Editorial, El Confidencial
-Es posible que el futuro democrático de Guinea Ecuatorial, en estos momentos, penda de un hilo.
-Hay que extirpar y tratar el cáncer de la dictadura, evitando que no se produzcan metástasis.
-Conseguir la democracia es tarea de todos, sin excepción.
Exilio guineo en España, 18 de Octubre de 2016.- La historia ha demostrado que después del colapso de un régimen autocrático, bien por la muerte del dictador o por el estallido de una revolución interna, lo normal es que este salte por los aires. Lo que expresado en román paladino se diría: "muerto el perro se acabó la rabia". Parece ser de sentido común, que para instalar una auténtica democracia en Guinea Ecuatorial, haya que acabar antes con todo vestigio de dictadura. Desbaratar el andamiaje que le ha permitido pervivir durante mas de cuarenta años.
Acabar con las estructuras represoras, eliminar muchas instituciones y limpiar otras; reducir el poder de los hombres fuertes y acabar con los modos y costumbres que ha implantado la dictadura, erradicando actitudes tan extendidas, con el robo y la mentira. No es posible, por tanto, levantar el nuevo edificio de la democracia, sin antes haber derribado las viejas covachas de la dictadura. Ni tampoco se deben utilizar en su construcción los viejos y herrumbrosos materiales derruidos.
¿Quiénes deben ser los impulsores y los protagonistas del cambio?. Sin duda el propio pueblo guineo en su conjunto, junto a él, todas los grupos sociales, las asociaciones, las figuras relevantes y los partidos políticos.
Por tanto, la responsabilidad es de todos, aunque somos los partidos políticos los que tenemos que desencadenar la rebeldía y encauzar y coordinar las acciones a llevar a cabo, así como controlar muy bien los tiempos.
La experiencia nos ha enseñado como debemos tratar al dictador y como hay que huir de sus trampas. Sabemos para lo que han servido sus fraudulentas elecciones y el daño que han hecho en la lucha contra la dictadura la presencia de algunos partidos en las mismas. También conocemos lo que han dado de sí los diferentes procesos de diálogo vinculantes, bautizado el último como "efi firi" y sus llamadas a retornar a nuestro país para después ser neutralizados. Cualquier iniciativa que salga de Obiang va dirigida a ganar tiempo o a neutralizar a la oposición, porque no van a abandonar su latrocinio, ni permitir que se les escape este gran chollo. Ya hemos comprobado el fiasco de las ultimas jornadas étnicas, llevadas a cabo en la embajada de Guinea Ecuatorial en España; otro engaño mas.
Dicen que la mentira es la mejor herramienta para triunfar, sobre todo para los dictadores. Obiang la ha utilizado de forma magistral, creando bulos contra los opositores y manipulando la realidad hasta extremos burdos, con el fin de desprestigiar a la oposición exiliada (recordemos el caso ébola, que nos regaló el malvado de OndoCris). Lo triste de esta historia es que muchos opositores le han comprado las mentiras al dictador, y a éste le ha ido bastante bien. En este sentido hemos publicado en nuestra página muchos episodios de las campañas que Obiang ha desencadenado contra nuestro Presidente y el empeño (en medios y en dinero) que ha puesto el Dictador para desprestigiar y neutralizar a Severo Moto, el único opositor de los llamados históricos, que ha permanecido luchando sin desfallecer la mayor parte de su vida contra las dos dictaduras en nuestro país.
Este conjunto de malhechores que nos están parasitando, no van a abandonar fácilmente el poder. Ya los estamos viendo posicionarse para cuando desaparezca Obiang -que será pronto- intentar tomar el poder y repartirse los despojos. Da igual que sea un hijo, la propia Constancia o un hombre fuerte de Mongomo, el resultado es que seguirá siendo una dictadura. Tal vez quieran engañarnos, dejándose acompañar por los partidos del interior, siempre dispuestos a cooperar, con tal que los partidos de fuera sigan permaneciendo en el exilio.
¿Y los partidos de la oposición exiliada, qué?. En honor a la verdad, hemos de decir que se han dado pasos muy importantes de cara a la unidad, aunque todavía existan ciertas reticencias. Lo cierto es, y según nos manifiestan los que están padeciendo la dictadura, que solo esperan a los de fuera, especialmente a un partido y a un líder.
Los guineanos vivimos momentos cruciales para nuestro futuro y para el de las generaciones venideras. Ciertamente no hemos sido capaces de acabar con la dictadura, pero ¿seremos capaces de evitar que esta se autoperpetue por unos cuantos lustros más?. Ya comienza a ponerse en marcha la maquina de las mentiras, para preparar el terreno a los sucesores. Vendrán contritos diciéndonos que Obiang ha sido muy malo, olvidándose que ellos han sostenido al régimen, incluso participando en sus crímenes y además han sido los beneficiaros directos del latrocinio.
Para desenmascarar toda esta viciada atmósfera que se pretende crear, con el objetivo de frenar la capacidad de reacción de la oposición, debemos tirar de vademécum y poner los remedios adecuados, tomando el ejemplo de muchos otros países que sí han sabido salir de esta pesadilla. Y lo han conseguido gracias a la unidad de acción de todas las fuerzas opositoras. Pero eso no ha sido suficiente, ha hecho falta que se pusiera al frente una persona con suficientes credenciales de resistencia a la dictadura, con capacidad de liderazgo y aceptada por la mayoría del pueblo. Aquí no vale la propuesta de los mediocres, que consiste en hacer algo rotativo o echarlo a suerte a ver si le toca la lotería a alguno. ¡No!. Se requiere el mejor, el mas preparado, el más temido por el régimen, el mas osado, el más valiente...
Una vez denunciados y desbaratados los planes de la pretendida autosucesión, preparar el RETORNO EN LIBERTAD de todos los partidos y opositores exiliados, para llegar a las elecciones. Unas elecciones libres, en las que el pueblo será el que decida y no otros poderes, ni terceros países. De eso tenemos sobrados ejemplos y algunos muy cercanos a nosotros, en el tiempo y en el espacio. ¡No repitamos los mismos errores que los demás!.