lunes, 23 de junio de 2008

La farsa judicial de Guinea Ecuatorial


Celestino Okewe escribe y resume, con su punto de vista, un afilado artículo que nos lleva a la espiral de incapacidad e irresponsabilidad que transpira todo acto que lleva a cabo la tiranía. Ridículo y vergüenza en un juicio en el que están en juego la libertad y la vida de seres humano. En esta tragedía hay hasta un terrible asesinato que la dictadura quiere ocultar...




Malabo 22 junio 2008.-


Ayer sábado terminó el juicio oral contra Simon Mann y otros seis encausados.


El tribunal prometió que la sentencia se pronunciaría este lunes.La situación es extremadamente anormal. Hasta ahora hemos visto en Guinea todo tipo de juicios irregulares, pero jamás habíamos visto hacer un juicio para una causa de hace 4 años y otra causa de hace 3 meses, teniendo cada una autores diferentes.


En el derecho se juzga el hecho - que puede tener a varios autores con diversos grados de implicación- o se juzgan varios hechos -como asesinatos en serie- cometidos port una misma persona o un mismo grupo. Hay por tanto una unidad del objeto de la ”palabra” (adjó).


Nunca, y este es el dilema que tendrá que hacer frente Carlos mangue, se ha hecho un sumario y se ha juzgado a varias personas que han cometido supuestamente cada una un delito distinto.Mann es acusado de haber intentado un golpe de Estado en marzo de 2004, para nosotros en grado de preparación si se hubieran probado cosas que no se han probado. El libanés residente en Guinea es acusado de colaborador en este supuesto delito.


Pero los demás encausados, todos guineanos, son acusados de haber estado con Saturnino Nkogo, sin pruebas, para organizar un complot -sin pruebas- usando las armas -de museo- que se dice se encontraron en casa de Saturnino Nkogo, a quien la policía de Obiang asesinó mientras era torturado.


Al final las armas que se presentaron, las peligrosas armas de un golpe de estado de opereta existente en la mente de los brutos, son dos armas largas, una de calibre 22, y un revolver S & W magnum que mostraron sus fallos durante las pruebas en plena calle.¿Por qué hay un sumario y un juicio único para dos asuntos que nada tienen que ver? ¿Por qué se viola el principio de unidad de objeto habiendo varios actores?.


El sumario está mal hecho.


Si el juez instructor –que suponemos no es Carlos Mangue- se hubiera tomado su trabajo un poco más en serio, en vez de firmar un sumario preparado por el inepto José Oló, se hubiera dado cuenta que estaba mal planteado el sumario y hubiera abierto al menos dos sumarios por dos causas y dos juicios.


El guineano supuestamente poseedor de armas viejas ya ha sido asesinado.


A él es al que se le podía haber atribuido el delito de posesión ilegal de armas, a lo sumo. Pero con los demás detenidos no se ha demostrado que hicieran nada contenido en el código penal que sea motivo de juicio.


No basta la sospecha o la duda razonable para detener y enjuiciar. Hay que demostrar con pruebas materiales y tampoco valen las declaraciones o las autoinculpaciones, menos cuando se han conseguido bajo tortura.


Esta Guinea de Obiang ¿acaso es incapaz de hacer un solo juicio decente?¿Cuándo algún juez serio le dirá a José Oló que los juicios se hacen de acuerdo a las normas? ¿Cuando algún juez serio le dirá al inútil de José Oló que un fiscal no es al mismo tiempo fiscal, juez instructor y policía investigador?.¿Se ha olvidado José Oló que el fiscal es el defensor de las leyes del Estado y que su misión es perseguir a los que violan esas leyes penales?. ¿Por qué entonces no cumple con la ley, especialmente con la Ley Procesal?.


Ahora le toca a Carlos Mangue intentar arreglar la chapuza de Oló. Y abrir o mandar abrir expediente sumarial por las supuestas torturas declaradas por los encausados y por la muerte de Saturnino Nkogo mientras estaba detenido por las autoridades guineanas. Eso es lo menos que puede hacer, si no quiere que se le coloque en el mismo montón de los jueces iletrados y brutos que han ejercido la ignominia de sojuzgar en lugar de juzgar en anteriores juicios que fueron teatros trágicos. Su edad y conocimientos exigen una nota de calidad al menos humana entre tanto bárbaro con toga o con fusil.


La ley penal condena el delito que se juzga a Mann y que no ha sido probado, con la pena de muerte. Mann ha negociado con Obiang declarando lo que éste espera, para inculpar a hombres poderosos y a países poderosos. Pero Obiang nunca ha cumplido sus promesas y Mann puede ser sentenciado a muerte y fusilado al amanecer como se hizo con Macias, otro que negoció con Obiang y fue engañado por éste.


Oló, en la calificación final pide ahora más penas que pidió al inicio para los guineanos amigos de Saturnino, algo que no es corriente, aduciendo ”que no colaboraron con la justicia”, o sea que pide más penas porque dijeron que habían sido torturados. Este Oló está contagiado de la misma crueldad que exhiben sus amigos iletrados, a los que se parece cada vez más.¿Y qué pasa con las personas nombradas en el juicio como Ofa Mbo y Ricardo Mangue?.


Alguien, por coherencia, deberá investigar y si hay causa, incoar. Por coherencia, algo que ya sabemos brilla por su ausencia en Guinea Ecuatorial. No se puede dar carpetazo con un simple visto para sentencia, no habiendo investigado nada.


El sumario preparado por José Oló y que manejan los jueces es un bodrio incomible. Por decencia habría que declarar el juicio nulo y volver a empezar, llevando el juez instructor la responsabilidad y autoridad completa de la investigación sumarial y haciendo las cosas bien o al menos no tan mal.


Obiang ha tenido en su vida dramática, infinitas oportunidades para hacer las cosas bien y ganar credibilidad. Siempre las ha rechazado.Ahora le toca hacer una gran trampa que evite que se ahogue en las aguas cenagosas creadas por él mismo.