lunes, 18 de mayo de 2009

Rescatado de mis apuntes periodísticos, sin acritud




Por Severo-Matías Moto Nsa, Periodista

Excelentísimo Señor Don Carlos Mangue Elunku



La última vez que nos vimos y charlamos en Madrid, hace ya algunos años, antes de que me llegara la inesperada y desesperada noticia de que había decidido largarse a Guinea Ecuatorial, Don Carlos Mangue Eluncu me reprochó-como casi siempre- algunos fallos de mi trayectoria y actividad política; a la vez que –como siempre- me animaba a seguir por la vía de la moderación y de permanente “conexión con el pueblo guineano al que, como político, (con tu partido) estás obligado a servir”.


De pronto me lo encuentro, tras años de silencio y de desconexión, envuelto en los fríos y rigurosos papeles del periódico ABC, en su espacio ESPAÑA, página 23 del domingo 17 de Mayo de 2009.


No sé por qué el nombramiento, por Obiang Nguema, a Don Carlos Mangue Elunku, como Fiscal General de Guinea Ecuatorial, nombramiento que sucede apenas unos días después de la misteriosa muerte de otro Ilustre hijo de Guinea Ecuatorial, el también letrado, Don Eloy Eló Nve Mbengono, (+); los dos acontecimientos le hacen a uno soltar, a la vez, dos inmensas lágrimas, de infinita tristeza.


“BÁNG”, (DROGA).


Yo salí de la cárcel de Black-Beach el día 21 de Julio de 1.997. Tan pronto como se produjo ese acontecimiento, recibí la orden del, ya conocido, supremo Jefe de las Cárceles de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, la orden de que no apareciera mucho en público, por la ciudad de Malabo: “Porque, si Nguema Esono (Vicepresidente de Macías) te ve, puede reenviarte a la cárcel”. (Palabras textuales de Obiang Nguema, Jefe supremo de las cárceles de Guinea Ecuatorial).


El día 3 de Agosto de l.979, las multitudes guineanas se tropezaban y se entrecruzaban por las calles, como auténticos zombis, celebrando la noticia del golpe de estado de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo contra su tío Macías Nguema Biyogo.


Ya, fuera del escondite, recibí la noticia de que el Consejo Militar Supremo me requería para participar, como periodista, en la primera y más importante Delegación que el Consejo Militar Supremo enviaba fuera, con el sublime de trasladar al exterior la “¡NUEVA IMAGEN…!” de Guinea Ecuatorial. Se eligieron dos escenarios inmejorables: La 6ª Cumbre de Países No Alineados, que se celebraba en La Habana (donde conocí la profundidad del pueblo cubano, desde, precisamente, su capital…). Unos días después de asistir a la Cumbre de los “Países No Alineados”, a la hora de abandonar la Habana para dirigirnos a New York, asistí a un incidente de maletas en el hotel donde se alojaban los miembros de la delegación. Una maleta había sido “olisqueada” por los sabuesos de la droga.


El incidente estaba llamado a causar efectos demoledores en las relaciones de Guinea Ecuatorial y Cuba, si no llega a mediar la solución de “reciprocidad diplomática”. La maleta era parte de la carga de la delegación. Por lo tanto, era una valija diplomática…


De la 34º Asamblea de las Naciones Unidas, celebrada en la ONU, la delegación del Consejo Militar Supremo, trajimos la amarguísima experiencia de ver cómo ese Consejo Militar Supremo acababa de hacer con el poder dictatorial en Guinea Ecuatorial. Traicionaba, pública y vergonzosamente el voto a favor de nuestros hermanos del Sahara, durante tanto tiempo mantenido por Macías Nguema Biyogo., y el pueblo guineano, en general. También trajimos, el famoso INFORME VOLIO, elaborado por las Naciones Unidas, para la recuperación de las libertades fundamentales y los derechos humanos en Guinea Ecuatorial; Informe rechazado y despreciado por el tirano Obiang Nguema…


A la vuelta de Nueva York, tras conocer el fusilamiento de Macías Nguema, presidente derrocado por su sobrino, Obiang Nguema, en la escala obligada en Madrid, antes de volver a Malabo, el Excelentísimo señor Don Luis Mª Ansón Oliart, me nombró Delegado-fundador de la Agencia EFE en Malabo. (Amplísimas y prometedoras perspectivas profesionales periodistas para mí).


