sábado, 13 de febrero de 2010

Apuntes sobre una Constitución para Guinea Ecuatorial




Desde Argentina, nuestro compañero y amigo, nos envía un interesante artículo que pasamos a editar.





He visto los videos del Presidente de Guinea Ecuatorial en el exilio, Sr. Severo Moto.

En muchos de ellos habla de una Constitución para Guinea Ecuatorial, para luego que el pueblo se libre del dictador que esta ejerciendo la presidencia.

No corresponde hablar sobre este tema a quien no pertenece a la Nación Guineana, porque una Constitución es la ley fundamental de un pueblo que defiende los valores de la Nación.

Cada Nación es diferente, tiene distintas costumbres y distintas tradiciones.

Esas costumbres y tradiciones preservan los valores que hacen a la unidad y fortaleza de la Nación.

Es por eso que en Argentina, todo gobierno que ha tratado de destruir la Nación, lo primero que ha hecho fue atacar la tradición.

Los conocimientos y los valores se van transmitiendo de generación en generación a través de la tradición.

En Argentina había fábricas muy importantes, donde los capataces preparaban a sus operarios en el manejo de las herramientas y en el dominio del hierro. Cada capataz, que poseía una gran cantidad de conocimiento por su experiencia, hacia escuela y creaba cultura transmitiendo y multiplicando ese conocimiento.

Despues vinieron gobiernos antipatria, que trataron de destruir los valores de la patria, y lo primero que hicieron, fue tratar de privatizar y desmembrar todas esas fabricas que eran como escuelas de trabajo y de cultura del trabajo.

Entonces, uno ahora toma un taxi para ir al trabajo, y se encuentra con que el taxista es un experto en torneria, que esta obligado a trabajar en algo que no es tan útil, ni para él ni a la sociedad.

Por todos estos motivos, cuando el pueblo Guineano, se dicte una Constitución en libertad y soberanía, lo mejor que puede hacer es ver cuales son los valores que les dicta su conciencia y su corazón y no seguir los consejos de quienes no son nacionales de Guinea.

Por eso, ruego me disculpen por hablar de algo que no debería hablar. Este artículo es solo para originar un debate que pertenece a un pueblo soberano y que tarde o temprano, se va a producir.

Al ser una Constitución la ley fundamental de una Nación, tiene que tener los valores que defiende, como ser libertad, vida, trabajo, libre empresa, propiedad, familia, etc.

Debe estar hecha de tal manera, que los jueces puedan aplicarla como ley para juzgar, sin necesidad de recurrir a otras leyes. Por supuesto que debe haber leyes dictadas por el órgano legislativo, pero deben ser tales que no contradigan la ley fundamental.

Uno de los peores momentos que pasamos en Argentina, fue el del corralito, cuando el Gobierno confiscó los depósitos en los Bancos, eso genero anarquía y alteró la paz social. Es fácil darse cuenta que esa ley contradecía el respeto a la propiedad privada y contradecía la constitución.

Las leyes en última instancia son elementos de los que se vale el Juez para ser justo y para defender los valores de la Nación a través de su Sentencia, que obligue a alguien a reparar un daño que causo a otro.

Todo el andamiaje jurídico que se construye para salvar la paz social y asegurar el progreso de un pueblo, no sirve de nada si no hay sentencias justas a través de jueces justos.

Para que un juez pueda dictar tranquilamente su sentencia, sin tener miedo a la presión del poder político, tiene que ser elegido como juez para siempre, (mientras se comporte correctamente).

Un juez tiene que ser elegido, de otro modo sería una aristocracia, pero debe ser elegido una sola vez.

Luego puede ser removido, pero no por los políticos, tiene que haber otro mecanismo.

En Argentina hay una Constitución maravillosa, pero no hay paz social, porque falla la justicia, no hay justicia. Por muchos motivos, uno puede ser que no hay jueces, no hablo de que sean dependientes o independientes, simplemente no hay.

Uno va al edificio de tribunales de Rosario, y hay diez jueces correccionales para miles y miles de causas por mes.

En condiciones como esta es imposible la justicia, y cuando la justicia no es posible, la constitución es un papelito escrito que no puede mantener la unidad de una Nación.

Entonces lo primero que debería hacer el pueblo Guineano, desde el momento mismo en que se libre de la dictadura, es asegurarse una Nación justa, y una Nación Justa se logra a través de jueces.

Debería haber elecciones universales, donde se vote en todo el territorio de Guinea Ecuatorial, pero no, para presidente, sino para jueces. Cada poblado que haya, debería decir, el hombre más justo siempre a sido este, queremos que él sea nuestro juez. Con eso se lograría la supresión de los conflictos desde el primer día. Estos mismos jueces, que podrían ser 100 o 300 en toda Guinea Ecuatorial, sería los que despues votarían la Constitución o ley fundamental de la Nación Guienana. O sea, pasarían a ser constituyentes, renunciando el mismo día a todo poder que no sea el de volver a ser jueces en su mismo lugar donde han sido votados.

La paz y el progreso de una Nación dependen de gente que sepa asumir el poder y sepa renunciarlo.

Dejo estas ideas, sabiendo que no es mi tema, que es un tema del pueblo Guineano.