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OBIANG NGUEMA: SU VIDA, LA DE SU FAMILIA, Y SU GOBIERNO Por Severo-Matías Moto Nsa, Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial
El Presidente de la República de Guinea Ecuatorial, Obiang Nguema Mbasogo, asegura que ordenó asesinar a los cuatro militares disidentes, (refugiados en Benín y Nigeria; luego traicionados, vendidos, secuestrados y finalmente conducidos a Blay Beach y ejecutados), porque “querían acabar con su vida, la de su familia y su Gobierno”.
Se hace, así, terroríficamente cierta, la “confesión” que Obiang Nguema le hizo al asesinado Arzobispo de Guinea Ecuatorial, Rafael Mª Nsé Abuy, cuando, en uno de los primeros encuentros con el Prelado, Obiang Nguema le dijo: “He dado el golpe de estado, no por el pueblo, sino porque Macías ya me perseguía. Por eso me adelanté. Si el pueblo se alegra, me parece bien; pero no lo hice por el pueblo”
Obiang Nguema no es un hombre de confesión ante ningún cura, Obispo o Arzobispo, Cardenal o Papa. La conversación con el Arzobispo Nsé Abuy, a quien más tarde asesinó envenenándolo, no se hizo en un confesonario de ninguna Iglesia o Catedral. Fue una charla sencilla y abierta entre el Arzobispo y el tirano. Por eso, el que me comentara el Arzobispo esta aclaración del golpista Obiang Nguema, nunca podrá considerarse como revelación de un secreto profesional. Quede, eso, bien claro.
A estas alturas, si alguno desconocía a Obiang Nguema, antes de que saltara como una fiera hambrienta de sangre, a la yugular de su tío Macías, 31 años después, ni familiar, ni amigo, ni enemigo, ni sus apoyos externos e internos pueden escudarse en el desconocimiento de este felino-humano, llamado Obiang Nguema Mbasogo, para seguir dándole cobertura.
MORIR MATANDO
El Golpe de estado del 3 de agosto de 1.979, fue bautizado por Obiang y sus asesores de imagen, como “golpe de libertad”. Las declaraciones de Obiang al Arzobispo guineano, revelan claramente que tal título era falso, al menos en parte. La “libertad” que produjo el golpe de estado del 3 de agosto de 1.979, no era para el pueblo guineano, ya sometido a una hecatombe y a un genocidio, de la mano de Macías Nguema y de su sobrino asesino, Obiang Nguema; la “libertad” era solo para el Teniente Coronel Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, quien al verse descubierto por su tío como el gran factótum de toda la tragedia de muertes, asesinatos y desapariciones que asolaron y a Guinea Ecuatorial, durante los primeros 11 años de la tiranía, y siguen asolando; antes de que Macías, su tío, lo sentenciara a muerte, él saltó, sin compasión a su yugular y lo asesinó.
Gran parte de los numerosos anuncios falsos de golpes de estado que vienen acompañando a Guinea Ecuatorial en estos 42 años de “independencia” han sido, son y seguirán teniendo una sola explicación: Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, ante cualquier supuesto, imaginado o real peligro de muerte y antes de morir, mata. Y en esa tesitura, ni las leyes nacionales (menos aún las internacionales) ni la Justicia, ni los tribunales ni los consejos de sus mejores “acompañantes” de fuera tienen sentido ni lugar.
Primero fue su vida, que peligraba en cuanto su tío Macías se dio cuenta de que el pueblo guineano no era tan nefasto, peligroso y asesino como para estar toda la vida tramando golpes de estado; que era su sobrino Obiang Nguema quien urdía permanente los golpes de estado, anunciados asimismo por él; lo que le brindaba la oportunidad de deshacerse –con permiso y anuencia de su tío- de potenciales adversario o rivales militares o políticos.
Subido a la poltrona -ensangrentada- del poder, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, conocido en el argot popular fang como “NSÉ EBERÉ ÉKUM” (tigre en acecho sobre un tronco), rodeado de su familia y protegido por su gobierno y amigos, dedica su tiempo a vigilar y cazar a los rivales y enemigos. Familiar, rival o amigo que se mueve, ¡¡¡zarpazo asesino que te doy!!!
