OBIANG NGUEMA Y SIMON MANN: ACUERDOS LEONINOS
Del ReinoUnido nos llega la información de que el ciudadano británico Simoen Mann, detenido,encarcelado y torturado en la prisión de Black Beach, se dispone a vender una de sus mansiones, (mediante intermediario...), a su carcelero Obiang Nguema;ante la insostenible situación de falta de liquidez económica en que se halla el británico, desde que (por un leonino acuerdo) fuera indultado por el tirano de Guinea Ecuatorial..
Sobre el británico llueven numerosas presiones, especialmente desde que, para abandonar la prisión de Black Beach, se vio obligado, en primer lugar a desangrar su erario particular, a base de sobornar con sumas millonarias a los funcionarios de prisión de Black-Beach, y a la cadena de “abogados” que se le ofrecían como intermediarios jurídicos, tan pronto se conoció la inmediatez del forzado indulto que Obiang Nguema se vio obligado a concederle.
En medio del disgusto y malestar del resto de presos extranjeros que compartían con Mann las celdas de Black-Beach, los cuales consideraban injusto el trato diferente y especial que el británico recibía del clan Obiang, de cuyos hoteles se alimentaba “opíparamente” con gran quebranto de su ahorros personales, Simon Mann salió de la cárcel, agotado de medios económicos.
Como han informado algunos medios cibernéticos españoles, además del importante desembolso que le costó a Simon Mann su indulto, firmó o se comprometió, bajo contrato, a no hablar nunca mal del régimen de Obiang Nguema, ni explicar su situación real durante los meses de prisión en Black-Beach; además, de salir siempre en defensa y apoyo del régimen de Obiang Nguema en cualquier momento que este lo requiriera o necesitara.
Parte de estos acuerdos leoninos impuestos por Obiang Nguema como “conditio sine qua non” para indultar a Simonn, se informa que, a través de un intermediario, y en su actual situación de necesidad económica, el ex-presidiario británico se ve obligado a vender una de sus mansiones en Inglaterra, a “su” forzado amigo Obiang Nguema, con el compromiso (acuerdo) de no hacer aparecer el nombre del dictador guineano, verdadero comprador.
Paralelamente, y según otras fuentes, los compañeros de prisión, sudafricanos, se preparan a demandar a Simon Mann por los daños sufridos en sus años de prisión en Zimbabwe y los meses pasados en Black-Beach. Aseguran que no tenían conocimiento del destino y la finalidad de su viaje a Guinea Ecuatorial, a las órdenes de Simon. Y por el discriminatorio trato (a diferencia de Mann) recibido en Malabo.
No se sabe si el dictador estaría dispuesto a salir ahora en defensa de Simon Mann...(Clausula que no parece considerarse en el acuerdo leonino). Lo que no ofrece lugar a dudas es que el ex-presidiario británico comenzó a recorrer un largo calvario, desde que por su libertad se agarró al terrible “clavo ardiendo” del cruel dictador Obiang Nguema.
la actualidad.El dictador esta pagando el silencio del ingles para evitar que airee las peripe-
cias de torturas que ha padecido en la carcel de la capital guineana de Black Beach.Paralela-
mente Simon Man,esta obligado a guardar silencio,por el contrato privado que firmo al dictador.Contrato que se ejecutaria judiacialmente en el supuesto de su incumplimiento por parte del Ingles Man.
