jueves, 20 de agosto de 2009

El Sida y la incompetencia de Obiang


A propósito de los nuevos precios de los medicamentos

LAS AUTORIDADES EQUATOGUINEANAS DE LA TIRANÍA DE OBIANG NGUEMA ESTAN OBLIGADAS A TRATAR A SUS VICTIMAS.

Como venimos denunciando y acusando en los últimos días, Guinea Ecuatorial país en vías precipitadas de “subdesarrollo” (¡ojalá hubiera ya iniciado la vía del desarrollo!!) se halla entre los países con un altísimo porcentaje de enfermos de SIDA, endemia que ha venido a unirse a la tuberculosis que tantas vidas se ha llevado por delante en nuestro país ambas igualmente contagiosas y letales. En la colonia, la tuberculosis había sufrido una severa y profunda erradicación. Bastó que tomaran el poder Macías Nguema y Obiang Nguema, para que el SIDA se apoderara de Guinea Ecuatorial y la tuberculosis y otras tantas endemias…, volvieran a tomar posesión de nuestro abandonado pueblo.

Estas enfermedades, deben considerarse como “de abandono”. Guinea Ecuatorial en manos de Macías y de Obiang Nguema, es un pueblo abandonado por sus autoridades. Obiang Nguema, su régimen dictatorial y sus autoridades, solo se acuerdan y viven en Guinea Ecuatorial porque hay mucho dinero que robar, para llevar al extranjero, blanquear en inmuebles, comprar voluntades y corromper a sus amigotes por todo el mundo. Se acuerdan y están en Guinea Ecuatorial, porque hay muchas mujeres (especialmente niñas y jóvenes) que desvirgar, violar, contagiar de SIDA y dejar morir impunemente. Porque hay mucha población y muchos extranjeros que les rinden pleitesía, adoran y lamen sus vergüenzas. Sin esto, no tendría sentido el régimen de Obiang Nguema. El delito, envuelto en la impunidad del poder y en la inmunidad del cargo, es la justificación de la presencia en el poder de la Guinea Ecuatorial de Obiang Nguema y banda.

Pero dentro del proverbial abandono y desprecio por la vida de los guineos que caracteriza al régimen de Obiang Nguema, en relación a la salud de nuestro pueblo, nada como el SIDA, convierte tal abandono en un flagrante delito de genocidio, lesa patria y lesa humanidad.

Obiang Nguema y sus autoridades, convertidos en depredadores, en competición, de la moralidad y la dignidad de nuestro pueblo, embarrados en la pocilga de la promiscuidad sexual, tocados, en su 85% por la enfermedad del SIDA, han acuñado entre ellos una frase y una consigna infernal: “SI VOY A MORIR, QUE MUERAN TODOS”.

Esta es -según cuentan testigos de Guinea Ecuatorial, la respuesta airada y maliciosa que dan las autoridades de Obiang Nguema a cualquiera que les echa en cara el abuso que hacen de las mujeres, niñas, jóvenes y adultas, y en general a su vida sexual lasciva y promiscua, constituyéndose, a mayor desdoro, vergüenza y deprecio propio en principales transmisores del SIDA del país. Obiang Nguema el cabeza de los delitos, repite con frecuencia: “Los que vengan después, vendrán a gobernar la hierba”. Por eso, él y sus autoridades atacan intencionadamente a la raíz de la vida de nuestro pueblo: las niñas, las jóvenes (depósitos y raíces de vida y de futuro de nuestro país.)

Como Presidente del Partido del Progreso y del Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio, recogiendo el sentir de todos los que nos preparamos como alternativa humana, democrática y técnica para poner fin al caos, a la vorágine, al Sodoma y Gomorra, al infierno de corrupción que Obiang Nguema y sus autoridades han creado en nuestro país,

DENUNCIO, ACUSO, ME QUERELLO PUBLICAMENTE

Contra el “presumido dictador” Obiang Nguema Mbasogo y sus autoridades; los hago responsable absoluto del delito de genocidio, de lesa patria y de lesa humanidad que comete contra Guinea Ecuatorial, con la propagación y transmisión alevosa, premeditada, intencionada y “nocturna” del SIDA en la sociedad infantil guineana.

Les gravamos la conciencia (si la tienen aún) y les obligamos a iniciar un programa urgente de adquisición de los medicamentos adecuados para el tratamiento de nuestros enfermos y enfermas de SIDA (bien es tristemente cierto que hablamos de un tratamiento de por vida) y de tantas otras enfermedades endémicas que desangran o con las que convive, inocente y desesperadamente nuestro pueblo.

Abocados a la muerte (todos los que los ven, aseguran que prácticamente todas las autoridades de Guinea Ecuatorial tienen el aspecto de “zombis”; parecen paquetes de huesos como su líder, o incomprensiblemente rechonchos) se proponen llevar por delante a todos los guineos contagiándolos el SIDA.

¿¡Cuántos padres, madres, hermanos, tíos, sobrinos o abuelos, hay en Guinea Ecuatorial que no han llorado, impotentes, a su hija, hermana, sobrina, prima o nieta contagiada de SIDA por una autoridad de Obiang Nguema; por la sola ley de: “Leo quia nominor (Porque me llamo león) y robo y tengo dinero a mansalva”!?

Algunos delitos podrían ser perdonables; pero ese delito de transmisión intencionada, alevosa y premeditada del SIDA a nuestras niñas, con certificado de muerte, por Obiang Nguema y sus autoridades… ¡¡¡Qué difícil es de perdonar!!!