miércoles, 7 de junio de 2017

EL PARTIDO DEL PROGRESO DE GUINEA ECUATORIAL, LO TIENE CADA VEZ MÁS CLARO. YO, TAMBIÉN


Por Severo-Matías MOTO NSA, Presidente del Gobierno en el Exilio del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial

*El día 5 de junio de 1988, yo llegaba a Guinea Ecuatorial, por primera vez, después de haber vivido siete años de exilio en España (1981-1988) y cinco años después de haber fundado el Partido del Progreso en el exilio, (España 1983) El régimen de Obiang Nguema me rechazó, y se limitó a recibir, de forma violenta y  furtiva el “Paquete de Leyes para la Transición” que yo llevaba bajo el brazo.
*El día 2 de mayo de 1992, yo llegaba a Guinea Ecuatorial, en segundo intento de abandonar el exilio y lograr el reconocimiento o legalización del Partido del Progreso en Guinea Ecuatorial. Esta vez, España, la España socialista, tan poderosa y decisiva, jugando legítimamente el papel preponderante que le toca, en temas de Guinea Ecuatorial, se encargó de ponerle freno al nivel franco y decisivo proceso de democratización que se pretendía poner en marcha en Guinea Ecuatorial. Fui vivo y atento testigo de la escandalosa riña que se produjo entre España y los Estados Unidos, a través de sus respectivas Embajadas. España aconsejaba a la oposición a no tener prisa por el cabio; sino a “ir conquistando pequeños espacios de poder”; mientras Estados Unidos peleaba por exigir a Obiang Nguema y su régimen  que el proceso no tuviera más dilación que el tiempo que se tardaba en establecer el IMPERIO DE LA LEY y el “Paquete de Leyes para la Transición”.
GANO ESPAÑA:

1.-Obiang Nguema se salió con la suya, constituyéndose en “árbitro y moderador” del proceso de democratización.
2.-El asesinato de Pedro Motú Mamiaga, sin el más mínimo aviso o advertencia de nadie a Obiang Nguema, de que ese no era el mejor camino del proceso de democratización. Y el miedo y el terror del pueblo, tomó cartas en el asunto. Solo Obiang Nguema podía utilizar la violencia, el terror y el apoyo de la potencia… para marcar el ritmo de la democratización.
LA UNIÓN EUROPEA SE RETIRÓ:
Y nos dejó a los guineanos un solo mensaje decisivo y definitivo: Mientras no echéis al líder de este régimen (el general Obiang Nguema) nada se puede esperar de este país.
ESTADOS UNIDOS  PERDIÓ:
1.- Todo eran discusiones acaloradas entre funcionarios de la Embajada española y la norteamericana. Aquellos aconsejando “no molestar a Obiang Nguema; estos exigiendo limpieza, claridad y decisión contra el régimen.
2.- Lanzaron al aire el bulo de que los “Estados Unidos pretendían traer a Guinea Ecuatorial a un grupo de marines para desplazar, de un golpe de estado,  a Obiang Nguema”
3.- Obiang Nguema, para dar más verosimilitud africana a las acusaciones europeas de golpe de estado, acusó al Embajador americano, Excelentísimo señor John Ernst Bennett, de “hacer brujería para apoyar a la oposición”
4.- Finalmente Obiang Nguema echó de Guinea Ecuatorial al Embajador americano.
5.- El proyecto de normalización política, democrática y de desarrollo de Guinea Ecuatorial se fue al carajo. Todo se redujo en una sola alternativa para la oposición: O meterse en la entrepierna de Obiang Nguema y comer en la COSINA; o “ir conquistando pequeños espacios, según orden de España: (2 escaños y dos sillas, reservados a un partido socialista guineano);  o “caer en el OCASO”- según anuncia el cruel dictador.
“¡¡¡SOLOS, VOSOTROS, NUNCA PODRÉIS DIRIGIR ESTE PAIS!!!”
Nunca se me olvida, ni se me olvidará nunca el gran reto con el que me recibió el pueblo guineano, cuando llegué a Guinea Ecuatorial, abandonando, por segunda vez, el exilio, y decidí abrir puertas a las afiliaciones de la ciudadanía guineana, al Partido del Progreso.
En el aire latía, ya desde España, mi sincero  mensaje de que “España volverá a ser nuestro compañero de camino en la andadura de la independencia;  especialmente en el difícil y desconocido camino de la democracia.
La gente acudía, de forma multitudinaria, a afiliarse,  a la sede del Partido del Progreso, ya antes de que consiguiéramos la dura y difícil legalización. Todo era un clima que parecía más una invasión, que una normal elección de opción política.
-¿Has dicho que España volverá  a Guinea Ecuatorial?
-Sí.
Yo volvía del exilio en España. Y reconozco, humildemente, que mi fama de “pro español”, ha sido utilizada como violenta espada de doble filo.
-Vengo a afiliarme a este partido porque has dicho que España volverá a ser nuestro compañero de camino…
Este era el más escuchado estribillo de la gente que se afiliaba al Partido del Progreso. Pero un día se me acercó un hombre ya maduro. Tras un saludo cariñoso y un largo apretón de manos, se me presentó al más puro estilo guineo:
-Yo soy de Mongomo. De la tribu Esaguong; como tú. Pero, vengo afiliarme a tu partido, no porque eres esaguong; sino porque has dicho que los españoles volverán a  Guinea Ecuatorial.
Y con el ceño fruncido y los ojos desencajados, me fulminó el hombre:
- ¡¡¡Porque este país no lo podéis gobernar entre vosotros, solos!!!.

