martes, 28 de mayo de 2019

¿INAUGURAREMOS UNA NUEVA ETAPA DEMOCRATICA EN EL POSOBIANG, O ENLAZAREMOS CON OTRA DICTADURA, COMO ES COSTUMBRE EN AFRICA?

        Foto: Celebración del 30º Aniversario del Partido del Progreso, Hotel Princesa, Madrid. 
Exilio guineano del Partido del Progreso en España, 28 de Mayo de 2019.- En el anterior artículo publicado en El Confidencial, que lleva por título: ”Africa, tierra de dictadores”, se afirmaba que sólo 10 de los 54 países que forman el continente eran democracias plenas, y  que muchos de los dictadores habían sido, sencillamente reemplazados por otros.  Guinea Ecuatorial se encuentra entre estos últimos, ya que Obiang derrocó a su tío afirmando que entregaría el poder a los civiles y  lo que nos ha traído han sido 40 años mas de dictadura. De lo que no estamos seguros es de que, agotada la etapa de Obiang, cosa que parece cercana, vayamos a alcanzar por fin la democracia y no a inaugurar la 3ª dictadura. Creo que por intentos no ha quedado. Hemos visto al propio Obiang afanado en preparar a alguno de sus torcidos vástagos para que le sucedieran. Presenciamos después un intento de golpe de estado de su entorno mas cercano, con el mismo objetivo que consiguió Obiang con el golpe a su tío Macías: continuar la dictaduras dentro del clan de Mongomo.
En nuestras manos está romper con esta tradición, o mas bien con esta maldición. Existen algunos puntos a nuestro favor: primero, que ya conocemos la jugada y segundo, que el mismo Occidente que nos quitó la libertad con la colonización, nos ha enseñado lo que es, ser y vivir en democracia. Como “no hay mal que por bien no venga”, como reza el dicho castellano, el injusto exilio que hemos padecido, cerca de un tercio de guineanos (una gran parte en occidente), consecuencia directa de las dos dictaduras, nos ha servido para conocer y aprender las costumbres de la democracia.
En un mundo global los pueblos van integrando los avances técnicos, los sociales, los políticos y hasta las modas, de los que van a la vanguardia  Ya no se dan los grupos cerrados, apartados de la civilización, ahora todo pueblo, por pequeño que sea, es una aldea global. 
Está claro que el mayor enemigo de la democracia es el localismo y en muchos casos, ciertas tradiciones. Por eso Obiang apela siempre a “nuestras costumbres aborígenes” despreciando la tradición democrática de los países avanzadas de Occidente, afirmando que “sus costumbres no nos valen y ellos no entienden las nuestras”. Está claro que aquí Obiang está reivindicando esas costumbres atávicas que permiten la pervivencia de las dictaduras en Afríca, que no son otras que la superchería, la brujería y la ignorancia. 
Es paradójico, por otra parte, que algunos opositores a Obiang, que según ellos, pretenden llevar la democracia a Guinea, estén reivindicando la poligamia y otros atavismos africanos, que son los que nos impiden salir de las dictaduras. 
En el Partido del Progreso hemos entendido desde el principio, se han cumplido ya 36 años de su fundación, que la formación y el conocimiento son siempre la base de la democracia. Cuando pusimos en marcha las primeras AULAS DEMOCRACITCAS en Guinea, sabíamos que el conocimiento nos lleva a la libertad individual, y que la libertad nos capacita para la democracia. http://geconfidencial.blogspot.com/2014/12/por-juan-cueva-valenzuela-secretario-de.html#more.
Existe otro factor importante, que es seña de identidad del Partido del Progreso: el humanismo. Una buena formación humana, lleva a los ciudadanos a respetar a los demás, a su libertad y a sus opiniones. Sin convivencia, sin respeto a los demás, no es posible la democracia. 
En al articulo al que hacíamos mención, se indicaba también la existencia de “Regímenes híbridos en los que conviven los elementos democráticos con autoritarios“. En otras palabras, países en los que no existe verdadera democracia.
En este tipo de países la democracia no ha sido asumida por la mayor parte de la población, existiendo muchos sectores anclados en el antiguo régimen. En ellos no ha existido verdadera transición a la democracia.
La autentica democracia exige dialogo, compromiso con la libertad, tiempo y una gran dosis de tolerancia. Una autentica transición, además de tiempo, lleva un enorme esfuerzo. Y exige además,  contar con unos actores y unos interlocutores, convencidos y sinceramente dispuestos a conseguir el bien común.