos Exteriores y Francofonía, Eustaquio Nseng Esono, convocó al Embajador de Francia, Francois Bareteaua, a una audiencia en su ministerio, en la que le manifestó el malestar de su gobierno por lo que califica de "violación flagante de la Convención de Viena sobre la protección de Misiones Diplomáticas y el Acuerdo de Protección recíproca de inversiones que firmaran los dos gobiernos"
Por otra parte, tuvimos ocasión de ver ayer en el Canal Internacional de TV Guinea Ecuatorial, el arresto y detención de un alto funcionario francés, que aparecía amarrado como un animal, acusado según en régimen de dar instrucciones en secreto a sus compatriotas sobre una posible evacuación ordenada, preludio de una posterior invasión del país por Francia.
También acusan a a los abogados de Transparencia Internacional y Sherpa de tener intereses en Guinea Ecuatorial y mantener estrecho vínculo con mercenarios para invadir Guinea Ecuatorial y apoderarse de sus recursos.
El Gobierno de Guinea Ecuatorial ha manifestado que frente este desafío de Francia al Gobierno de Guinea Ecuatorial, se reserva el derecho de actuar en reciprocidad contra las empresas francesas establecidas en Guinea y exige reparación por los daños y las consecuencias negativas de estas acciones.
Entre los dictadores parece ser costumbre habitual, que cuando la justicia (independiente) de los países democráticos actúa contra los robos y otros desmanes de estos, ellos apelan siempre a la defensa nacional, montando un conflicto entre naciones, que en realidad no existe. El comportamiento de de Obiang es completamente irresponsable, porque en vez de asumir las consecuencias de la escandalosa corrupción de su hijo y actuar en consecuencia, pretende involucrar a su pueblo en la defensa de sus intereses particulares, sin importarle que lo está haciendo ante un país, Francia, que es primera potencia mundial.