YO LO PROCLAMÉ A LOS CUATRO VIENTOS
Lo cierto, y comprobable es que, a través de algunos medios españoles de entonces (1983) al fundar el Partido del Progreso, lancé al aire mi convicción de que Guinea Ecuatorial debía ser COGOBERNADA con España. Es muy posible que el mensaje calara más profundamente en el alma y convicción de algunos guineanos que en los españoles…
“Es que esto, ni sería comprensible, ni admitido internacionalmente” -Me reprenden unos españoles. Otros se limitan a advertir, con preocupación, de que: “Guinea Ecuatorial corre serio peligro de convertirse en una nueva Filipinas”
Sí; es cierto que Obiang Nguema ha aprovechado mi mensaje, como lo ha hecho con tantos otros mensajes, documentos y proyectos míos elaborados por el Partido del Progreso; y que, presentados a su gobierno, como lo fue el PAQUETE DE LEYES PARA LA TRANSICIÓN (1988) los ha violado, mal utilizado o desvirtuado en un burdo y sucio “proceso de democratización a la equator-guineana”
Claro que en la Guinea Ecuatorial y en el régimen terrorista, golpista y dictatorial de Obiang Nguema, hay y pesan españoles. Guinea Ecuatorial necesita de los españoles! Pero Obiang Nguema los necesita, no solo para que, en su momento, le dieran el PLACET al golpe de estado del 3 de agosto de 1979, para deshacerse del incomodo Macías Nguema; sino para s estableciera una especie de CO-GOBERNACIÓN de Guinea Ecuatorial absolutamente diferente, opuesta y contraria a la que me hizo grande en el pueblo guineano cuando lo propuse.
No es esta la CO-GOBERNACIÓ de Guinea Ecuatorial que yo propuse, al fundar el Partido del Progreso. No es esta la ESPAÑA que anuncié al pueblo guineano que volvería a ser nuestro compañero de camino en la larga caminata de la independencia (tan desastrosamente concedida)

