Por Estudiante Guineano en España.
He estado visionando el vídeo en el que Teodorína hace entrega de juguetes a todos los niños guineanos, con un millón de juguetes que dicen han entregado, algunos se llevarán hasta tres regalos (ya nos imaginamos quién serán los afortunados). Debo de reconocer que he experimentado tres fuertes sentimientos: pena, de ver hasta qué extremos se puede comprar la voluntad de todo un pueblo, con su propio dinero; vergüenza, por lo burdo de la manipulación; y rabia, de ver este impresentable playboy, dilapidador del dinero del herario público, comprar a sus futuros votantes, pensando ya en recibir la herencia de su padre, a modo de Kim Jong-un, de la Presidencia de la República.
Este espectáculo obsceno de compra de voluntades, es una expresión más de la utilización en beneficio de una sola familia de los recursos que son de todos los guineanos y que en manos de gobernantes transparentes y bien utilizados pueden sacar al pueblo de la indigencia en la que vive. Pero todo este despliegue de generosidad a estas alturas, no obedece a que esta dictadura ha sido tocada por el espíritu de la Navidad y quiere hacer una obra buena a su sufrido pueblo; se enmarca dentro del miedo estremecedor que sacude a Obiang y a su familia, al observar que todos sus amigos dictadores están cayendo uno tras otro y quedan ellos solos en este ranking de las dictaduras más asesinas y longevas, no solo de Africa, sino de todo el planeta.
Esta forma clientelista y hasta paternalista (repugnantes para mi) que los dictadores africanos utilizan para comprar a sus pueblos y así perpetuarse en el poder, se encuentra en la raíz de todo fallido intento por llevar la democracia al continente africano. Es la forma utilizada también por las Oenegés, y ya estamos viendo los resultados: una falta de estímulo, de iniciativa de los indivíduos, que se han acomodado a que los demás les resuelvan las cosas. Estas aciones se convierten en denigrantes, son exponente de la corrupción y frenan toda posibilidad de desarrollo social y económico de las sociedades.
Ese dinero destinado a regalías, antes cubiertas de cinz, ahora juguetes para los niños, debe ser destinado antes a mejorar la sanidad, haciéndola universal para todos, a erradicar las enfermedades endémicas, a la mejora de agua corriente, al alcantarillado, a la enseñanza....
Y el gran grueso del dinero que se dilapida entre los amigos y lobbys, el que se roba directamente para los millonarios caprichos de esta familia, convertida ahora en reyes magos, utilizado correctamente en todo este tiempo, hubiera hecho del pueblo guineano uno de los más ricos del mundo en renta media, pues su ratio en la riqueza del petróleo barril/
habitante, es el tercero mas alto del mundo, casi 1/1 (1 barril habitante y día).
La verdadera dimensión moral de los gobernantes (así lo entendemos los democracristianos)
es la implantación de una auténtica justicia social, que atienda las demandas más prioritarias de la sociedad, comenzando por las capas de población mas desfavorecidas. Después, aplicar el principio de subsidiaridad, con el que cooparticipa con la población en la mejora de su forma de vida y de trabajo, sin pretender suplantarla, ni asfixiar la iniciativa privada, actuación esta última propia de los sistemas socialistas.
UNA NOTICIA URGENTE:
"Hola tíos, quiero contaros muchas cosas malas que he visto y he oído aquí.... Como en la noche del 31 vi como los militares secuestraban a un hombre de aproximadamente 45 años
en la feria de Nkuantoma. Y otros casos más, terribles, en la comisaría Central de Bata, que os contaré pormenorizadamente".
Os seguiré informando.
