miércoles, 22 de junio de 2011

¡¡MUCHAS GRACIAS, AMNISTIA INTERNCIONAL!!



                                                                                             -COMENTARIO-


No se; pero es muy difícil imaginar que A.I. tenga una sede, delegación o representante en Guinea Ecuatorial. No es nada fácil ser una organización tan atenta y cercana al dolor del pueblo de Guinea Ecuatorial y sobrevivir al zarpazo y a las dentelladas de un  régimen como el de Obiang Nguema que se regodea con el dolor de un pueblo oprimido, y disfruta viendo correr la sangre humana por entre las encías del Presidente y sus Ministros y corifeos.


La celebración de una cumbre de dictadores (U.A.) en el feudo del más cruel de ellos (Obiang Nguema) ya es un acontecimiento, de por sí, truculento; pero la asistencia de los llamados "observadores", llegados de países europeos y occidentales, quizás sea más despreciativa, ofensiva y dolorosa para nosotros, que lo anterior.

Mientras Amnistía Internacional encuentra materia sobrada para denunciar, golpear conciencias, proponer correcciones y sensibilizar al mundo sobre el dolor del pueblo guineano, los observadores internacionales, tienen una importantísima responsabilidad, cada vez que acuden a la  "Casa-aquelarre" de Obiang Nguema; se entrevistan con él (a oscuras); se "besuquean" con el terrible antropófago  de libertades y vidas guineanas;  y  reciben, en recompensa, abultados sobres de dinero (robado al pueblo guineano), para luego, trasladar la  imagen del tirano a sus respectivos países  e intentar "lavarla", en la más viva expresión de "blanqueo de dictadores...negros"

Empresas exportadoras de criminales mercenarios;   vendedoras de armas de guerra españolas...; comerciantes-ONGs; congregaciones; órdenes; asociaciones; numerosas Embajadas; todo un amplio mundo de "observadores" permanentes, enquistados, como enrojecidas sanguijuelas, en el cuerpo ya flácido del pueblo guineano, miran (y, quizás hasta sonríen) viendo cómo se desangra nuestro país, a los impactos del látigo militar asesino de Obiang Nguema. ¡Esa tragedia, claro, no va con ellos!Amnistía Internacional, sí.

Desde la sede regional africana donde se halla, y desde la lejanía y  el conjuro que sufre su presencia en Guinea Ecuatorial, A.I. mantiene una antena permanente, sensible y conectada al dolor del pueblo de Guinea Ecuatorial, de la que disponen, hace ya 43 años, de un abultado dossier que supura tragedia, dolor y muerte.

La celebración de una reunión de la degradada U.A. (Degradada, no solo por que ha perdido la "O" de Organización, sino porque ha caído en la profunda bajeza de entregarse, bajo soborno y corrupción, a las manos de Obiang Nguema. Pobre ¡¡U.A.!!...) esta celebración, en una llamada "ciudad", construida sobre  fecundos terrenos, robados a una familia, (sin indemnización) y tras  sacrificar extensas plantaciones de rico cacao guineo, está ajada e infectada desde su origen  por el dolor de las familias : padres e hijos, detenidos, torturados, traslado y confinados en  sus pueblos. Su dolor no es que no puedan ver y aplaudir a los dictadores que van a invadir estos días nuestro territorio; sino porque no van a poder expresar, a voz en grito, su dolor y tragedia a los oídos (bien que cerrados) de los observadores internacionales. Y, sobre todo, su dolor es porque los han separado de sus madres, hermanas e hijas, que en estos días de la cumbre de la U.A. van a servir de carroña sexual para los asistentes.


Gracias, Amnistía Internacional por vuestras denuncias.