DON ADOLFO SUÁREZ GONZÁLES INTENTO UN MODELO DE CO-GOBERNACIÓN

La CO-GOBERNACION que proponía yo, y  la compañía de camino que anuncié a Guinea Ecuatorial, al fundar el Partido del Progreso, se parecía muy mucho al PLAN DE COOPERACION que el Excelentísimo Señor Don Adolfo Suarez González, Presidente del Gobierno español, programó e intentó establecer entre España y Guinea Ecuatorial, a propósito del golpe de estado del 3 de agosto de 1979. Intentó cubrir de ASESORES, con capacidad de decisión, todos los sectores de la Administración del país: Educación, Sanidad, comunicaciones, transportes y comunicaciones, energía… mundo militar, de la Seguridad, Justicia, etc.etc.
Nos Aseguran los entendidos, (para gran tristeza y decepción del pueblo guineano) que otra  potencia europea… prohibió a España poner en marcha este plan de cooperación con su antigua colonia.
“¡¡¡Ahhhh!!! O sea que España, no es que no QUIERE; es que NO LE DEJAN!!!- gritan, decepcionados los guineanos…
No nos es permitido ahondar en las razones de fondo y de profundidad, de este dislate; entre otras cosas, en respeto a ESPAÑA…
Pero  no podemos terminar este comentario sin dejar muy claros, dos hondas convicciones del Partido del Progreso.
1.- No es nuevo ni desconocido que el Partido del Progreso, al nacer en el exilio y trasladarse a Guinea Ecuatorial (1983-1988) nunca tuvo por objetivo exhibir un poder económico disponible para alcanzar el poder político, sumergirse en el poder económico y adueñarse de Guinea Ecuatorial. Protagonizar un servicio a Guinea Ecuatorial que lo recuperase de la postración humana, social, cultural; de falta de libertades y derechos humanos, de un  profundo vacío del imperio de la ley, alejado de la seguridad jurídica para bienes y personas; al margen de la normalidad política y democrática, apartado del mundo de la globalidad y el desarrollo; marcado con la insignia de la hambruna, el látigo de las enfermedades tropicales endémicas, hundido en la decadencia, donde la luz eléctrica, el agua potable, la sanidad y la educación son considerados como reserva de lujo para otros mundos… Rescatar a Guinea Ecuatorial del hoyo de miseria, podredumbre moral, tragedia de muertes y asesinatos, fondo sin fondo de corrupción inducida. Que toda esta tarea necesita de medios económicos para crear y asegurar  la infraestructura sobre la que se asiente este proyecto, es indudable. Pero nuestro proyecto para Guinea Ecuatorial nunca fue, no ha sido, no es, ni será o tendrá por fin y objetivo hacer dinero y DOMINAR el mundo.
2.- Desde sus inicios, y después de 15 años de amarga experiencia de a dónde había ido a parar nuestro país al entrar en la independencia, nos dimos cuenta de que esta labor necesitaba absolutamente, más que de emociones y alegrías; africanismos y “yo-mismos”. Creí que era absolutamente necesario retomar el contacto sincero y profundo con ESPAÑA.
3.- Ni la negativa de ESPAÑA a asumir esa parte de responsabilidad de COOPERAR (¿CO-GOBERNAR?) Guinea Ecuatorial; ni el “YOMISMO” africano en el que se revuelcan los llamados “EQUATORGUINEANOS” como avestruces, con las cabezas perdidas en el barro de la DECADENCIA y todo el resto del cuerpo al albur de los avispados extranjeros. Ninguna de estas actitudes le priva a Guinea Ecuatorial del derecho a ser libre, a recuperar los derechos humanos, a vivir bajo el  imperio de la ley, a decidir en elecciones libres, a ser partícipe de su desarrollo, a sumergirse dignamente en la globalidad y  a ser un pueblo feliz.
4.-Si una potencia se niega a acompañar a Guinea Ecuatorial en ese evidentemente duro  y complicado camino; y sin embargo se presta a certificar nuestra desaparición, como pueblo, a cambio de cebarse en los intereses económicos, el Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial lo tiene muy claro. Al encuentro de quien, en una labor de sincera compañía, sea capaz de aceptar y acepte la conjugación y conciliación de los intereses del pueblo guineano con los suyos, para hacer de Guinea Ecuatorial “LA ESTERLLA DE AFRICA”.