Los poderes del “dios” Obiang Nguema:
El antiguo militar y mercenario británico Simon Mann, condenado a 34 años de cárcel en Malabo por su implicación en el intento de golpe de Estado de marzo de 2004 e indultado en noviembre del año pasado por el Gobierno ecuatoguineano, ha regresado a Guinea Ecuatorial para trabajar como asesor de seguridad del hombre a quien supuestamente había pretendido derrocar, el presidente Teodoro Obiang Nguema.
Según el diario londinense 'The Independent', Mann, de 58 años, educado en el muy exclusivo colegio masculino de Eton y antiguo oficial del Servicio Especial Aéreo británico (SAS), ya ha empezado su "primer día de trabajo" desde su excarcelación como asesor en materia de seguridad.
En el año transcurrido desde el indulto, también según el rotativo británico 'Daily Mail', Mann ha mantenido estrechos contactos con altos responsables del régimen ecuatoguineano, entre ellos el antiguo fiscal general José Olo Obono.
Desde su excarcelación, Mann se ha negado a explicar a los medios de comunicación las condiciones bajo las cuales se le concedió el indulto. Según el 'Daily Mail', Olo Obono admitió la semana pasada que el ex mercenario ha sido "libre para entrar y salir, como él quería". Su esposa Amanda, ha definido a Obiang, en declaraciones al semanario 'Tatler', como un "hombre realmente adorable".
EL GOLPE DE ESTADO
Durante el juicio en la capital guineana, los medios de comunicación británicos destacaron el hecho de que el procesado hubiera modificado sus declaraciones iniciales y hubiera pasado a inculpar directamente a algunos de sus supuestos cómplices, entre los cuales él sólo habría jugado un papel secundario en la intentona.
Mann también aseguró que los verdaderos cerebros de la intentona habían sido el magnate libanés Ely Calil, al que acusó de financiar el intento de golpe de Estado --y quien ha presentado una denuncia por difamación contra Mann y Obiang--, el líder opositor exiliado Severo Moto, al que acusó de liderar la intentona --Moto ha rechazado siempre esta inculpación--, y Mark Thatcher, hijo de la ex primera ministra británica Margaret Thacther.
Simon Mann también aseguró que la operación golpista había contado con el apoyo del Gobierno español de la época, presidido por José María Aznar. El abogado ecuatoguineano de Mann, Ponciano Mbomio Nvo --suspendido por el Gobierno poco antes del inicio del proceso--, denunció en marzo de 2008 que Teodoro Obiang Nguema estaba utilizando el caso de Mann para "mostrar a la comunidad internacional que hubo un acto criminal contra él" y, sobre todo, para conseguir su "principal objetivo, que es encarcelar a Severo Moto".
Durante las fechas el proceso, Mann elogió reiteradamente a Obiang en sus declaraciones a la prensa y al día siguiente de su indulto declaró que había sido tratado en el penal malabeño de Black Beach "como un invitado y no como un preso" y que se alegraba de que "la intentona golpista no prosperase".
El pasado 4 de octubre, Severo Moto --presidente del Partido del Progreso (PP) y del llamado Gobierno en el Exilio-- denunció en Madrid que el mandatario ecuatoguineano había "contratado a sicarios" para atentar contra los exiliados y que "Simon Mann ha recibido el encargo de Obiang de atentar contra la oposición en España".