Por Armengol Engonga Ondo, Vicepresidente del Partido del Progreso y Gobierno en el Exilio
Las nuevas tecnologías, TVG Internacional y sobre todo a través de los vídeos en YouTube, nos han permitido a los guineanos y al mundo entero, contemplar con indignación y asombro, las declaraciones del dictador Obiang ante su público y su Partido político, con ocasión de la reciente celebración del III Congreso del PDGE en Malabo. Pues bien, en asta ocasión. dijo que seguiría aplicando la pena de muerte, no aceptando la moratoria que le han impuesto, y además manifestó textualmente que a los delincuentes y ladrones había que cortarles un tendón del pie para provocar su cojera y así, poder señalarles -durante toda su vida- ante la sociedad guineana, como malhechores. En un Estado de Derecho normal y en un país serio, libre y democrático, también en un orden normal de cosas, estas declaraciones del Presidente de la República provocarían automáticamente el inicio de un proceso de destitución (impeachmant en EEUU) irrevocable.
El pueblo guineano viene soportando con estoicismo durante las ultimas décadas, las aberraciones de la dictadura de Obiang Nguema. Obiang ha torturado a los guineanos, los ha encarcelado caprichosamente y los ha asesinando. Los opositores exiliados, a pesar de estar lejos de Guninea, también han sido alcanzados con su larga mano asesina. A pesase de todas sus tropelías, ahora quiere dejar cojos a todos los guineanos que le parezcan sospechosos.
Si el dictador quiere ser coherente y aplicar su aberrante justicia, tendría que empezar a cortarle el tendón a todos sus familiares, a su gobierno y a todo el conjunto de allegados y aduladores que se reparten el botín robado a nuestro pueblo. La verdad es que no nos ha cogido por sorpresa estas asombrosas e impresentables declaraciones del Presidente-dictador en sus apariciones públicas, que le han retratado ante los guineanos y ante la opinión publica internacional, como el asesino que es.
Si el dictador quiere ser coherente y aplicar su aberrante justicia, tendría que empezar a cortarle el tendón a todos sus familiares, a su gobierno y a todo el conjunto de allegados y aduladores que se reparten el botín robado a nuestro pueblo. La verdad es que no nos ha cogido por sorpresa estas asombrosas e impresentables declaraciones del Presidente-dictador en sus apariciones públicas, que le han retratado ante los guineanos y ante la opinión publica internacional, como el asesino que es.
Lo cierto es que Obiang ve fantasmas y enemigos por todas partes. Lo mismo arremete contra Occidente porque le exigen el respeto de los derechos humanos y le obligan a que las próximas elecciones Presidenciales sean libres y democráticas, como también carga contra la oposición exiliada en España -su auténtica bestia negra- por su firmeza en las denuncias permanentes contra las atrocidades de su dictadura.
Estamos comprobando como día a día el estado anímico de este dictador va bajando considerablemente, al atisbar un futuro mas que negro, tanto para él, como para toda su familia.
Me permito, por enésima vez, recordarle y recomendarle al Presidente Obiang que se marche, que renuncie y deje el poder absoluto con el que está machacando a todo un pueblo.
Aunque el dictador haya roto todos los puentes para un dialogo con la oposición exiliada, el cambio político de la dictadura a la democracia de nuestro país, se puede abrir paso en el momento que menos nos lo podamos esperar. No olvidemos que como en muchos otros países -recordemos el caso de su amigo Gadafi- el dictador puede ser derrocado en un abrir y cerrar de ojos, y no podrán hacer nada sus tradicionales amigos.
El futuro político y social de nuestro pueblo pasa naturalmente por el retorno en libertad de todos los exiliados que lo deseen y por unas próximas elecciones presidenciales libres y democráticas. Con la correspondiente transición democrática entre todas las fuerzas políticas y de todos los actores sociales implicados, además bajo los auspicios de la comunidad internacional.
España debe incluir en su agenda política, en el próximo Gobierno que salga de las urnas, a su ex colonia Guinea Ecuatorial. Esta ha sido, y sigue siendo, la reivindicación política del Gobierno en el Exilio del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial, que preside Severo Moto Nsa.
