martes, 9 de agosto de 2016

GUINEA ECUATORIAL EN LOS JUEGOS OLIMPICOS DE RIO 2016

Por  Gabriel Moto Nsá, licenciado en Educación física por la Universidad de Barcelona y gestor de grandes acontecimientos deportivos.

Los Juegos olímpicos suelen ser una buena oportunidad para lucir la capacidad de trabajo y de organización de los distintos países del mundo. No siempre una buena preparación suele llevar aparejada la consecución de los objetivos establecidospero sí la superación de una etapa y la alegría del deber cumplido. Sabemos que a veces también intervienen otros elementos que pueden condicionar el logro de los objetivos deseados.

En la madrugada del viernes día 6 de Agosto, me quedé mirando por la televisión la ceremonia inaugural de los 31 Juegos Olímpicos de la era moderna que tienen lugar en Rio de Janeiro. Además de mi curiosidad profesional por ser hombre del deporte, también tenía mucho interés en ver cuál era la performance de mi país de origen, Guinea Ecuatorial.


Las campanadas del día anterior anunciaban la llegada a Rio del vicepresidente de Guinea Ecuatorial con todo su sequito para representar a su país en tan magno acontecimiento. Esta pomposidad me hizo pensar que Guinea Ecuatorial acudiría a Brasil con una importante delegación de deportistas fruto de los últimos años de intenso trabajo.  La realidad fue muy decepcionante. Guinea Ecuatorial acudía a Rio con solo dos deportistas;dos atletas para más señas. En el desfile, como suele ser normal,  más delegados que deportistas, mas acompañantes, más  chupópteros que los verdaderos merecedores de estar presentes en esta exhibición.

Un poco de historia

Guinea Ecuatorial creo su comité olímpico en el año 198y su primera participación en unos Juegos Olímpicos fue en Moscú en el año 1984. En estos treinta años, Guinea Ecuatorial no ha sido capaz de dar un paso adelante para  conseguir una participación coherente con su producto interior bruto y su situación privilegiada dentro de la economía mundial. La explotación de las riquezas del subsuelo, el producto interior bruto y situación geoestratégica en el golfo de Guinea, permite a nuestro pequeño país presentarse al mundo con suficiente orgullo y altivez del que sabe que lo puede conseguir todo.



Participar en unos Juegos Olímpicos exige un esfuerzo de organización durante los cuatro años anteriores. Se trata de medir nuestra capacidad, nuestras posibilidades como país y a partir de aquí, organizar a nuestra gente para realizar un trabajo serio que nos permitirá llegar con cierto éxito a los Juegos Olímpicos cada cuatro años. Las instalaciones, las infraestructuras, la formación de los deportistas, la capacitación de los técnicos, los planes de entrenamientos, son condittio sine qua non, para tener un éxito deportivo. Llamo éxito a participar con dignidad dentro de las capacidades de cada país. Participar dignamente es evitar la improvisación, es no esperar que la familia olímpica nos invite, sin méritos reconocidos, solo porque la solidaridad olímpica quiere que participen cuanto más países mejor.

Guinea Ecuatorial participa en estos Juegos olímpicos con una chica de 36 años que correrá los 100 metros vallas y con un chico de 27 años que participará en los 800 metros. En los actuales Juegos Olímpicos se han convocado 41 deportes en total y solo participamos en uno. No es de recibo que un país de nuestras posibilidades solo participe en una especialidad. Esto supone una gran dejación de las responsabilidades, o mejor dicho, se espera que los deportistas surjan por generación espontánea y consigan resultados deportivos sin apenas esfuerzo. No hay nada de espontaneo en el deporte y que dure si no se hace un seguimiento, como en todas las cosas de la vida.

¿Quién selecciona a nuestros deportistas? ¿Qué plan de entrenamientos llevan? ¿Cómo se cuida su alimentación? ¿Qué controles médicos reciben? ¿Qué han hecho en los últimos cuatro años?..... Como podemos comprobar, hay muchas preguntas sin respuesta.

No es mi intención criticar a los deportistas que nos han representado en estos años. Mi crítica va dirigida a los que los eligen, a los encargados de enviarles a hacer este salto al vacío sin protección. No me he olvidado, todavía,  de los Juegos de Sídney, cuando contemple los esfuerzos de un guineano intentando deslizarse sobre las aguas de una piscina para llegar a la metamás bien se parecía un tronco que se movía torpemente a un lado y otro de las cintas separadoras de las calles de la piscina olímpica. Por lo menos no se ahogó, decían los cronistas de entonces….

No señores, no sigamos enviando a nuestros jóvenes a hacer el ridículo por el mundo mundial, no continuemos con esta falta de sensibilidad hacia todo el país, haciéndonos pasar vergüenza ante propios y extraños.Siéntense a trabajar, a programar a consular y a aprender.

Un consejo

Primero construyamos piscinas, no se puede aprender a nadar solo, cada vez que uno quiere escaparse de los cocodrilos que le persiguen. Construyamos los pabellones y piscinas en el país. Facilitemos el acceso a la práctica deportiva para todos ya que tenemos medios suficientes

Llevemos el deporte a los pueblos, a las barriadas, a los colegios y a la Universidad. Formemos a los técnicos de las distintas especialidades deportivas para que faciliten un aprendizaje de calidad. Organicemos competiciones deportivas que faciliten el descubrimiento de los nuevos valores. Demos una formación especializada a los jóvenes que se destacan en cada uno de los deportes creando centros de especialización  para los nuevos valores.Gastemos dinero hoy aunque no se note hasta mañana, hagamos país para todos. La enseñanza de los valores olímpicos, es la principal riqueza que podemos legar a nuestros jóvenes: El esfuerzo, la capacidad de sacrificio, el afán de superación y el aprecio al trabajo bien hecho, son los valores que nos aporta el deporte en todas las épocas y son experiencias a las que tiene derecho una juventud saludable.

Una petición

Tenemos cuatro años por delante para preparar los Juegos olímpicos de Tokio. Trabajar con esmero y preparar a nuestros jóvenes para defender con honor su país. No esperéis otros cuatro años para elegir a los participantes al azar. Que acuda a Tokio quien se lo merezca y que se lo merezcan muchos. Y si no sois capaces de hacer eso, mejor que os vayáis a vuestras casas a disfrutar de todo lo que habéis robado en estos años y dejéis que otras personas, otros equipos, otras mentalidades hagan el trabajo tan estimulante de conducir a nuestro país hacia el destino que se merecen nuestros jóvenes.

Granollers, 7 de Agosto de 2016