Severo Moto, Presidente del Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio, entregando unos diplomas en un reciente acto público.
EL presidente de la República de Guinea Ecuatorial, Obiang Nguema Mbasogo ha jurado matar a Severo Moro Nsa, Presidente del Partido del Progreso y del Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio, en España.
Así lo han hecho llegar al líder político guineo ecuatoriano, fuentes de toda credibilidad del propio entorno del dictador ecuatoguineano.
La declaración del dictador guineano se produjo la semana pasada, a propósito de un grave accidente de un camión militar que trasladaba a soldados guineanos y gaboneses, trabajadores de una empresa de construcción. La muerte de cuatro gaboneses de entre los militares que sufrieron el accidente, levantó las iras de sus familiares que acusaban a Obiang Nguema de haber sacrificado solo a gaboneses, y a ningún guineano, para perpetuarse en el poder. (Practica de sacrificios humanos que viene caracterizando a Obiang Nguema y su gobierno).
Armengol Ondo Nguema, hermano de Obiang Nguema, firme aspirante a suceder a su hermano, (“a la cubana”), decidió acallar las iras de los gaboneses de Oyem (origen gabonés de Obiang Nguema) pagando 400 millones de Fcfa. a los familiares de los muertos.
Las fuentes aseguran que en las protestas de los gaboneses se oyeron voces reclamando la presencia del líder político guineano, Severo Moto Nsa, para poner fin a la tragedia que vive el pueblo guineano y sus vecinos gaboneses de Oyem...
Estos gritos habrían empujado al tirano Obiang a jurar acabar con Severo Moto, (“Mi único opositor”, dijo), abandone o no el poder a propósito de las próximas elecciones presidenciales. La candente y conflictiva situación ha hecho que aparezca a la luz el plan de Obiang Nguema de reclutar a miles de gaboneses de la tribu Esangui, de Oyem ( su pueblo gabonés de origen), entrenados por los israelitas. Dichos militares se hallan inmersos entre los cuerpos y fuerzas de seguridad y diseminados por todos los pueblos de Guinea Ecuatorial, a fin de controlar y “espiar” para ahogar a los guineanos en sus movimientos y acciones de protesta contra la tiranía.
Desde hace meses, el rumor de una posible celebración de elecciones presidenciales en las que, por exigencia y presión de la Comunidad Internacional, podrían participar otras fuerzas políticas de oposición, incluido el Partid del Progreso (terror y bestia negra de la tiranía de Obiang Nguema y del PDGE), se viene acrecentando, tanto dentro como fuera de Guinea Ecuatorial. Hace unas semanas se reveló que Armengol Ondo Nguema (“Raul Castro” de Guinea Ecuatorial) animaba a los oriundos de Mongomo a formar una fuerza conjuntada para asesinar a Severo Moto Nsa en el caso de que ganase las elecciones presidenciales en Guinea Ecuatorial. La historia se repite ahora en boca del propio Obiang Nguema, con toda la trama que está preparando el tirano, desesperado.
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Cada vez parece más claro que el verdadero miedo y “terror” que siente Obiang Nguema hacia Severo Moto Nsa, no es tanto por las posibilidades, medios o voluntad del líder opositor, Moto, por echar mano de la violencia y acabar con la vida de Obiang Nguema. (Acusaciones por las que el tirano ecuatoguineano le ha llevado a los tribunales de todo el mundo, perdiéndolas Obiang Nguema, sistemáticamente…) La clave del miedo a Moto está claramente en unas posibles elecciones libres, en igualdad de condiciones de libertad, oportunidades y medios. Teodoro Obiang Nguema (PDGE) – Severo Moto (PP). Este es el “western” político que la población guineana y también la comunidad internacional quieren presenciar, hoy, en el país africano. Las amenazas de Teodoro Obiang Nguema contra la vida de Severo Moto, no deben pasarse por alto (conociendo la trayectoria y los pasos –afortunadamente frustrados, hasta aquí,-que para ello ha venido y sigue danto el tirano contra el líder político)
Habrá que propiciar, exigir y pilotar unas elecciones libres, transparentes y justas en ese país africano, agarrotado por una feroz tiranía de torturas y muertes, para propiciar al pueblo guineano y a sus vecinos un período de serenidad y reconciliación interna, y de necesaria estabilidad en la zona.
