miércoles, 6 de noviembre de 2019

Felicidades, presidente





Un año más me sumo a la ya tradicional felicitación a Severo Moto por su cumpleaños. Hoy celebramos que cumple 76 años y lo que más me llama la atención es que mantiene intacto el entusiasmo por reencontrase con su gente, con los sabores y aromas de su tierra tropical.




Conozco al presidente del Partido del Progreso desde hace ya muchos años. Los dos compartimos el oficio de periodistas y muchas veces nos hemos quedado analizando el mundo que nos rodea desde la perspectiva de nuestra profesión. Siempre he pensado que contar con Moto en la disidencia es un valor añadido que garantiza honestidad y transparencia al proceso que más pronto que tarde se originará en Guinea Ecuatorial.



El pueblo guineano no ha tenido la oportunidad de modernizarse y civilizarse. Como en muchos países de su entorno, ha vivido sometido a las arbitrariedades de un dictador y su caterva de acólitos. La falta de formación de sus dirigentes políticos, la indigencia moral del tirano y la más abyecta de las corrupciones han hecho de Guinea Ecuatorial un pésimo lugar donde vivir.



Severo Moto y yo compartimos nuestro amor por África. Creemos que el continente puede llegar a convertirse en el espacio más diverso y bonito del mundo. Yo, que he sido reportero por esas tierras creo que Guinea Ecuatorial tiene al alcance de la mano la posibilidad de salir de la miseria y la de alcanzar unas cotas de bienestar que hoy por hoy son inimaginables.



Moto ha sido capaz de articular una alternativa política muy seria.  Si los que detentan el poder en la República son mínimamente inteligentes apostarían por facilitar una transición pacífica y ordenada. Si esto no es así, el pueblo volverá a sufrir con los grupos más violentos y crueles. Estamos ante una posibilidad que se puede resolver con lealtad y transparencia o que, por el contrario, explote con consecuencias imprevisibles.



Lo bueno de cumplir 76 años es que ya no estás para eternizarte en el poder. La edad de Severo Moto, su preparación profesional y la solidez de su proyecto hacen que sea una garantía de éxito para el futuro de Guinea Ecuatorial.



Los exiliados tienen, a mi parecer, un mérito añadido. Llegaron a países de acogida con lo justo y han tenido que sobrevivir a una sociedad que no se lo ha puesto nada fácil. Cuando eres negro en un mundo de blancos tienes muy pocas posibilidades de pasar desapercibido. Estos exiliados no solo han salido adelante. Muchos han formado familias, han despuntado en sus profesiones o trabajos y nunca han dejado de soñar con su tierra y con lo que pueden aportar a su desarrollo.



Moto y el Partido del Progreso están más que preparados para dar el salto a Guinea Ecuatorial. El año pasado nos encontramos, por estas fechas, en un jardín cerca de la casa que ocupa con su mujer, en la provincia de Madrid y hablábamos del cambio que se iba a producir en su país si desapareciera la tiranía. Moto sabe lo que significaría para la población contar con un Plan Nacional de Educación o de Sanidad o de viviendas. Los exiliados sabrán construir una sociedad en la que quepan todos y que los recursos con los que cuentan no se destinen a inflar los bolsillos de una pandilla de salteadores de caminos sino a invertir en bienes y servicios que ponga a la sociedad guineana en la órbita de los países democráticos y avanzados del mundo.



Presidente, todos los que le conocemos estamos seguros de que, si le dejan, el cambio será espectacular. En nombre de sus colaboradores más directos y amigos, tengo el honor de transmitirle ese sentimiento de afecto, gratitud y reconocimiento que tenemos para con usted. Disfrute del día y no deje de desear la recuperación de Guinea Ecuatorial y la felicidad de su pueblo.