miércoles, 19 de diciembre de 2018

El Gobierno pone África entre sus prioridades de política exterior, con el foco en Sudáfrica, Nigeria y Etiopía

Borrell propone una comisión interministerial para el continente y anuncia una "ofensiva de presencia diplomática" en el cuerno de África
EUROPA PRESS - MADRID
El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, ha presentado este miércoles en el Congreso el tercer Plan África del Gobierno español, que pretende colocar África subsahariana entre las prioridades de política exterior, con el foco puesto en tres países que son "líderes" y "locomotoras" en sus respectivas subregiones: Sudáfrica, Nigeria y Etiopía.
En ese marco, ha anunciado que la próxima primavera habrá una "ofensiva de presencia diplomática" en el cuerno de África. Junto a estos tres países, ha mencionado otros siete que son "democracias cada vez más sólidas y economías cada vez más pujantes", Kenia, Tanzania, Angola, Mozambique, Ghana, Costa de Marfil y Senegal. Este último país, con el que España tiene ya una sólida relación, será el "piloto" de la nueva relación.

Borrell ha llamado a abandonar los "clichés" sobre África y a no contemplar el continente de manera uniforme. Etiopía y Ghana, ha dicho, son hoy países que crecen al 8 por ciento, por encima de China, y Nigeria será en 2050 el tercer país más poblado del mundo.
El ministro ha dedicado también unas palabras a Guinea Ecuatorial, la excolonia española que, según ha dicho, es "importante en política exterior" pero que no tiene "el potencial transformador" de los otros 10. Para Guinea, ha dicho, el Gobierno español quiere democracia, derechos humanos, prosperidad y paz como marco de unas relaciones cada vez más estrechas.
Por otro lado, ha explicado que el plan tiene cuatro objetivos: contribuir a la paz y la seguridad, promover un crecimiento, empleo y desarrollo sostenible, fortalecer las instituciones y alentar una movilidad sostenible, siendo consciente de que 4 de cada 5 emigrantes europeos tiene como destino otros países africanos. Sudáfrica recibe cada año 300.000 migrantes de países vecinos, más que la UE. "Hay que crear condiciones para que la migración sea una opción", ha resumido.
El ministro ha recalcado que en África se prevé una "explosión demográfica", con una población que se duplicará de aquí a 2050 alcanzando los 2.400 millones de personas, pero ha advertido contra quienes hablan de "amenaza de invasión".
Eso sí, ha reconocido que esa explosión demográfica puede suponer un "dividendo" para el continente o conllevar un peligro, si se da el caso de que la juventud no puede desarrollar en libertad su proyecto vital. Eso, ha dicho, requiere empleo, expresión política en libertad y protección de los derechos humanos, y sin eso la población será "un combustible ideal para la expresión política violenta, el yihadismo y la inmigración irregular".
Para todo ello, ha reconocido que la presencia española en la región es escasa, con 22 Embajadas en África subsahariana, cuatro consulados generales, una antena en Ghana y próximamente otra en Chad. Con un millón de estudiantes de español, ha recalcado, no hay en la región un solo Instituto Cervantes, aunque pronto lo habrá en Dakar.
Además, ha avisado de que España no puede ir por libre en sus planes para África, sino que tiene que incardinarse en la UE, y tampoco su Ministerio puede hacerlo todo. Así, el plan propone una Comisión Interministerial para África y también recuperar la Mesa para África con la sociedad civil.
África, ha resumido, puede ser "una gran oportunidad" para las empresas y los jóvenes, o "un continente a 15 kilómetros que irradiará inestabilidad hacia los países vecinos". El ministro ha destacado la presencia de fuerzas españolas en misiones internacionales en la región. "Su seguridad es nuestra seguridad", ha avisado. "Se convierte en tierra sin ley donde el terrorismo campa a sus anchas, no se van a quedar allí, lo utilizarán para acercase a nuestras casas", ha añadido.
El ministro ha dado importancia al refuerzo institucional necesario en el continente, empezando por que los países cuenten con registros civiles viables y actualizados. Eso sí, ha incidido en que esta tarea debe hacerse sin caer "en riesgo de neocolonialismo".
"Nosotros tenemos experiencia en creación de instituciones y podemos aportar, pero hay que tener cuidado de no aparecer como el hombre blanco que sabe hacer las cosas y enseña a los demás como hacerlo, esta es una etapa completamente superada", ha señalado.