En la reunión del Foro de la Microempresa, María Otero, Subsecretaria de Estado para la Democracia y para Asuntos Globales de UUEE, afirmó que el modelo de desarrollo tradicional, basado en la industrialización masiva, está agotado.
La fuerte mecanización (robotización del proceso productivo) que ha sufrido la industria, junto con la mejora del transporte y la concentración de ésta en determinadas zonas del mundo, han provocado una fuerte disminución en la mano de obra a emplear.
En la primera entrega, (Desarrollo de las Pueblos I) tuvimos ocasión de determinar el conjunto de acciones a llevar a cabo y el marco general de las mismas, en esta segunda parte, vamos a abordar la metodología de la acción y el conjunto de agentes que intervendrán en dicho proceso. A diferencia con el proceso de industrialización, basado en una concentración de capitales, en torno a un proyecto industrial, que absorbía gran cantidad de mano de obra para configurar el engranaje productivo (cadena de producción), este nuevo planteamiento de desarrollo, nace de un conjunto de iniciativas individuales, entorno a determinados proyectos de pequeño y mediano volumen, diseminados por toda la geografía del país y aprovechando al máximo todos los recursos locales. Los trabajadores, no son ya elementos pasivos que esperan su contratación, si no por el contrario, se convierten en elementos activos, de cara al fomento de las iniciativas de empleo y a su participación en las mismas.
Todas las acciones de desarrollo se llevarán a cabo, sobre el terreno, esto es, en el lugar mismo donde se vayan a poner en marcha las iniciativas. Por tanto, los equipos de trabajo se desplazarán a estos lugares para acometer las acciones, junto con la población.
Por lo que, la unidad básica de acción es el grupo de trabajo. Compuesto por un técnico, experto en desarrollo local, en animación y dinamización de grupos. El resto de los componentes, son las personas a las que va destinada la acción, configuradas en grupos de trabajo de diferente naturaleza (asociación, cooperativa, junta promotora y otros).
La metodología será de participación mediante el trabajo en equipo, en torno a los temas a desarrollar, con la coordinación del técnico. Para ello se habilitará un local en la población, que se convertirá en la sede de trabajo y reuniones con un calendario periódico, previamente establecido. El grupo de trabajo tendrá a su alcance un conjunto de medios materiales, que le permitirán desarrollar sus actividades de una forma eficaz. Se apoyarán para su acción, en una serie de estudios del medio, ya existentes o elaborados por ellos mismos.
Las acciones a llevar a cabo se clasificarán en:
1- Acciones de desarrollo comunitario para el conjunto de la población.
a) infraestructuras locales
b) equipamientos básicos
c) cultura y tradiciones
d) acciones educativas para adultos y otros grupos.
2- Acciones de promoción de empleo.
a) proyectos de empleo individual
b) proyectos de empleo colectivos. (Cooperativas y empresas colectivas)
El conjunto de equipos de trabajo, que operen en toda la geografía del país, estarán perfectamente coordinados con el equipo regional y nacional del Proyecto, que prestarán el asesoramiento necesario, así como, los medios para llevar a cabo su labor.
Los equipos regionales estarán formados por un Gerente y un conjunto de técnicos expertos en los diferentes campos de la actividad, que servirán de apoyo a los proyectos que lleven a cabo los grupos locales.
El equipo central, fundamentalmente de gestión, se dedicará a coordinar las ayudas, preparar los marcos legales de las diferentes acciones, a evaluar la viabilidad de los proyectos y a marcar las principales líneas de actuación.
Una vez que se vayan configurando los proyectos de desarrollo, tanto los destinados a acciones comunitarias, como los orientados a la promoción de empleo, (individuales y colectivos), serán evaluados por una comisión de expertos.
Todos aquellos proyectos que se hayan considerados viables, se les buscará el correspondiente cauce económico para ponerlos en marcha.
Este mismo marco servirá para evaluar los Proyectos de Cooperación al Desarrollo que vayan a llevar a cabo, entidades públicas, ONG´S, Universidades, grupos religiosos y asociaciones varias. Todo el conjunto de acciones de cooperación, serán también evaluadas en su viabilidad y seguidas en su desarrollo.
Una de las señas de identidad de las acciones, será siempre su carácter educativo, que estará impregnado en todas las actividades: la participación en las reuniones de equipo, el trabajo en grupo, el estudio del medio, la elaboración de proyectos, etc. serán siempre los instrumentos que ayuden a la formación personal.
Junto con el carácter formativo, aparece la acción solidaria, que se desarrolla cuando los destinatarios de las acciones, colaboran entre sí, bien para poner en marcha proyectos de desarrollo comunitario, destinados a la mejora del conjunto de la comunidad, bien para desarrollar acciones de empleo individuales y colectivas.