Redacción El Confidencial
Exilio Forzado en España 4 de Octubre de 2015.- Obiang Ngema está manifestando de forma reiterada que los partidos de la oposición exiliada deben hacer como los demás partidos que se encuentran en el interior: "regresar y hacer política dentro del país". El régimen dictatorial, bien asesorado por sus lobbys internacionales, está poniendo en marcha una diabólica estrategia, que consiste en atraer hacia el PDGE -su estructura civil de poder- a todos los disidentes que han decidido tirar la toalla porque no pueden soportar por mas tiempo las calamidades del exilio, para incorporarlos al clan de dominio, extorsión y robo, con el que está tiranizando a nuestro pueblo.
Y en este sentido, Obiang Nguema no se anda con rodeos, lo manifiesta públicamente: "la mejor alternativa es hacer la coalición con el PDGE, así nosotros le daremos un favor para que ellos también participen". Es una forma esta muy particular de entender la política: Todos unidos con el dictador para seguir dominando al pueblo de Guinea Ecuatorial. Y lo triste de toda esta historia es que existen personajes, como el representante de CPDS en España, que se han prestado a este juego.
La oposición que encabeza Severo Moto le pide al dictador que decrete una amnistía general para todas las causas abiertas por motivos políticos contra los opositores y que abra las puertas permitiendo el retorno en libertad de todos los exiliados, para que puedan concurrir a unas elecciones libres y sin trampas. Entendemos que esta es la mejor vía para llevar la democracia a Guinea Ecuatorial y que evitaría un posible derramamiento de sangres entre los guineanos. ¿Estaría dispuesto Obiang a dar este paso, sabiendo que puede perder las elecciones?. Parece que no, al juzgar por la campaña de advertencias, presión y hostigamiento contra los guineanos que inició hace algunos meses, en su larga y muy peculiar andadura pre-electoral.
También nos preguntamos si los grandes países, esos que según Obiang son los que mandan en Guinea, estarían dispuestos a presionar al dictador para que diera el paso a la democracia. Desde luego, es menos costoso forzar unas elecciones libres, que tener que intervenir en un sangriento enfrentamiento entre las diferentes facciones que se disputen el poder, en la ya anunciada retirada de Obiang. Ya lo estamos comprobando en la guerra civil que está enfrentando al pueblo Sirio y el correspondiente éxodo de refugiados hacia Europa que está provocando este conflicto. También lo sufrimos en nuestro continente, con la gran tragedia de la emigración en masa de nuestros hermanos africanos hacia Europa, huyendo del hambre y de la represión de las dictaduras. Lo que queda demostrado con esto, es que al final es mas rentable para los países desarrollados de Occidente, acabar con las dictaduras, para que así se desarrollen los pueblos africanos, que seguir apoyándolas por intereses bastardos.
Obiang Nguema, como otros grandes dictadores en la historia, se encuentra atrapado por los suyos. Los gobernantes tiranos crean un círculo de poder -una élite privilegiada con la que comparten sus fechorías- para dominar a su pueblo, y después se convierten ellos mismos en prisioneros de este clan. Seguir dando con el bastón en la cabeza a los disidentes -como le recomendaba a Obiang el alcalde de Momgomo-, no es el mejor camino, más aun, supondría un dramático final para el dictador, ya que al ir sofocando, manu militari, el creciente descontento de los guineanos, corre el riego de ser aplastado por la ira de su propio pueblo. No podemos olvidar el triste final de Gadafi, un buen amigo de Obian
Decretar una amnistía general, permitir el retorno de los exiliados y convocar unas elecciones limpias, es la única salida no "traumática" para Obiang Nguema. De esta forma la justicia independiente del nuevo estado democrático, tendría mas piedad hacia Obong que la que tuvo él mismo con su tío Macías.
Dejemos una pregunta en el aire: ¿Estaría dispuesto Obiang Nguema a enfrentarse a Severo Moto en unas elecciones libres y transparentes?