sábado, 30 de abril de 2016

¿DE TEODORO A TEODORIN?

De Teodoro a Teodorín: el futuro a corto plazo de Guinea Ecuatorial

Con una oposición prácticamente inexistente, el presidente del país, que podrá encadenar 44 años en el poder, pasará el testigo a uno de sus numerosos hijos. Los escándalos del primogénito ponen en duda sus aspiraciones y despiertan una lucha por la sucesión.

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MALABO.- Con la oposición arrinconada, la única duda tras la victoria de Teodoro Obiang en las elecciones presidenciales de Guinea Ecuatorial el pasado domingo es saber si apurará su mandato hasta 2023, momento en el que tendría 81 años, o si dejará antes el testigo en manos de alguno de sus hijos. Entre todos ellos, Teodorín, su hijo, parece el mejor posicionado para la sucesión, aunque sus problemas con el fisco en Estados Unidos y Francia y su sus gastos desorbitados en caprichos han puesto en cuestión sus aspiraciones.


De acuerdo con los resultados oficiales ofrecidos el jueves por la Junta Electoral Nacional, el candidato del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE) ha logrado el 93,7% de los votos en unas elecciones en las que participaron el 93% de los inscritos en el censo electoral. Las cifras del mandatario son siempre de récord y tras este nuevo triunfo en unos comicios marcados por el asalto a la sede de uno de los partidos opositores, Obiang podrá mantenerse en el poder hasta 2023 y encadenar 44 años al frente de Guinea Ecuatorial, superando los 42 años de Muamar al Gadafi en Libia.

Con su última victoria, Obiang podrá mantenerse en el poder hasta 2023 y encadenar 44 años al frente de Guinea Ecuatorial,  superando los 42 años de Muamar al Gadafi en Libia 
Estos resultados cumplen además el pronóstico que el mismo Obiang realizó ante los periodistas durante el acto de cierre de campaña, cuando aseguró que esperaba ganar con un porcentaje superior al 90%. Sin embargo, el interés por el porcentaje abrumador de votos cosechado por Obiang es cosa del exterior. En Guinea Ecuatorial estas cifras ya no llaman la atención teniendo en cuenta que, además de la presidencia, el PDGE controla 99 de los 100 asientos del Congreso y 54 de los 55 escaños del Senado.
Según Tutu Alicante, director ejecutivo de la organización EG Justice, con sede en Washington, es difícil esperar un cambio a corto plazo en el escenario político ecuatoguineano, ya que la oposición está marginada económicamente y crear un partido dentro del país es una tarea imposible. “Que un partido político funcione conlleva un trabajo de base serio y de varios años. Durante cuatro décadas, primero Macías y ahora Obiang han hecho que cunda el miedo, por lo que ahora tenemos una de las sociedades más analfabetas políticamente hablando”, asegura.
Un cartel del presidente Teodoro Obian en la ciudad de Bata. - AFP
Durante la campaña electoral, Obiang dejó claro que no iba a aceptar lecciones de democracia de España, cuyos partidos han sido incapaces de formar Gobierno tras las elecciones de diciembre de 2015. Él, en apenas mes y medio, ha convocado unos comicios que han pillado a contrapié a la oposición, ha realizado una campaña relámpago por las principales ciudades del país y ha vencido, aunque de nuevo entre denuncias de fraude y de hostigamiento a sus rivales.
Ataque a la sede de uno de los partidos opositores
"Durante cuatro décadas, primero Macías y ahora Obiang han hecho que cunda el miedo, por lo que ahora tenemos una de las sociedades más analfabetas políticamente hablando”
Tres días antes de la votación, la sede del partido Ciudadanos por la Innovación fue atacada con munición real por el Ejército durante la madrugada. Según la formación opositora, cuyo líder fue excluido de los comicios por la Junta Electoral Nacional, el ataque causó varios heridos y se saldó con la detención de decenas de militantes en Malabo y Bata.
Ante las acusaciones por estas detenciones y por las supuestas torturas que están sufriendo los detenidos, el Gobierno ha salido al paso asegurando en su portal oficial de noticias que “los militantes y simpatizantes del partido Ciudadanos por la Innovación vienen perpetrando una serie de incidentes que dañan la imagen de Guinea Ecuatorial en su consabida condición de país amante de la paz”. Tras estos graves sucesos, España se limitó a hacer un llamamiento al diálogo a través del Ministerio de asuntos Exteriores.

La sucesión de Obiang

Una imagen de Teodoro Nguema Obiang en cuenta de Instagram.
Una imagen de Teodoro Nguema Obiang en cuenta de Instagram.
La Constitución de Guinea Ecuatorial fue reformada mediante referéndum en 2011 para limitar el máximo de mandatos consecutivos a dos. Sin embargo, esta reforma no tiene carácter retroactivo, por lo que este nuevo periodo sería el primero en el cómputo de Obiang.
A pesar de ello, el mandatario ya ha dado a entender que no se presentará a las elecciones de 2023 y ha instado a su partido a buscar posibles candidatos que puedan sucederle. De hecho, desde hace tiempo se contempla la opción de que Obiang pueda ser relevado por alguno de sus numerosos hijos. Teodoro Nguema Obiang, conocido como Teodorín, hijo de la primera esposa del presidente, parte con ventaja a priori.
El primogénito, actual vicepresidente segundo del Gobierno, es famoso por sus gastos desorbitados y extravagantes, desde coches de lujo y propiedades en el extranjero hasta una colección de objetos que pertenecieron a Michael Jackson. Algunos de estos artículos del fallecido Rey del Pop, junto con varios coches de lujo y una mansión en California, fueron decomisados por Estados Unidos como parte del acuerdo que Teodorín alcanzó con el Departamento de Aduanas norteamericano tras ser declarado culpable por blanqueo de capitales en 2014.
El primogénito es famoso por sus gastos desorbitados y extravagantes, desde coches de lujo y propiedades en el extranjero hasta una colección de objetos que pertenecieron a 
Michael Jackson

Este y otros escándalos han acrecentado las dudas dentro del PDGE sobre su idoneidad para relevar a su padre, despertando una guerra soterrada por la sucesión con otros hijos del actual presidente. En caso de que Teodorín recoja el testigo, como apunta Tutu Alicante, es posible que haya protestas por parte de la población, pero el sucesor controlaría el poder militar igual que lo ha hecho su padre. En todo caso, en su opinión, “la lucha que necesita Guinea tiene que venir de los guineanos”. 


“La comunidad internacional, incluyendo los países africanos, Estados Unidos, Francia o España, tiene intereses en Guinea Ecuatorial. Mientras esos intereses no se vean amenazados, es imposible que vengan a Guinea a hacer el trabajo que deben hacer los guineanos”, afirma. Al respecto, Tutu señala que cada vez hay más iniciativas para que los ecuatoguineanos tengan acceso a la información y que empieza a haber jóvenes con formación, lo que hace pensar que de aquí a unos años podremos ver cambios importantes en Guinea Ecuatorial.