De mercenario-golpista a espía al servicio de Obiang
Simon Mann, el hombre que intentó derrocar al dictador, trabaja para él controlando a la oposición
EL PAÍS, José Mª. de Irujo, 27-6-2017
Simon Mann, el mercenario surafricano de origen
británico que dirigió un golpe de Estado en 2004 contra Teodoro Obiang, ha sido
contratado por el dictador africano para controlar a la oposición guineana en
el exterior, según reveló el mismo ante el tribunal de París que juzga a
Teodorín Nguema Obiang, el hijo del presidente de Guinea Ecuatorial acusado de
corrupción, blanqueo, desvío de fondos públicos y abuso de
confianza.
Mann es el único testigo
que ha presentado la defensa de Teodorín que se enfrenta a una condena de diez
años de prisión y a una multa de 50 millones, casi la mitad de sus bienes
embargados en Francia.
La presencia de Mann en
el Tribunal Correccional de París que juzga el caso llamado “los bienes mal
adquiridos” sorprendió a las autoridades judiciales francesas que acusan a Teodorín de
saquear 110 millones del Tesoro Público de Guinea Ecuatorial y
blanquearlo con compras millonarias en París. El mercenario reconoció que el
presidente le pidió que acudiera a testificar en favor de su hijo y no ocultó
que le han pagado su traslado y estancia en la capital francesa. Afirmó que su
misión consiste en garantizar la seguridad de Obiang y evitar que sea derrocado
por un golpe de la oposición.
Mann fue detenido en
2004 por las autoridades de Zimbabue junto a otros 70 mercenarios que se
dirigían a Guinea Ecuatorial a bordo de un avión para invadir el país y
derrocar al dictador. Durante cuatro años cumplió condena en una prisión de
Zimbabue y después fue extraditado a Guinea Ecuatorial donde le condenaron a 34
años de cárcel. Obiang le
indultó y concedió el perdón presidencial en 2009 liberándole del
penal de Black Beach, en Malabo. Desde 2011 trabaja para el Gobierno de Guinea
Ecuatorial, según su nuevo testimonio que sorprendentemente nada tiene que ver
con los hechos que ahora se juzgan en Francia.
El ejecutor del
golpe fallido dice que firmó un contrato con el presidente africano en 2011
En su comparecencia ante
el tribunal de París el mercenario relató su golpe de estado frustrado y volvió
a implicar a Severo Moto,
uno de los dirigentes más activos de la oposición guineana, según señalan
testigos presentes en la sala de vistas. Afirmó que se reunió con él en Madrid en
cuatro ocasiones y reconoció su papel como brazo ejecutor. Simon Mann siempre
ha mantenido la supuesta implicación de los Gobiernos de España, Reino Unido y
Sudáfrica en el fallido golpe. Y señalado a Mark Thatcher, hijo de la ex
primera ministra británica, como uno de los inductores. Este último reconoce su
amistad con Mann, pero niega cualquier relación con los hechos.
Durante la sesión del
pasado lunes que concluyó a las 23,30 horas además de Mann declararon los
empresarios Germán Pedro Tomo,
de 57 años, un ecuatoguineano residente en Madrid, y el italiano Roberto Berardi,
quienes relataron al tribunal las presuntas comisiones ilegales y actividades
delictivas de Teodorín Nguema Obiang al frente de la empresa Somagui Forestal
durante su etapa de ministro de Agricultura y Bosques. El Patrón, como le
llaman en Guinea Ecuatorial, es en la actualidad vicepresidente segundo del
país un cargo que le otorgó su padre para intentar blindarle de la orden de
busca y captura que durante varios años emitió la Justicia francesa ante su
negativa a declarar en este juicio, una vista a la que no se ha presentado.
Germán Pedro Tomo resume
así su declaración judicial: “Les dije a los abogados de Obiang que estamos
hablando de centenares de millones de euros blanqueados en Francia, EE. UU. y
Brasil. Que una persona que ha gastado tanto dinero debería tener empresa
legal, con actividades y trabajadores. Que me demostraran de donde salió todo
ese dinero porque Somagui Forestal nunca existió. Se quedaron mudos porque no
pueden demostrar nada”.
Empresarios
españoles han relatado los presuntos chantajes y el pago de comisiones a El
Patrón
Tomo fue exdiputado del
Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), el partido de Obiang. En 2005
dos sicarios colombianos intentaron asesinarle en la puerta de su casa en
Alcorcón, pero se equivocaron con su hermano que recibió varias puñaladas. Los
sicarios fueron condenados a 11 años de cárcel y confesaron que fueron
contratados por dos españoles residentes en Guinea Ecuatorial. El empresario
señala como instigador al presidente Obiang.
Berardi, un exsocio de
Teodorín que también acabó en una cárcel de Bata, al igual que otros
emprendedores españoles, relató que cuando se encontraba en prisión este
utilizó presuntamente sus empresas para desviar grandes cantidades a Brasil.
Con su empresa constructora
Eloba, Teodorín
adquirió casi toda la iconografía del cantante Michael Jackson,
entre otros objetos el famoso guante de cristal de Swarosky que lució en su
mano derecha durante la gira de Bad.
Eloba es una de las dos
empresas que aparecieron en la demanda presentada en EE. UU. contra el
vicepresidente guineano y que le obligaron a vender su villa en Malibú valorada
en 30 millones y a entregar esa cantidad a organizaciones de caridad que ayudan
el pueblo guineano. A nombre de esta empresa el hijo preferido de
Obiang compró 9 apartamentos de lujo en Brasil. En una carta
remitida a EL PAÍS durante su encierro, Berardi describió las presuntas
prácticas corruptas de su exsocio.
Durante la instrucción
del caso una comisión judicial francesa dirigida por los jueces Roger Loire,
René Grouman y la entonces juez de enlace en España Helen Davos tomaron
declaración en 2012, en Madrid, a ocho emprendedores españoles que antes de
iniciarse la causa habían revelado
a este periódico el presunto chantaje al que fueron sometidos por
Teodorín Obiang.