Dar con el paradero de Teodorín se ha convertido en la principal ocupación de opositores y de no opositores. Jugar al despiste parece ser también el deporte nacional del régimen. Esta mañana sonaban las sirenas de una comitiva de coches en Malabo, a la par que anunciaban que Teodorín iba en ella. Esto lo llevan haciendo durante su larga ausencia; siguen intoxicando sobre el paradero del Sucesor. Estamos viviendo miméticamente el episodio de Curasao, por ese motivo creemos que algo no muy bueno le esta ocurriendo a Teodorín.
Llevamos un mes sin Teodorín en suelo guineano. De eso es lo único de lo que estamos seguros. En todo este tiempo se ha estado comentando, lo decían los propios del régimen, especialmente los jóvenes de ASO, que su Jefe estaba detenido en algún país, probablemente en Francia. Quizá esto avale el viaje precipitado que según nos cuentan, hizo Obiang ayer, día 22, a Francia.
Luego ha venido la información, con aires de verosimilitud, de su ingreso en la clínica cubana donde trataron a Maradona. Aunque estamos convencidos que a este "perdido" no hay quien lo cure. De todas formas, la situación es kafkiana: que el pretendido sucesor a la presidencia de un país sea -ademas de violador, ladrón e inculto- un drogadicto sin solución, es demasiado fuerte y, creo que demasiado atrevido.
El Partido del Progreso ha tenido un principio y un objetivo muy claro en toda su acción política: los guineanos -todos sin exclusión- somos los que tenemos que labrarnos nuestro futuro democrático. Somos, por tanto, nosotros los que nos tenemos que sacudir el jugo de esta dictadura y procurar que los próximos gobernantes no sean también dictadores, ni medio dictadores, sino democráticos y elegidos por nosotros mismos.
Es en ese sentido es donde estamos trabajando en el PPGE. Ese el talante que mostramos cuando nos unimos -muchas veces criticados por ello- a otros partidos exiliados, para que la solución siempre venga de los propios guineanos. Con una transición a la democracia con reconciliación y con la participación de todos.
Por ese motivo nos dan miedo las "soluciones" que las potencias con intereses en Guinea -unilateralmente- puedan dar a la tragedia que vivimos. Don Severo Moto ha manifestado muchas vences que la implicación de las grandes potencias para deshacernos de la dictadura es bienvenidas, incluso necesaria, pero sin perder de vista las aspiraciones democráticas de nuestro pueblo. Y como condición, apoyar un proceso de transición limpio y con elecciones democráticas y transparentes a corto plazo. Este es el camino y no otra clase de aventuras. ¡¡¡Qui habet aures audiendi audiat ¡¡¡ (QUIEN TENGA OIDOS PARA OIR QUE OIGA)