Por Severo-Matías Moto Nsa, Periodista, Presidente del Partido del Progreso y del Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio.
Casi paralelamente a la independencia de la República de Guinea Ecuatorial, nacía en España la Organización de Técnicos y Profesionales Guineo Ecuatorianos (OTEPGE)
Centenares de guineo-ecuatorianos aglutinados en la organización con el prurito de no significarse políticamente como oposición a la debacle que pronto se empezaba a vislumbrar en Guinea Ecuatorial, en manos de Macías y de Obiang Nguema. Pronto el mundo intelectual guineo comenzó a sentir un evidente rechazo y distancia con la línea política dictatorial que tío, Macías Nguema, y sobrino, Obiang Nguema, implantaban en el país.
La independencia de Guinea Ecuatorial, ya desde sus preparativos, dejó ver con apabullante celeridad que se trataba de un banquete prohibido a cultos, intelectuales y profesionales guineo ecuatorianos. Macías, en la cúpula presidencial y Obiang Nguema en la cumbre militar, ambos dechados y significados en el odio al mundo intelectual guineo, inmediatamente delimitaron el campo del poder y de la influencia social para quienes compartían su flaqueza intelectual, ausencia de formación y abundancia de violencia y salvajismo. La prisa con que tío y sobrino se movieron para barrer del suelo patrio guineo, ya independiente, todo vestigio de intelectualidad y de formación académica y, por ende, humana, fue proverbial, trágica y concluyente.
El mundo intelectual guineo que antes de la independencia había culminado sus estudios y preparación en España y por casualidad se encontraron en Guinea Ecuatorial, no solo vivió el advenimiento de la independencia como simples convidados de piedra, sino que pronto se vio envuelto en el marasmo de la revolución de Macías y Obiang Nguema, siendo las más tempranas y primeras víctimas de la revolución anti intelectual del maciísmo.
Arrebujados en el manto de la prudencia y de la supervivencia, el mundo intelectual guineo que fue sorprendido en fase de finalización de sus estudios y carreras en España o simplemente esperaban la oportunidad de ofrecer sus conocimientos como técnicos y profesionales a su nuevo país, se enquistaron en España, advertidos de los aires anti intelectuales que se respiraban en la Guinea Ecuatorial atrapada, en las garras de la dictadura de Macías y Obiang Nguema.
OTEPGE (Organización de Técnicos y Profesionales guineo ecuatorianos) parecía nacer como una toma de conciencia de que, al margen de la vorágine política en la que estaba sumergida Guinea Ecuatorial, más tarde o más temprano nuestro país necesitaría echar mano de sus cuadros profesionales, intelectuales, técnicos y valores intelectuales para impulsar y catapultar el desarrollo integral del país.
En un esfuerzo ímprobo los fundadores y cofundadores llevaron a cabo la labor de salir al encuentro, rincón a rincón de España, de los técnicos y profesionales guineo ecuatorianos diseminados por toda la geografía española, principal semillero natural de los valores técnicos y profesionales de los que podía presumir Guinea Ecuatorial independiente.
Un folleto, adusto y sobrio en su diseño, pero enjundioso, conteniendo a la vez sus Estatutos y principios y una depurada lista alfabética de materias y nombres de centenares de técnicos y profesionales guineos que hubieran tejido el orgullo y grandeza intelectual de nuestro país, fue editado como reclamo de la OTPGE.
Recuerdo, en mis tres años de prisión en Blay Beach, haber comprado, en el mercado de Malabo un puñado de buñuelos (makala) que una buena señora me envolvió en un papel del periódico ABC. Tras consumir los “makalas” reparé en el título del artículo del periódico, que decía: EL INTELECTUAL Y SU PUEBLO. El articulista, un prestigioso intelectual, académico y colaborador de ABC, venía a concluir su artículo diciendo que el pueblo debería cuidar, proteger y sentirse orgulloso de sus intelectuales; mientras que el intelectual debería entregarse al servicio de su pueblo poniendo a su disposición todo el bagaje de preparación obtenido durante sus estudios. Consideraba el articulista tan rechazable que un intelectual se burlase, despreciara o se mofara de su pueblo, como que el pueblo rechazara, sintiera complejo o incluso persiguiera a sus intelectuales.
Al abandonar la cárcel y sumarme al exilio, junto a la pléyade de intelectuales, técnicos y profesionales que “vegetaban” en España, prácticamente vetados en la Guinea Ecuatorial de Macías y Obiang Nguema, reconozco haber sentido una profunda nostalgia al contacto con OTEPGE. ¡Tanto poder intelectual desperdigado y atascado en España y tanta Guinea Ecuatorial enfangada en la impotencia de la ignorancia!
Recuerdo la feliz coincidencia que se produjo cuando, al presentar el Partido del Progreso el 25 de Febrero de 1.983, me moví para presentar el proyecto del Partido a los demás grupos políticos; y mi ambición por los intelectuales guineos (para mi partido político) tropezó con la inexpugnable determinación de los miembros de OTEPGE de no meterse en política y mantenerse asépticos a toda ideología política concreta, sí preparados como cuadros técnicos y profesionales para Guinea Ecuatorial. OTEPGE, asistió, de todos modos a las célebres jornadas de Zaragoza, donde, a la luz del proyecto del Partido del Progreso, nació la “Junta Coordinadora de las Fuerzas de la Oposición Guineana”
Fue – y lo digo con renovada nostalgia -la última reunión de OTEPGE, que yo sepa.
Era evidente y natural esperar que Guinea Ecuatorial, al iniciar la difícil y peligrosa aventura de la independencia, lanzara un prístino y urgente llamamiento al mundo profesional, técnico e intelectual guineo de que disponía en España. Lo más normal sería que nuestro pueblo hubiera recuperado y sentido de inmediato el calor y la compañía de tantos hijos esparcidos por España, convertidos en portadores del saber hacer, comprometidos con el servicio a Guinea Ecuatorial, en tantos campos del saber, la técnica y la profesionalidad, libadas en las Escuelas, Colegios, Institutos y Universidades españolas.
Lejos de eso, el régimen dictatorial de Macías Nguema y Teodoro Nguema se emplearon a fondo en la anulación, humillación y liquidación de la clase intelectual, técnica y profesional de dentro del país, y en crear barreras, distancias y amenazas a la clase esta clase social en el exterior.
Abrir paso a la intelectualidad, la técnica y la profesionalidad en Guinea Ecuatorial es un compromiso que cualquier persona, político o simplemente cuerdo, debiera adquirir, no solo para el mundo intelectual guineo ecuatoriano, sino especialmente para bien de nuestro pueblo. Guinea Ecuatorial los necesita a TODOS en casa.
OTEPGE (Organización de Técnicos y Profesionales Guineo ecuatorianos), tiene un obligado compromiso con el pueblo guineo. Y si no existiera dicha organización, debiera crearse y tenerse preparada para el futuro, cada vez más cercano, de nuestro país.
El Partido del Progreso apuesta seria y decisivamente por el mundo intelectual, técnico y profesional de nuestro país. Su promoción inmediata, su plena valoración y su lanzamiento al poder, será una de entre las grandes prioridades y medidas de choque que se propone el PPG. Palabra de demócratas cristianos.