NADIE ESTÁ A SALVO,MIENTRAS OBIANG GOBIERNE GUINEA ECUATORIAL
Pero no hay que engañarse. La “libertad” personal de Obiang Nguema está muy por encima de todo. No hay más que ver cómo su entorno familiar se ha minado y quebrado con el propósito del tirano, de pasar el cetro del poder sangriento a su hijo “Teodoro II”, en gesto “imita-monos” de otros dictadores africanos. La disputa por tan pestilente y putrefacto cetro de poder ha ajado, quebrado y dividido a la familia de Obiang Nguema hasta colgarlas de la pendiente de una auténtica y verdadera guerra.
En relación a su gobierno; aun cuando, por ser eterno, inmutable y férreo para algunos de sus miembros, no por eso pasa de ser un simple redil atrapado en el entorno del felino, listo para el zarpazo mortal. Los compromisos tan vitales y ancestrales, a lo africano, a los que les obliga, son compromisos de por vida:
“¡¡Donde muere Obiang, muero yo!!” –gritan, desesperados; pero, sobre todo conscientes de que no tienen escapatoria. Antes de morir, Obiang hará lo imposible por segarlos a todos y llevárselos por delante. ¡¡¡Podrían hablar y contar “cosas”!!!
Ni familia, ni gobierno de Obiang pueden ser objeto de la protección y defensa que anuncia Obiang Nguema en su declaración justificadora de los recientes asesinatos.
Profesional de la mentira y la falsedad, Obiang Nguema asegura que los mandó asesinar, por haber atentado contra su vida, la de su familia y su Gobierno. Todos los “golpes de libertad”; es decir asesinatos brutales y sobre todo rituales (con descuartizamiento y posterior ingestión de partes de los cuerpos de los asesinados) que propina Obiang Nguema a los ciudadanos guineanos, responden siempre a lo mismo: Matar antes de morir él; o, morir matando, no importa a quién.
De lo único que se cuida Obiang Nguema es de sí mismo. Y, como mucho más, de las riquezas del país. La terrible grandeza de Obiang Nguema Mbasogo es que ha declarado ser “dios” y cuanto más asesina y mata (y…hasta se come a sus víctimas) más miedo y terror crea en la población guineana y… más le miman y alaban los que, desde fuera, lo “acompañan”, con las manos ensangrentadas de asesinatos, en sus “avances democratizadores”
A RECORDAR
El Parlamento Europeo, declaró en el año 1.994 que Guinea Ecuatorial debía “deshacerse cuanto antes, de la dictadura que la asola” ¿Era eso un permiso de la más alta Institución europea, al pueblo guineano, para que, como pueblo fundamentalmente cristiano y católico, hiciera realidad aquello de “Muerte al tirano”?
En el mismo año 1.994, el Departamento de Estado Norteamericano, decretaba en su Informe Anual que “…El pueblo guineano ya no puede por sí solo librarse de la dictadura de Obiang Nguema”
Dos rotundas verdades que ni el petróleo limpio y fácil, ni el abundante gas, ni el lujurioso coltán, ni la madera preciosa, ni la exuberante pesca de nuestros mares quitan un solo ápice de verdad; al revés.
¿Qué hay de malo y pecaminoso en que la comunidad internacional libere a Guinea Ecuatorial del monstruo asesino del que “debería liberarse”, según el Parlamento Europeo; pero que “ya no puede, por sí solo” -según certifica el Departamento de Estado americano, y ayudarnos a abrir, francas y limpias, las puertas de la elecciones libres; lo mismo que otros le ayudan a Obiang Nguema a tener cerradas dichas puertas?
Cuando nos charlatanean, exigiéndonos UNIDAD a la oposición, a la vez que minan los intentos de tal unidad, financiando a peligrosos y terribles traidores infiltrados en nuestras filas.
La abundante riqueza de nuestro pueblo debería ser un genuino, legítimo y legal regalo y recompensa, compartidos con quien en esa humanitaria tarea se empeñara. Y no un eterno regalo obsceno a quienes, de la corrupción, hacen su ley de vida, y potencian deliberadamente la fiereza del monstruo que nos come a los guineoecuatorianos.