En tal calidad fui invitado, poco después, por el Presidente de la Agencia Efe, para asistir a la entrega de los Premios EFE, en la ciudad de México. Donde fui reconocido como “Decano de Periodistas guineos”, y Presidente de la Federación Hispanoamericana de Periodistas de Guinea Ecuatorial. Vestido de estos galones profesionales, a la llegada Madrid, de vuelta de México, recibí la orden de sumarme a la Delegación Gubernamental del Consejo Militar Supremo, presidida por el propio Presidente-golpista, recién estrenado, Teodoro Obiang Nguema, para actuar de periodista durante la gira europeo-africana que le llevaría de Malabo a Madrid – Francia –Alemania- y Marruecos. Dos días largos en Madrid; uno y medio en Francia… (“Si lo hacéis bien, se os arrodillarán los demás países a los pies…” –le vaticinó a Obiang Nguema, susurrándoselo al oído, un peso pesado de la Industria mineralógica francesa). Unas horas en Bonn; y el triple salto a Marruecos. A punto estuvimos de completar una larga semana en Marruecos, donde además saturar nuestra vista con los exuberantes cuerpos de las marroquíes de Marraquech y Fez, tuvimos el espectáculo insólito-durante la audiencia con el Rey Hasan II- de contemplar las figuras del harén del Rey que se cimbreaban tras los finos barrotes de la galería, sobre la sala de audiencias, detrás de las polícromas y frágiles sedas de su vestimenta.


Confieso que, al margen de estas diversiones con que Marruecos obsequiaba a Obiang Nguema y a su séquito (también saboreamos el “cuscús”, por cierto), casi una semana en Marruecos, sin más trabajo que algún desplazamiento o recepción, acabó aburriéndome de tal manera que debí no saber disimularlo; y el nuevo Presidente golpista acabó por descubrirlo. Hubo, consecuentemente, un leve rifirrafe entre los dos, den el Obiang inició directamente haciendo referencia muy burlesca y despectiva de mi condición de ex seminarista. Pasó fácil y rápidamente a “afearme” lo que él llamaba mi “anti-comunismo”. ¡No llegó la sangre al río!


A la hora y día de abandonar Marruecos para volver a Malabo (¡mi añorada Guinea Ecuatorial!), fue tal el movimiento de camiones y furgonetas que se desplazaban desde el Hotel donde se alojaba el Presidente Obiang, hacia el Aeropuerto, y era tal el vaho de “BANG” que acompañaba y cubría todo el entorno del Presidente que el ignorante solo podía apretar la nariz y resignarse.


Si yo fuera un juez de la causa del tráfico de BÁNG.., sería, no otra que esta: Qué es lo que contenían los sacos, cajones y baúles que, bajo la inscripción brillante y llamativa de “OBJETOS DEL JEFE” eran trasladados del Hotel, al Aeropuerto de Rabat?


BANG: La prohibición del consumo de BANG…, en tiempos coloniales, fue tan estrictamente observada en Guinea Ecuatorial (“La guinea española”) que, o estaba reservada y comprendida para gente de bajísima categoría, inculta y muy asilvestrada; o las clases normales o altas se cuidaban muy mucho de ser pilladas, fumando “BANG…” Ni siquiera en los once años de la tiranía de Macías se había levantado la prohibición de consumo del estupefaciente.


