jueves, 25 de agosto de 2011

Felicidades, Vicepresidente, Armengol Engonga






El exilio cuenta con historias personales que bien podrían ser grandes guiones literarios. Hay vidas y obras que merecen una reflexión y el respeto por su tenacidad y perseverancia en la conquista de las libertades civiles de nuestra República, Guinea Ecuatorial.

El Presidente, Severo Moto, se apoya en un hombre leal, honesto y preparado que se llama, Armengol Engonga y que hoy cumple 61 años.



El Vicepresidente tiene un recorrido más que brillante en su esfera profesional. Nació en “Tegueté” (Evinayong), estudió en Rio Benito y como era aplicado y tenía posibilidades terminó recalando en el colegio de “La Salle” de Bata. Los estudios universitarios de Ingeniero Técnico Agrónomo, los realizó en España y estuvo en las universidades de la Laguna y de León. Ha sido empresario, profesor, consultor experto y responsable de una red de ventas que cada día supervisa y optimiza con el fin de dar un esmerado servicio técnico y de rapidez en la entrega de los productos, a sus clientes.

Los que han viajado con él, lo conocen o tienen amistad, saben que es un hombre metódico, ordenado, leal y de una gran educación. Conoce a la perfección a los españoles y a pesar de ser de raza negra, cosecha grandes amistades y cuenta con un reconocimiento personal y profesional unánime.



Lleva en política casi treinta años, la mitad de su vida, y siempre ha estado al lado de Severo Moto, en los momentos dulces y en los amargos. Moto confía plenamente en él y le ha encomendado responsabilidades del más alto nivel. Armengol Engonga, es un hombre de profundas convicciones cristianas y de una generosidad y honradez a prueba de bomba. No en vano, el Presidente Moto, lo nombró el responsable de finanzas cuando el Partido del Progreso se estrenaba en Guinea Ecuatorial y el encargado de encontrar los recursos necesarios para la supervivencia del Partido, del exilio y las relaciones con los medios de comunicación.



Su formación universitaria y los puestos de responsabilidad que ha desempeñado a lo largo de su carrera profesional, lo capacitan para encuentros del máximo nivel y se ha convertido en uno de los interlocutores más sobresalientes del equipo de Moto.



Armengol Engonga es un convencido demócrata. Está casado y tiene tres hijos. Siempre lo ha dicho, “quiero lo mejor para mis hijos y lo hago extensible a todos”. Su visión humanista del mundo le lleva a perseguir el sueño de una República que permita la convivencia y el desarrollo. Quiere dignidad para cada persona, al margen del colectivo al que pertenece y cree que el pueblo de Guinea Ecuatorial está más que preparado para afrontar su futuro, sin la rudeza grosera e insultante de un gobierno delincuente que vampiriza al pueblo guineano.



Hoy, este guineano, cumple 61 años. Ha sacrificado su vida por el cambio y el fin de la pesadilla que vive nuestro pueblo. Salió de casa con 14 años; llegó a un país que le era ajeno hasta en el color de su piel; compitió con jóvenes españoles en la Universidad y en el mundo laboral.



No ha sido una andadura sencilla. Cuando sus compañeros iban a casa, a la casa familiar con la comida en la mesa y con la cama hecha, el no tenía padre ni madre, ni hermanos, ni amigos de la infancia con los que compartir sus días. Una vida en habitaciones alquiladas, libros prestados, largas sesiones de biblioteca y todas las carencias que sus compañeros, españoles, no sabían ni que existían.

Lo que arrancó como paralizante y demoledor, terminó forjando a un buen hombre. Hoy disfruta de una familia modélica, un puesto de trabajo que adora y una pasión por su Patria que lo ha llevado a no tirar nunca la toalla.



Ahí ha estado siempre, al pie del cañón. Hoy, a sus 61 años, está hecho un chaval y juega al tenis con sus hijos, disfruta de una buena película con su mujer y es capaz de atender las mil incidencias de la política que es una de sus pasiones.

Cuando observa el desaliento, dice: “hasta la marcha más grande empieza con un pequeño paso, que diría el poeta” y vuelve sobre sus pasos y cada día se acerca más a su sueño: “Ver Guinea Ecuatorial como un lugar civilizado, moderno y digno donde vivir con nuestras familias”

Felicidades, Vicepresidente.



Equipo de redacción