domingo, 22 de enero de 2017

GUINEA ECUATORIAL NIDO DE DICTADORES


 

Se ha confirmado la noticia de la presencia en Guinea Ecuatorial de Yaya Jammeh, ex-dictador de Gambia. Permitir el exilio de un dictador de la zona es una decisión bastante arriesgada por parte de Obiang, que unilateralmente -según su condición de dictador- ha "dictado", "comerse" ese "marrón", o mas bien, que nos lo "traguemos" todos los guineanos. Acoger a un dictador es adherirse a su causa, protegerle y acoger todo su séquito y su pequeño clan, pechando con las consecuencias, los riesgos, de las acciones de desestabilización sobre la joven democracia gambiana, que seguro llevará a cabo desde nuestro país, y quien sabe si con la ayuda de su "homónimo" Obaing.


Desde el Partido del Progreso creemos que la presencia de Jammeh en Guinea Ecuatorial es un nuevo lastre y una hipoteca para nuestro futuro democrático. A partir de ahora, los opositores guineanos y el resto del pueblo, tendremos que luchar contra dos dictadores.

Nuestro dictador ha vuelto a despreciar a su pueblo, convertido en un "convidado de piedra  " en los asuntos que mas nos conciernen. Nos considera pobres mentales y nos trata como autentica escoria. 

Nos oponemos frontalmente a esta sorprendente decisión de Obiang y llevaremos el asunto ante la comunidad internacional. 


LA NOTICIA
El País
El expresidente de Gambia cede a la presión internacional y se exilia
Yahya Jammeh perdió las elecciones y se negó a traspasar el poder
Gambia espera este domingo la llegada de Adama Barrow, tras la salida forzada hacia el exilio de su predecesor, Yahya Jammeh, quien tras 22 años en el poder y seis semanas de crisis política, cedió finalmente a la presión de sus vecinos de África Occidental.


El expresidente Yahya Jammeh toma un avión privado al exilio este sábado.  REUTERS

Con AFP
En la capital, Banjul, las espontáneas manifestaciones de alegría para festejar la partida del autócrata, que dirigió férreamente el país durante más de dos décadas, dieron paso a una mayor tranquilidad.
El país, pequeño Estado anglófono enclavado en Senegal, con la excepción de una pequeña franja costera, estaba sumido en una profunda crisis después de que Jammeh anunciara el 9 de diciembre que no cedería el poder a Adama Barrow.
Barrow, de 51 años, que había ganado las elecciones el 1 de diciembre, debió finalmente jurar el cargo en la embajada de su país en Dakar.

Luego de múltiples intentos para persuadir a Jammeh, los presidentes de Guinea, Alpha Condé, y de Mauritania, Mohamed Uld Abdel Aziz, viajaron el viernes a Banjul, para una última mediación, que terminó con éxito.
Además, varios países de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) enviaron tropas a Gambia para presionar a Jammeh tras la jura de Barrow, que sigue en Dakar.
Rumbo al exilio
Jammeh, despegó el sábado por la noche a bordo de un Falcon, acompañado por el presidente guineano Alpha Condé, rumbo a Guinea Ecuatorial.
En un comunicado conjunto, difundido poco después de que Jammeh abandonara el país, la CEDEAO, la Unión Africana y la ONU, indicaron que van a defender los derechos del expresidente, incluyendo la posibilidad de que retorne a su país, y declararon el fin de la intervención.
Las tres organizaciones saludaron "la buena voluntad" del expresidente Jammeh para lograr una salida pacífica a la crisis. Las fuerzas de la CEDEAO permanecerán sin embargo "el tiempo necesario" para garantizar la seguridad del regreso al país del nuevo presidente Barrow, posiblemente este domingo.
Este mismo domingo por la mañana, soldados senegaleses de la CEDEAO ingresaron en territorio de Gambia, siendo recibidos con vivas por la población y por militares, en la localidad fronteriza de Farafegny.
Debido a la crisis política, más de 45.000 personas han huido del país desde principios de enero, la mayoría hacia Senegal, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).Tras la salida al exilio de Jammeh, muchos habitantes de la capital portaron camisetas con la inscripción "Gambia has decided" (Gambia decidió, en inglés), el eslogan de los partidarios de un cambio de régimen. Por su parte, los partidarios de Jammeh, con aire triste, elogiaban el sentido de sacrificio del expresidente.

Para Steve Cockburn, un responsable de la oficina regional de Amnistía internacional para África Occidental, basado en Dakar, el exilio de Yahya Jammeh marca el inicio de un "nuevo viaje" para Gambia, que puede "convertirse en un modelo para los derechos humanos en África Occidental".


El presidente electo de Gambia, Adama Barrow. 

Gambia espera este domingo la llegada de Adama Barrow, tras la salida forzada hacia el exilio de su predecesor, Yahya Jammeh, quien tras 22 años en el poder y seis semanas de crisis política, cedió finalmente a la presión de sus vecinos de África Occidental    

Publicado el 22-01-2017 Modificado el 22-01-2017 en 14:50

Con AFP
En la capital, Banjul, las espontáneas manifestaciones de alegría para festejar la partida del autócrata, que dirigió férreamente el país durante más de dos décadas, dieron paso a una mayor tranquilidad.
El país, pequeño Estado anglófono enclavado en Senegal, con la excepción de una pequeña franja costera, estaba sumido en una profunda crisis después de que Jammeh anunciara el 9 de diciembre que no cedería el poder a Adama Barrow.
Barrow, de 51 años, que había ganado las elecciones el 1 de diciembre, debió finalmente jurar el cargo en la embajada de su país en Dakar.

Luego de múltiples intentos para persuadir a Jammeh, los presidentes de Guinea, Alpha Condé, y de Mauritania, Mohamed Uld Abdel Aziz, viajaron el viernes a Banjul, para una última mediación, que terminó con éxito.
Además, varios países de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) enviaron tropas a Gambia para presionar a Jammeh tras la jura de Barrow, que sigue en Dakar.

Rumbo al exilio
Jammeh, despegó el sábado por la noche a bordo de un Falcon, acompañado por el presidente guineano Alpha Condé, rumbo a Guinea Ecuatorial.
En un comunicado conjunto, difundido poco después de que Jammeh abandonara el país, la CEDEAO, la Unión Africana y la ONU, indicaron que van a defender los derechos del expresidente, incluyendo la posibilidad de que retorne a su país, y declararon el fin de la intervención.
Las tres organizaciones saludaron "la buena voluntad" del expresidente Jammeh para lograr una salida pacífica a la crisis. Las fuerzas de la CEDEAO permanecerán sin embargo "el tiempo necesario" para garantizar la seguridad del regreso al país del nuevo presidente Barrow, posiblemente este domingo.
Este mismo domingo por la mañana, soldados senegaleses de la CEDEAO ingresaron en territorio de Gambia, siendo recibidos con vivas por la población y por militares, en la localidad fronteriza de Farafegny.
Debido a la crisis política, más de 45.000 personas han huido del país desde principios de enero, la mayoría hacia Senegal, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Tras la salida al exilio de Jammeh, muchos habitantes de la capital portaron camisetas con la inscripción "Gambia has decided" (Gambia decidió, en inglés), el eslogan de los partidarios de un cambio de régimen. Por su parte, los partidarios de Jammeh, con aire triste, elogiaban el sentido de sacrificio del expresidente.
Para Steve Cockburn, un responsable de la oficina regional de Amnistía internacional para África Occidental, basado en Dakar, el exilio de Yahya Jammeh marca el inicio de un "nuevo viaje" para Gambia, que puede "convertirse en un modelo para los derechos humanos en África Occidental".