lunes, 17 de mayo de 2010

MISCELENEAS “EQUTÓ-LA” (*)


MISCELANEAS “EQUATÓ-LA”

GRAN DEBATE FAMILIAR SOBRE LA SUCESION DE “PAPÁ OBIANG”

Madrid, Mayo de 2010.- Como no podía ser de otra forma, (y por haberse constituido durante los 11 primeros años de la dictadura de Macías, y durante los 31 años siguientes, en el centro de atención, para todos los guineanos y extranjeros, tristes y felices), la vida, la salud y el futuro de Obiang Nguema Mbasogo, no pasa desapercibido a nadie; menos todavía, a su dilatada y dispersa familia gobernante.

La noticia que acaba de sacudir los oídos de la sociedad guineana, sobre el traslado o no del presumido dictador a Marruecos, en un avión “medicalizado”; al final, ha sido un estudiado regate. Dicho viaje se ha convertido –según cuentan- en la instalación en Bata de un hospital especialmente preparado para rehabilitar o reanimar al Presidente de Guinea Ecuatorial, cada vez que se recrudece la dolencia de su próstata.

Evidentemente, la familia, como nadie, vive días de intensa preocupación. Y esta se centra en la incomprensible dilación que el dictador pone a la decisión de apuntar con el dedo al heredero directo de la dictadura que se le cae de las manos. La familia vive, según todas la fuentes, una feria de propuestas, apuestas y ofertas de hijos, sobrinos…, donde cada padre o cada madre exige el derecho de su hijo a heredar la dictadura. Si Togo y Gabón no hubieran abierto la pista y marcado las normas del juego de heredar la dictadura a sus hijos, Obiang Nguema lo hubiera implantado.

En la primera línea de salida, en la carrera de herederos de la dictadura de Obiang Nguema, se sitúan dos vástagos del tirano: El hijo de “KO’”, nieto de “Okomo”, sobrino de Ondo Nguema, es decir, Teodorín, o Teodoro IIº Nguema Mangue; y el hijo de la de Santo Tomé y Príncipe, es decir, Gabriel Obiang Lima.

Una tercera línea de sucesión la protagoniza el hermanísimo del dictador, Armengol Ondo Nguema, quien, puesto que esto es un asunto de familia, cree que su hijo, tiene mejores atributos de “dictador rústico” que Teodoro IIº, ó Gabriel Lima.

La cuarta línea de sucesión de la tiranía de Obiang Nguema Mbasogo, la lidera el omnipotente Consejo de la Presidencia, Demétrio Eló Ndong Nsefumu, quien compara a su hijo con el resto, asegurando que tiene tanto derecho a robar y no ir a la cárcel, como Teodorín o Gabriel.

Obiang Nguema Mbasogo, quien al tomar las riendas del poder omnímodo de las manos de su tío Macías (ejecutado), lo único que no consulta ni respeta es la vida de los disidentes y “enemigos “políticos, y el erario público guineano; pero sí, viene jugando a enterarse a ver qué opina la comunidad internacional a la hora de dar pasos políticos: Por eso está tratando con gran precaución el tema de la herencia de su dictadura.

Teodorín ó Teodoro IIº, la “niña” del ojo de la Primera Dama de Guinea Ecuatorial, KO’, nieto de la apisonadora social llamada OKOMO (suegra de Obiang y madre de KO’), ha venido luchando denodadamente por la herencia de la dictadura; hasta el grado de que no dudó, hace unos años, en apuntar y disparar con su pistola a su padre, (lo salvó, con su muerte, un escolta marroquí que se interpuso), exigiéndole la entrega de la herencia dictatorial. Es, pues Teodorín el que más ruido ha hecho (achuchado y espoleado por su madre y su abuela); el que más méritos ha hecho en parecerse a su padre en TODO. Acaso más especialmente en el acaparamiento de las riquezas del país… Y, como reza el refrán africano: “La cabra come donde está atada; pero ahí muere también”, Teodoro IIº ha saltado al escenario público internacional cargado de manchas, denuncias, pleitos y acusaciones; de tal manera que puestos a competir por la mala fama y los “deméritos…” ha superado con crecer a sus competidores, que no le van mucho a la zaga; y ha estado a punto de superar a su propio padre (cosa que haría, sin la menor duda, si llegase a gobernar Guinea Ecuatorial) Siendo Teodorín el más “sonado…” de todos los herederos de la dictadura de Obiang Nguema, su fama nacional e internacional crea serias dudas y reticencias a su padre, a la hora de apuntarle con un decretazo y descerrajarle en el cuerpo el nombramiento como heredero.

En definitiva la pelea familiar por la herencia de la dictadura de Obiang Nguema, tiene todos los visos de que va a ser un tímido calco del caso de Gabón. (Obiang Nguema no es un dechado precisamente de gran valentía; si no es a la hora de robar, y de matar a los adversarios…) Por eso, todos cree que, al final, esa pelea la dirimirá (a la muerte del tirano) algún mandatario extranjero (¿español…?, ¿francés…?) para agradecer a Obiang Nguema los inmensos e innumerables favores y corruptelas prestados por el “cruel” tirano, como se le conoce en la Administración estadounidense.