Por Severo-Matías Moto Nsa, Presidente del Partido del Progreso y Gobierno en el exilio de Guinea Ecuatorial.
Leo, con cierta frecuencia y no poca admiración, en las páginas cibernéticas dedicadas a Guinea Ecuatorial, (la Prensa, Radio y Televisión españolas han apagado sus luces sobre ese país africano…) con qué fruición y regusto se pronuncian sobre el Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial, dedicándole el letal adjetivo de “El extinguido” Partido del Progreso; lo que llena de orgasmo y baba las bocas y oídos de Obiang Nguema, Presidente del Partido P.D.G.E. (Partido Democrático de Guinea Ecuatorial), de su régimen cobarde y miedoso, y de quienes se arriman a él, para huir del inevitablemente duro y difícil futuro que espera a Guinea Ecuatorial, después de Obiang Nguema.
No podemos evitar, tampoco podemos dejar de respetar la existencia de un sector muy importante de dentro y fuera de nuestro país al que le gustaría saber que el Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial “se ha extinguido”
No podemos evitar y reconocer, asimismo la existencia de ese sector muy numeroso de nuestro país que sabe que, según los Estatutos Generales del Partido del Progreso, hay un número “clave” de miembros que, mientras decidan continuar con la existencia y actividad del Partido del Progreso, este no desaparece. Claro que “desaparecer” y “extinguirse” tienen matices de acercamiento y semejanza. Dos verbos intransitivos que significan acciones nacidas de la voluntad de la persona y acaban en él. Mientras que “extinguir” o “hacer desaparecer” son, verbo transitivo, el primero; y compuesto, el segundo. Significan los dos una acción involuntaria inducida, empujada, infligida, donde hay un agente activo que empuja y actúa; y otro pasivo, que sufre dicha acción.
ME CONOZCO A MI PUEBLO, ATRAPADO EN LAS GARRAS INCULTAS DE OBIANG NGUEMA.
(Perdonen mi extraño empeño en aferrarme a mi condición de Maestro de Primera Enseñanza –Escuela Normal de Bata- y Pablo Montesinos de Madrid-. Pero estoy muy escarmentado, después de haber sido llevado varias veces a los tribunales de Malabo –Cine Marfil- donde un señor Juez designado por el General Obiang Nguema Mbasogo, me preguntó:
- ¿Quién te DETENIÓ?
- ¡Me DETUVO!- le grité al Juez-…
- Y siguió, contumaz, el gran Juez de Obiang Nguema
- ¿El que te DETENIÓ, te violaron?
Me di cuenta de que estaba en una Guinea Ecuatorial (la de Obiang Nguema Mbasogo y su régimen) donde posiblemente, nuestra tan querida y común lengua española, era hablada e interpretada de diferente manera por algunos y por otros. Un auténtico Babel. No me arredré y le grité al Juez:
- Señor Juez, parece que hablamos la misma lengua pero cada uno a su manera… Y así, no nos podemos entender…
Le faltó tiempo al Abogado de Obiang Nguema, mi querellante, Angelito Masie Mibuy y al Presidente del Tribunal para reprenderme, por desacato y discusión con el Juez. Guardé un obligado silencio y seguí contestando a las imposibles preguntas del señor Juez de Obiang Nguema.)
El jugoso inciso es para dejar claro que nuestra querida y étnicamente compartida legua española, en Guinea Ecuatorial, no es tan fácil ni cercana a las lenguas que, evidentemente identifican y dan nombre a cada una de nuestras etnias. Esa misma dificultad, casi imposibilidad, hace que utilicemos, a veces, con tanta soltura y dejadez o pereza esa lengua común, el español, que los “quid pro quo” (una cosa por otra) acaban destrozando nuestros grandes deseos y propósitos de usar el español para codearnos con el mundo.
P.P.G.E., NI SE HA EXTINGUIDO NI LO HAN EXTINGUIDO
El Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial NO “se ha extinguido”. Para eso haría falta tanto como un Congreso Nacional en Guinea Ecuatorial. Y ese Congreso Nacional, es imposible, mientras esté en el poder Obiang Nguema. Mientras la dictadura (“Soy dictador, porque dicto las normas”- aseveró Obiang Nguema Mbasogo) sea el modelo de Gobierno implantado por Obiang Nguema en Guinea Ecuatorial, y respaldado, para vergüenza de, no sé quién, por poderosos extranjeros…
“El Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial se lleva en el corazón”. Este lema que nació muy tempranamente con la fundación del Partido, marca todas las distancias y diferencias entre el Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial, sus directivos, militantes, simpatizantes, admiradores y colaboradores de dentro de Guinea Ecuatorial y de fuera del país, y el resto de partidos políticos de oposición; aquellos que, al sonar la trompeta desafinada del “Ensayo democrático a la equatoRguineana” de Obiang Nguema, se entregaron y se echaron de bruces a él para ensayar eternamente la democracia a la equatoRguineana.
