JOSÉ NARANJO
Las Palmas de Gran Canaria
Armengol Engonga Ondo nació en Teguete (Guinea Ecuatorial) en 1950, en la entonces región española de Río Muni. Ingeniero Técnico Agrícola de profesión, lleva casi toda su vida viviendo en España. Miembro activo del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial y vicepresidente del Gobierno de este país en el exilio, es la mano derecha del principal líder opositor guineano, Severo Moto. Como responsable de Recursos Naturales conoce como pocos el entramado político-financiero que existe en torno al petróleo en su país
- Guinea Ecuatorial, pese a su reducido tamaño, se ha convertido en los últimos veinte años en un gran exportador de petróleo, ¿cuáles son las cifras reales de esta producción?
- Como buena dictadura, el Gobierno guineano oculta las cifras reales, no existen. Pero gracias a filtraciones que nos llegan desde dentro sabemos que los 400.000 barriles diarios que se declaran no son verdad. En realidad, se producen entre 800.000 y un millón de barriles, lo que sitúa a este país como el tercer productor del continente tras Nigeria y Angola.
- Imagino que esa producción generará importantes beneficios.
- También sabemos que de cada 100 dólares del negocio del petróleo, 75 van para las compañías y 25 para Guinea. Es justo la proporción inversa que en otros países, como Nigeria, donde se quedan con el 75%. Luego Obiang usa ese 25% a su antojo, que viene a ser la nada despreciable cifra de unos 6.000 millones de dólares al año.
- ¿De qué países son las principales compañías que extraen el crudo?
- Hay 14 ó 15 compañías, sobre todo de Estados Unidos, pero también de China (Petronas), Malasia, Sudáfrica, Angola, Gran Bretaña, Francia...
- ¿Y España?
- De España también. Está Repsol, pero a través de una subcontrata. El mundo del petróleo es a veces muy opaco, pero sabemos que Repsol tiene intereses allí y extrae unos 50.000 barriles diarios.
- ¿Cuántos pozos hay? ¿Se sabe por cuánto tiempo?
- En la actualidad hay unos 20 en explotación, todos ellos en alta mar. Este hecho hace que los estadounidenses los valoren especialmente, sobre todo después del 11-S. Hasta entonces, el principal suministrador de crudo a Estados Unidos era el Golfo Pérsico, pero allí hay que transportar el petróleo hasta la costa mediante oleoductos que son muy vulnerables a ataques terroristas. En el Golfo de Guinea, sin embargo, se embarca directamente y de allí los barcos salen directos hacia la costa este estadounidense. Se calcula que estos pozos, al ritmo actual, podrán producir entre 40 y 70 años más.
- Uno de los grandes constrastes de Guinea Ecuatorial es que se trata del tercer productor del continente y, sin embargo, sus tasas de desarrollo son muy bajas. Usted ha apuntado claramente a Obiang como el responsable.
- El petróleo es como el cerdo, es un producto del que se aprovecha todo. El problema es que las compañías le pagan directamente al dictador Obiang por extraerlo, en cuentas bancarias que tiene repartidas por todas partes, tanto él como su familia. Antes le pagaban en Estados Unidos, pero el escándalo del Banco Riggs, a través del que se blanqueaba dinero mediante la compra de propiedades en España, ha hecho que diversifique sus cuentas.
- Entonces, ¿ni un céntimo del petróleo revierte en el bienestar de los guineanos?
- El procedimiento es el siguiente: cuando se va a construir una infraestructura, ya sea una carretera, un hospital o una escuela, se elabora un presupuesto y se paga con el dinero que procede del petróleo. Sin embargo, la mayoría de las empresas que lo ejecutan son de sus familiares, de sus hijos, de su mujer o de sus primos y sobrinos, con lo cual el beneficio sigue siendo para él. Es un juego perfecto en el que está implicada toda su familia, incluido su hijo Teodorín, que está teniendo serios problemas judiciales en EEUU, donde blanqueó 110 millones de dólares comprando una mansión en Malibú y una avioneta.
- Y, mientras tanto, ¿cuál es la situación de los guineanos?
- Con los ingresos de Guinea por el petróleo, los 620.000 habitantes reales que tiene este país tendrían una renta per cápita de 44.000 dólares anuales. Nadie tendría que trabajar para ganarse el sustento. Pero la realidad es que el 80% de la población vive bajo el umbral de la pobreza, con menos de dos dólares diarios. No lo digo yo, lo dice EEUU, Amnistía Internacional o la ONU. Al mismo tiempo, el 5% de los guineanos tiene una renta similar a la de los millonarios suizos, en concreto aquellos que forman parte del clan de Obiang.
- El año pasado tuvieron lugar elecciones presidenciales y Obiang obtuvo el 95% de los votos. ¿Alguien se cree esos comicios?
- Él mismo pronosticó días antes durante un mitin en Malabo que iba a sacar el 97% de los votos, lo que evidencia que todo está amañado. Y la supuesta oposición en el interior del país no es sino parte del paisaje, una oposición consentida para intentar dar una apariencia de pluralidad que no es real. El pueblo guineano sabe quiénes son y les tienen también en el disparadero, porque en lugar de abogar por el cambio colaboran con la Dictadura.
- Frente a este panorama, la oposición en el exilio que abandera Severo Moto, ¿qué propone?
- Nosotros apostamos por la línea democrática, estamos ya preparando el escenario postObiang como hicieron los opositores a Franco o a Mobutu, en el Congo.
- ¿Qué papel está jugando España como ex potencia colonial? Recientemente, el ministro Moratinos visitó Malabo y mantuvo un amistoso encuentro con el propio Obiang.
- Hubo un tiempo en que tuvimos esperanzas con España, sobre todo en la época de Felipe González, pero ahora no tenemos ninguna. Nadie tiene interés en democratizar Guinea Ecuatorial. España mira para otro lado, cuando tendría que denunciar las violaciones de Derechos Humanos o el encarcelamiento de presos políticos, hay más de doscientos. Y encima nos persiguen a nosotros y encarcelan a Severo Moto.
- ¿Por aquella historia de las armas?
- Sí, decían que habían aparecido dos fusiles descatalogados y munición en un coche que pertenecía a un miembro de nuestro partido. Un mes antes le habían quitado el estatuto de asilado político y después, el Supremo lo absolvió.
- Si España no les apoya, ¿qué esperanzas tienen de cambio?
- Las esperanzas están en Estados Unidos, que es el país con más intereses en nuestro país y que es mucho más pragmático que España. Los informes más duros, la prensa más hostil y la postura más firme con el Gobierno de Guinea respecto a los derechos humanos y las libertades procede de Washington. Sólo hay que ver el informe del Departamento de Estado de hace un par de semanas. Muy revelador.
