lunes, 20 de agosto de 2018

CARTA DE UNA MUJER GUINEANA INDIGNADA


Advertencia: Las siguientes líneas pueden herir la sensibilidad del lector.

Hace muy poco escribí unas líneas sobre nuestro papel en la sociedad guineana y hoy me ha dado un vuelco el corazón, viendo reflejadas mis líneas en un video con el que he tropezado.  Inmediatamente me han venido a la mente conocidas e incluso alguna prima que se ha visto obligada a buscar en alguna bragueta cercana a Obiang soluciones vitales. Siento nauseas.
En el video, aparentemente ingenuo, mujeres del régimen, agradecidas por no quiero saber qué, invitan a una "fiesta por todo lo alto"  en un lujoso hotel de Barcelona en la que ellas mismas se “ofrecen” en el video como gancho para atraer adeptos. 

He intentado apartar el primer efecto que me ha producido el video y buscar algo positivo en esa reunión de compatriotas, pero me es imposible pasar por alto el intento de compra de voluntades con carne femenina, al más burdo estilo Obiang.
Intentar contrarrestar el efecto de las audistas, barrenderas y otras muchas mujeres luchadoras de esta forma resulta patético. Las mujeres guineanas no necesitamos el dinero de Obiang para organizar fiestas, lo que necesitamos es LIBERTAD Y PROGRESO para nuestro pueblo. Somos caras bonitas pero no a su servicio, no nos vendemos y mucho menos permitimos que nos utilice como cebo de ninguna de sus intenciones.
Por otra parte, me parece una ofensa que celebren una gran fiesta a gastos pagados, en un lujoso hotel de Barcelona, con nuestro dinero, sabiendo que nuestro pueblo se encuentra en la miseria, gracias a los robos y al despilfarro que ha perpetrado esta dictadura.  
Si como yo te sientes ofendida, compártelo y que el dictador se entere de una vez: las mujeres guineanas queremos DEMOCRACIA