La oposición exiliada en Canarias, asiste atónita ante la desfachatez del cónsul de Guinea Ecuatorial en Las Palmas.
Según denuncian los exiliados y emigrantes en el archipiélago español, este elemento del régimen, es un personaje que sonroja y envilece a los nacionales de Guinea Ecuatorial.
Los métodos intolerables que practica este individuo escandalizan tanto a los guineanos como a los españoles que lo conocen.
La corrupción y el trapicheo es la moneda de cambio para poder acceder a este tipo. La corrupción, el chantaje, la extorsión y la más completa ineficacia es la forma normal de comportamiento del cuerpo diplomático del sátrapa Obiang.
En el caso que nos ocupa, el miserable Cónsul guineano en Las Palmas, cobra comisiones en servicios que deberían ofrecerse de manera gratuita. Vende documentos y utiliza, de manera ilegítima, en su propio beneficio las ventajas del cargo.