miércoles, 10 de agosto de 2011

HAMBRUNA, DICTADORES Y UA


Por Juan Cuevas 

Triste escenario el de Africa, el segundo continente del mundo en extensión y habitantes y el primero en recursos naturales. En el que muchos de sus países no han cuajado como auténticos estados, fuertes, estructurados, solidarios, y que se muestran incapaces de dar respuesta a los desastres que ciclicamente lo asolan.

Como si no hubiera suficientes desgracias en este continente, cuatro países (Somalia,Kenia,Yibuti y Etiopía) del Cuerno de Africa sufren una terrible hambruna, producto de las guerras y, sobre todo, de una pertinaz sequía, la mayor, desde 1950. Aunque no se trata de una crisis repentina o inesperada; la Red de Sistemas de Alerta Temprana contra la Hambruna,  llevaba desde septiembre de 2010     advirtiendo sobre la posibilidad de hambruna en la región si no se intervenía con urgencia. No parece que mucha gente les escuchara, ni las organizaciones internacionales de Ocidente, ni la Unión Africana (UA), entre cuyos fines se encuentran, la integración económica y política de sus estados miembros y  el reforzamiento de la cooperación entre los mismos.

La UA, con su presidente a la cabeza, Obiang Nguema, todavía no se ha puesto de acuerdo ni para reunirse a tratar el tema, teniendo que posponer la reunión al veinticinco de Agosto. Esta postura dilatoria, cuando está en juego la supervivencia de miles de seres humanos, contrasta con la diligencia que han tenido para apoyar a dictadores como Gadafi, o gastar ingentes cantidades de dinero en los fastos con motivo de la cumbre de la UA, celebrada en Guinea Ecuatorial. Yo hubiera propuesto celebrar esa cumbre de dictadores, no en la ciudad de Sipopo, sino  en una jaima, de esas que monta el dictador Gadafi, con vestales incluidas, y dedicar los más de seiscientos millones de euros  salidos del pueblo guineano, a paliar los efectos de esta terrible hambruna. Más aún, algunos de estos dictadores, podían donar parte de su fortuna personal (robada a sus respectivos pueblos) para aliviar el hambre de los  más de 12 millones de personas afectadas por la sequía, seguro que con todo este dinero amasado podían estar comiendo varios años.

La Unión Europea ha donado cerca de 100 millones de Euros, pero para ello se ha tenido que montar un  circo mediático de ONG´s, periodistas y políticos, que desplazados a la zona, han ocupado los titulares en las noticias, en las que se difundían imágenes dramáticas de la tragedia, para remover así las conciencias de los ciudadanos occidentales.

Hay que valorar la respuesta positiva de la sociedad occidental frente a estas catástrofes, pero una actuación a tiempo, coordinada y orientada a que las propias comunidades se puedan ayudar a si mismas, hubiera sido mucho más eficaz. Se trata de cambiar el chip para que en estas zonas deprimidas y de escasa seguridad alimentaria, se pongan en marcha programas de almacenamiento de cereales en silos y otros bancos de alimentos, en previsión de las carestías, y así se evitaría  que los cereales básicos para la alimentación humana y del ganado, no alcancen precios desorbitados (el precio del maíz este año en la zona se ha  multiplicado en un 240%). Además hay que poner en marcha programas para la mejora de la captación y almacenamiento del agua, junto con la mejora en la explotación de pastos y cosechas forrajeras para el ganado,  así como,  la propia mejora en la explotación del ganado.

Para poner en marcha, con las mínimas garantís de éxito, todos estos programas hay que contar con estados estructurados y solidarios que trabajen seriamente para la mejora de sus gentes y abandonen la sangría de las guerras entre clanes y tribus. Por eso resulta muy difícil conseguir auténtica seguridad alimentaria, si no encontramos un marco democrático e institucionalmente favorable. 

Desde el Gobierno en el Exilio, solo podemos denunciar esta situación y hacer votos para que la solidaridad internacional acuda en ayuda de estos nuestros hermanos africanos y cese cuanto antes el sufrimiento. 

Y además, pedir desde este foro, la ayuda económica, que en la medida de lo posible podamos contribuir. En muchos medios de prensa escrita y digital, se han habilitado diferentes formas de ayudar. Nosotros aquí os facilitamos la cuenta de Manos Unidas :
0075 0001 85 0606786759.