Por Severo Moto Nsa, periodista guineo ecuatoriano.
PROPONEMOS un escudo para el Premio Obiang - UNESCO: El mapa de Guinea Ecuatorial, ensangrentado de calaveras; en medio, Obiang Nguema, vestido de negra capa, blandiendo una guadaña, y abrazando, amorosamente, dentro de la capa negra, a quien quiere instituir dicho “premio”, auténtica e imperdonable afrenta y baldón, contra el pueblo guineano.
1.- EN sus dos años de aprendiz de conductor en la Academia General Militar de Zaragoza, de donde salió con el nada despreciable título de “alférez colista”, sus compañeros le conocían por el apodo de “Obiang, el “pilila” larga”. No sé exactamente qué es “pilila”; pero la explicación que dan sus compañeros militares españoles de entonces, hace referencia al multitudinario, frecuente, reiterado y contumaz uso sexual de las mujeres que distinguió al hoy Presidente de la República de Guinea Ecuatorial, General de Brigada, Don Teodoro Obiang Nguema Mbasogo.
2.- Tan pronto como llegó a Guinea Ecuatorial, tras los ejercicios y prácticas en la Academia General Militar de Zaragoza, organizó en Malabo aquellos encuentros y bacanales orgiástico-sexuales en compañía de su actual Embajador en Londres. Orgías sexuales que se denominaron genéricamente (según explica ese Embajador) con el nombre de “¿quién quiere?”; alusivo a las preguntas de las chicas que, debidamente desnudas o desnudadas, se paseaban por delante de los chicos, igualmente desnudos o desnudados, ofreciendo sexo, gratis. Pregunten al Embajador de Obiang Nguema en Londres, si es verdad.
3.- Tras once años de taimado, pero inmenso, poder militar, a la sombra de su tío Macías Nguema, Obiang Nguema, ya en solitario, “presumido dictador” (por dictar las normas) y al mando de la República de Guinea Ecuatorial, además de presumir de dictador, y, aparte de protagonizar el tráfico de drogas y de armas; aparte del despiadado y sistemático robo del erario público; aparte de las detenciones arbitrarias, torturas sistemáticas, encarcelamientos y asesinatos masivos en las cárceles, se ha distinguido por el uso abusivo, compulsivo, pecaminoso y delictivo de las mujeres. ¿Quieren que les diga nombres? (Aparecerán en los tribunales).
4.- Llevado por aquello de “Leo quia nominor” (Porque me llamo león), el “Presidente” (algunos equatorguineanos le llaman “PERsidente”), no ha dudado en asesinar a ilustres ciudadanos guineanos, involucrándolos en falsas acusaciones de asuntos políticos; solo con la única intención de quedarse con su mujeres. (Luego anestesia a los hijos con cargos políticos, administrativos o simplemente con incentivos económicos, para que no les duela el asesinato de sus padres, o simplemente taponarles la boca con amenazas. ¿Necesitan que les diga casos y nombres? (Los tribunales hablarán)
5.- No ha dudado el Presidente Obiang Nguema, en ningún momento, en abandonar su despacho a las 11 y media de la mañana, para pasearse con su flamante “Peugeot” azul, por la “autovía” Malabo-Aeropuerto y forzar a las indefensas mujeres-esposas guineanas (camino de sus fincas) a someterse a usos sexuales, bajo la mirada escandalizada y avergonzada de los cacaos de las fincas que bordean la autovía. ¿Esperan que les cite nombres de mujeres abusadas así por el PERsidente Obiang Nguema? (Algo tienen que decir los tribunales)
6.- En el mundo de los primos, hijos, hermanos y sobrinos del PERsidente, abundan quienes se han tenido que callar, impotentes y humillados, al comprobar cualquier día que su esposa está siendo compartida por el “Jefe”, a la fuerza. ¿Vamos diciendo nombres? (Si los interesados o vilipendiados lo prefieren, contarán con tribunales)
7.- Con ese predicamento de “Leo quia nominor” (Porque me llamo león) el PERsidente de Guinea Ecuatorial, Obiang Nguema no ha dudado en convocar a militares con sus esposas, para humillar al soldado díscolo, acostándose con su esposa, bajo la mirada del humillado “hombre de armas”, ¿Me exigen que dé nombres de soldados y militares guineanos, así vilipendiados? (Ya tendrán, los interesados, tribunales)
8.- Una de las más violentas (aunque acalladas) acusaciones que pesan sobre el PERsidente Obiang Nguema y su camarilla, es el malintencionado propósito de diseminar y contagiar de SIDA a la indefensa población femenina de escasa edad (a cambio de corruptos y escasos Francos CFA) diezmando, lenta y calladamente, a la población. ¿Necesitan pruebas? (Los tribunales estarán abiertos para los padres, madres, hermanos y parientes que quieran llevar al juicio a Obiang Nguema y su camarilla; quienes, además de violar, transmiten la muerte a las niñas)
9.- Omito la denigrante fama que rodea al PERsidente de Guinea Ecuatorial, Obiang Nguema Mbasogo, en el sentido de que no ha dudado en invitar a algún Ministro de Defensa, en momentos de “mucho apuro”… para practicar la asignatura mejor aprendida en la Academia General Milirar de Zaragoza, donde los compañeros le dieron el título de “Obiang, el pilila larga”. Me he centrado solo en el uso (evidentemente abusivo y violento) que hace nuestro PERsidente de las mujeres. Y no solo de las mujeres “equatorguineanas” (como las apela él)
10.- En definitiva, los estudiosos e investigadores que de vez en cuando aparecen en las páginas del mundo cibernético, nos informan de que el PERsidente Obiang Nguema Mbasogo, tiene al menos cuarenta mujeres y algo más de medio centenar de hijos. No es fácil creer en tan exuberante cantidad de concubinas y vástagos. Pero de las veces que lo he visto publicado, nunca he leído ningún desmentido. Ni siquiera de los más reputados defensores de Obiang Nguema que tanto abundan, como el famoso “Observador” de la página “guinea_ecuatorial.net”
11.- ¿Qué me dicen de la importantísima y afamada “Academia de Danza Femenina creada y financiada por Obiang Nguema Mbasogo en la ciudad de Zaragoza, en memoria de los dos años pasados en la Academia General Militar de Zaragoza, donde Obiang Nguema se ganó el tan honorable título referido a las dimensiones de su bálano? Los escritores de internet hablan de que las danzantes equatorguineanas de la academia de danza de Zaragoza obsequian a su PERsidente “moviendo las nalgas”. (“Cada una le llora donde le duele”, dijo un viudo…)
