viernes, 8 de agosto de 2008

Libertad, Libertad ...y la Alianza de los Civilizados


Severo Moto saldrá en libertad en breve. Es cuestión de horas el que se ponga fin a uno de los cautiverios más denigrantes de la reciente historia de la España democrática. La encerrona a la que han sometido al Presidente del Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio, Severo Moto, no tiene precedentes.

Parece que se le acaban los “petrodólares” al sátrapa Obiang Nguema y no hay manera de mantener a Moto en la cárcel.

Hasta los funcionarios de prisiones consultados ha respirado aliviados cuando nos han comunicado la noticia pues ni ellos entendían que hacía ahí el líder opositor.

No hay mucha más información al respecto y esta nos viene por canales muy complejos pues en esta democracia, la española, los funcionarios tienen pavor a los socialistas y los que no han podido pasar por “entregados a la causa” están permanentemente bajo sospecha.

Armengol Engonga se encuentra reunido con el abogado de Moto, que también nos gustaría saber como ha sido posible que un hombre inocente pase más de tres meses encerrado y lejos de su familia a la que ha dejado a merced de los acontecimientos, sin recursos ni posibilidades de ningún tipo.

Desde aquí agradecemos a todos los esfuerzos realizados para mantener la casa del Presidente Moto y las necesidades básicas de su esposa, Margarita. Una mujer excepcional, sufrida y discreta que encaja como nadie los golpes de la tiranía. Así son las mujeres de Guinea Ecuatorial y se merecen todo el Honor y toda la Gloria en esta larga marcha hacia la libertad.

Bienvenido a casa, Presidente Moto y gracias por tu ejemplo de entereza, Margarita.

Hay algo muy importante de este encierro al que han sometido a nuestro Presidente y es la incorporación de sus hijos a la causa del exilio, en especial el de su hija Esther que llegó a entrevistarse, acompañada de su hermano Severo, con el mismísimo embajador y hoy primer ministro de la dictadura. Ellos han sufrido, por enésima vez el aguijonazo de la tiranía y lejos de abandonar le plantaron cara. Sois un ejemplo a seguir y un referente para muchos jóvenes guineanos. Gracias por vuestro ejemplo.






El partido del Progreso ha protagonizado una serie de acciones reivindicativas que , a pesar del silencio cómplice de los medios de comunicación, se han celebrado cada quince días. La del pasado fin de semana fue un éxito espectacular. A pesar de la falta de medios, los exiliados se dieron cita en el penal de Navalcarnero y volvieron a reivindicar la puesta en libertad del Presidente Severo Moto.

Llamó la atención las gorras blancas que llevaban puesta con el logotipo del Partido del Progreso. Seguro que no las ha pagado ninguna subvención del Ministerio de Exteriores.

En el esfuerzo de estos hombres y mujeres está la esencia del exilio guineo ecuatorial. El resto es una anécdota.





Nos llega una fotografía muy expresiva y simpática que publicamos y comentamos. Al parecer se ha organizado, es todavía un embrión, un grupo de trabajo que se hace llamar “La Hermandad” y que pretenden ser algo así como la Alianza de los Civilizados con respecto al exilio de Guinea Ecuatorial.

Con Armengol Engonga, Vicepresidente del Gobierno en el exilio, de invitado de honor se reunieron en Madrid un grupo de funcionarios españoles entre los que se encontraban algunos altos cargos del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil con el firme propósito de ayudar a Severo Moto a llevar a cabo una seria y digna transición a la democracia.

En declaraciones de alguno de los asistentes al acto, esta iniciativa se enmarca en la patente inacción del gobierno socialista para dar solución a los problemas más graves de los españoles y de sus aliados naturales.
En la reunión se criticó amargamente que los socialistas estén de vacaciones a cargo del erario público en unos momentos tan duros y peligrosos para la economía como los que estamos viviendo ahora o divirtiéndose en la China, evidentemente a costa del presupuesto, cuando los saharauis, cubanos y guineanos en el exilio vivimos un infierno de persecución y desprecio por parte del gobierno español o haciendo turismo en Méjico con la Vicepresidenta de animadora especial, sin importarles un bledo el deterioro de las inversiones y empresas, grandes y pequeñas, que los españoles llevan años regentando en América del sur.

Los artífices de esta iniciativa han querido dejar constancia de su preocupación en el plano internacional al destacar como los socialistas movilizaron a todos sus “apesebrados” con la manoseada Guerra de Irak y ahora exigen a los deportistas españoles, absolutamente domesticados, que guarden silencio con respecto al criminal gobierno chino, país donde reconocerte cristiano, por ejemplo, es un delito contra el Estado.

Los congregados advirtieron a Engonga del peligro, también, del Partido Popular.
Si lo socialistas son malos, los del PP son su marca blanca… ahí tienen ustedes al almibarado Gustavo de Aristegui apuntalando, de manera empalagosa como siempre, la política de no expresión contra China del Gobierno socialista español… ¡No esperéis nada de los políticos españoles!, decía uno de los funcionarios solidarios con la causa de Guinea Ecuatorial.
Para la mayoría de los congregados, España está sufriendo una de las perores crisis políticas de su historia. La calidad moral y profesional de los políticos españoles no tienen nada que ver con la personalidad de España a la que intentan destruir, pues no tienen nada que ver con la España moral que dicen representar.

Los políticos españoles son la encarnación de lo peor de la sociedad, así lo explicaba un viejo funcionario y conocedor de los entresijos de la administración.
Cuando uno accede a un Partido Político no ha de preocuparse de los adversarios sino de desplazar al compañero que tiene al lado de tal manera que siempre sube a los más altos cargos el más zafio o habilidoso en el arte de la trepa y el medre sin escrúpulos.
No es de extrañar que lo mejor del Partido Popular esté fuera de él y lo mejor del socialismo, si queda algo, no lo encontremos ni con lupa.