El Partido del Progreso acudió, efectivamente a esta llamada de la trompeta. Y durante cuatro largos y penosos años (1.992- 1.996), vivió un trágico cuatrienio donde Obiang Nguema, echando mano de todo su poderío militar, armamentístico, mercenario, “judicial” y de apoyos externos europeos, demostró que lo de “Ensayo democrático a la equatoRguineana” significaba el secuestro por Obiang Nguema de ese proceso.
- En 1.992, conseguimos la legalización del Partido del Progreso.
- En 1.993 invitamos al pueblo guineo a abstenerse en las sucias y fraudulentas elecciones Legislativas, con un 80% de abstención popular.
- El 17 de Septiembre de 1.995 le dimos un soberbio bofetón a la dictadura de Obiang Nguema y su partido P.D.G.E. en las elecciones municipales, con una victoria apabullante que hasta la reconocen hoy, desde el exilio, algunos muñidores de las farsas electorales de Obiang Nguema.
- El Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial desafió al régimen de Obiang Nguema negándose rotundamente a participar en las sucias, cobardes y traidoras elecciones presidenciales de 1.996.
A partir de desplante a la dictadura del dictador Obiang Nguema (que dicta las normas), el Partido del Progreso, en bloque, decidió no seguir en la broma del proceso del “Ensayo de democratización a la equatoRguineana” de Obiang Nguema. Tomada esta valiente y libre decisión política, el Partido del Progreso quedaba a la espera de las veleidades que dictara el “dictador de las normas”, Obiang Nguema.
Mientras Obiang Nguema y su régimen, ciegos de enfado y odio, perseguían al Presidente del Partido del Progreso, tras la decisión de este, de retomar el exilio, ante los violentos movimientos de asedio, busca y captura, para el asesinato, tanto del Presidente como de la directiva global del Partido del Progreso, Obiang Nguema decidió tomar el fácil y cobarde camino de en medio: “Ilegalizar”, o sea prohibir el Partido del Progreso en Guinea Ecuatorial. (Si en algo tenemos que aceptar ser “ÚNICOS”, es en la situación de ser el ÚNICO partido político de oposición a Obiang Nguema ha ILEGALIZADO, por rebelde, insumiso y fiel a sus principios políticos, ideológicos, éticos y morales.
Un incendio, o “se extingue” solo, por incapacidad o falta de bomberos; o “es extinguido” por los bomberos. El Partido del Progreso es un incendio político que se declaró en Guinea Ecuatorial, durante los años 1992-1996, y estuvo a punto de dejar en cenizas al P.D.G.E. de Obiang Nguema. Obiang Nguema, bombero apaga fuegos con bala real, lo prohibió (Los abogados guineanos aseguran “soto voce” que esta prohibición del Partido del Progreso fue absolutamente ilegal) ¿¡¡¡Y qué le importa la ilegalidad a Obiang Nguema y su régimen dictatorial!!!?
No pretendemos, ni siquiera corregir a los que se emperran en llamar al Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial, con el apodo de “Partido extinguido”. Tarea asaz inútil.
Pretendemos, simplemente, asegurar a Obiang Nguema Mbasogo, a su régimen y a sus apoyos ciegos y cobardes, de dentro; y espurios, de fuera del país, que mientras siga vivo el fundador del Partido del Progreso, rodeado de un equipo humano de valores profesionales; de eficientes y honestos colaboradores de dentro y de fuera; mientras el Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial siga siendo un latido profundo en tantos corazones guineos; mientras el Partido del Progreso siga siendo el imbatible reto de dignidad, honestidad, aguante y resistencia, frente a Obiang Nguema y su P.D.G.E., nunca será bien empleada la palabra EXTINGUIDO, al referirse al Partido del Progreso.
A no ser que, como en el caso del gran Juez del Cine Marfil de Malabo, decir “DETUVO” dé lo mismo que decir “DETENIÓ”; y decir “PROHIBIDO” dé lo mismo que decir “EXTINGUIDO”