Solo al hacerse Obiang Nguema Mbasogo con el poder, de un certero golpe de estado, en Guinea Ecuatorial, BANG, la droga, sin ser prohibido su consumo, fue prohibido su tráfico. Simple y llanamente lo prohibió la tiranía de Obiang Nguema para constituirse, dicha tiranía en exclusivos traficantes de BÁNG…


IBERIA, compañía aérea emblemática de España, tuvo en algún tiempo escalas en Las Palmas de Gran Canaria; luego con Lagos. De pronto las dos escalas desaparecieron. (¡Y… Lagos-Nigeria era la escala que, tanto de ida como de vuelta, llenaba los vuelos de Iberia, entonces monopolista)


Las malas lenguas, asegurar que las escalas –sobre todo la de Nigeria- se cerraron por el excesivo y casi agresivo tráfico de droga. Y que Guinea Ecuatorial, la Guinea Ecuatorial de Obiang Nguema se convirtió en el gran almacén y depósito de la droga para los países “amigos” africanos, y otros que, sin problemas, podían utilizar los vuelos de IBERIA directamente de Guinea Ecuatorial a España.


Desde que el presidente Obiang Nguema tomó el poder de Guinea Ecuatorial, por un certero golpe de estado contra su tío Macías, el libertinaje, la libidinosidad, la lascivia, el virus llamado “sin importa” campa por sus fueros en nuestro país. Y el BANG se ha abierto paso franco en la doble vertiente de la no prohibición de consumo y la reserva del tráfico a un solo monopolista:


Por eso, tan pronto como tomó el poder el señor Obiang Nguema, después de aquella larga y aburrida (para mí) estancia en Marruecos, nuestro país el régimen que lo domina ha disparado por todo el mundo los escándalos de tráfico internacional de droga, a través de los aviones presidenciales, de las valijas diplomáticas y de Embajadas de la tiranía, convertidas en infestos almacenes de droga.


Los valores intelectuales, humanos, sociales y del mundo económico de los que disfrutó nuestro pueblo, antes y poco después de la desastrosa descolonización española, sistemática y selectivamente fueron desapareciendo de nuestra vista tragados por el profundo remolino de una tiranía, vacía y repelente de valores.


Eloy Eló Nve Mbengono, a quien acaban de poner fin a su vida; Carlos Mangue Elunku, a quien acaban de encumbrar en el Olimpo de las Fiscalías, son frutos de una muy bien calculado estrategia. La de, primero, dejar que los valores intelectuales y el prestigio de los mejores hijos de Guinea Ecuatorial, se pierdan, se quemen y se desesperen en el exilio. Luego, al mismo estilo de la alargada, sediciosa, tentadora y mortal lengua del camaleón, tenderles las trampas en las que caen fatalmente.

El Excelentísimo Señor Don C arlos Mangue Elunku, a sus 70 años, nunca hubiera tenido que encontrarse hoy en los papeles de un periódico, por motivos de BANG, si al acabar sus brillantes estudios de Derecho, hubiera encontrado, ¡a tiempo!, en su país, Guinea Ecuatorial el trato, libertad, campo, espacio, terreno y condiciones para ser y hacer lo que cualquiera de su categoría intelectual y cultural desearía ser y hacer en su país.

Alguien tiene toda la culpa de tanto vacío intelectual y tantos intelectuales guineanos perdidos. Un virus carcome las vísceras íntimas de nuestro pueblo y sociedad intelectual. Es más urgente extirparlo pronto que esperar a que acabe vaciándonos del todo.

Al acabar mi licenciatura de Periodismo en Madrid, en l.971, decidí ir a encargarme de la dirección del EBANO. Un periódico muerto. Fue justo en el epicentro del terror que Macías y Obiang Nguema acababan de instaurar en el país. Mi gran Profesor, Rafael Salazar Soto, me dijo: “Sé que tendrás que matar a muchos blancos. Porque Macías odia a los blancos. Si tienes que hablar mal o matar a un blanco, mátame a mí; que estoy lejos y ya soy viejo”.


Don Carlos Mangue Elunku, hay muchos inocentes que condenar….Y te obligarán a ello. “Intelligenti, páuca”.