Por Severo-Matías Moto Nsa, periodista.
E) " El poder (EDJÚE, en fang) es como la bebida alcohólica: La primera copa, es para probar; la segunda, te da ganas de seguir probando; y a la tercera, ya te emborrachas...” Esta frase tan real como las demás, necesita muy poca explicación. Si los 11 años (1968-1979) al lado de su tío Macías, como JEFE DE LAS CÁRCELES, fueron un primer vaso del alcohol de poder; se supone que el golpe de estado de 1979 fue ese segundo vaso del alcohol de poder. Dado el golpe de estado, las elecciones sistemáticaXxxxxmente fraudulentas (no las puede ganar, si son libres, limpias y democráticas, con un rival de peso...) constituyen el tercer vaso del alcohol de poder que le tiene borracho al golpista Obiang Nguema. A nadie le cabe duda alguna de que a estas horas, 36 años en el poder absoluto, cinco periodos de mandato y tantos vasos del alcohol de poder, la borrachera está servida.
F) “Yo tomé el poder por un golpe de estado, el que quiera que haga lo mismo que yo…” Este grito de mando militar tan provocativo y de claro sabor a reto… es posiblemente, la declaración de Obiang Nguema Mbasogo, más conocida en Guinea Ecuatorial; especialmente en el mundo militar que, por cierto, materializó el golpe de estado, mientras Obiang Nguema estaba escondido en su chalet de Malabo. Esta es, ni más ni menos, la repuesta contundente que Obiang Nguema ofrece a la oposición democrática que le propone mesas de diálogo, entendimiento, concertación o escuchar a la oposición… O le piden una ¡¡¡Conferencia Nacional!!!, su retirada pacífica, la celebración de unas elecciones libres, limpias y democráticas. Cuando, desde Addis Abeba, el Presidente Afro-Norte-Americano, BARACK OBAMA, dice a los dictadores africanos que no se “emborrachen con el alcohol del poder”, el general Obiang Nguema Mbasogo –sin ser especialmente aludido- salta por los aires y reta al mundo diciendo: “Yo tomé el poder por un golpe de estado, el que quiera este poder, que haga lo mismo que yo…” No se le escapa a Obiang Nguema que los que le catapultaron al poder, por un certero golpe de estado contra su tío Macías, se encargan muy cuidadosamente de evitar que Obiang Nguema Mbasogo caiga del poder por un golpe de estado no controlado por ellos…; y le aconsejan que no se le ocurra ENSAYAR unas elecciones limpias, libres y democráticas. (Las municipales del 17 de septiembre de 1995, ya fueron bastante ensayo de muy mal sabor de boca, y un “SEVERO” y humillante castigo electoral para todo el régimen.
G) “Las leyes electorales las hago yo, para ganar yo…” La frase, siempre tan reveladora como todas las suyas, nos la dijo Obiang Nguema en el encuentro que tuvimos, Don Andrés Moisés y yo con el dictador, al día siguiente del cinco de junio (su aniversario de bautizo… que no de nacimiento) El encuentro se produjo después de las orgías celebradas en el Hotel Ureka de Malabo. En un clima distendido (tras haber rechazado los whiskies que nos ofreció Obiang Nguema Mbasogo; hablando de las presiones que recibía de los americanos… el dictador nos aseguró, con gran aplomo: “¡Las leyes electorales las hago yo, para ganar yo…!” Seguro que, después de eta afirmación de Obiang Nguema, a alguno de los “OBSERVADORES” occidentales que convoca y autoriza Obiang Nguema para ir a observar -mudos y acobardados -(o con el bolsillo corrompido con abultados sobres) se le ocurrirá volver a repetir aquello de: “Constatamos que las elecciones han sido limpias y democráticas…” Un auténtica burla y desprecio a la inteligencia, ya no solo del pueblo guineano; sino del mundo
H) “¡Ya sabéis que yo nunca os he dicho la verdad –digo- la mentira…!” Este famoso “quid pro quo” (Una cosa por otra) se le escapó a Obiang Nguema en una arenga al pueblo de Rebola, en la que el dictador, en tono de advertencia antes de rectificar, con la mentira, la verdad… Dijo, primero, la verdad; luego la rectificó con una mentira. Nadie en Guinea Ecuatorial, sea nativo o indígena; sea extranjero o de la antigua potencia, ignora que la mentira y la falsedad o el disimulo… son la “trade marK” (Marca comercial…) del régimen dictatorial que impera en Guinea Ecuatorial.
Y DOS ULTIMAS FRASES DEDICADAS, ESPECIALMENTE, A MÍ…
1.- “… Dile que ya no hay más 3 de agosto para él…”
Don Manuel NGUEMA MBA (“mi yerno…”); tío de Obiang Nguema; entonces Secretario de Estado de la Seguridad, bajó como todos los días, a Black Beach a acompañarme : “Vengo todos los días, para que no te venga a matar algún loco suelto y echarán las culpas al presidente…”-me aseguraba - Pero aquel día bajó a Black Beach para traerme un mensaje decisivo: “Tu amigo me manda decirte que ya no hay más 3 de agosto para ti. Te sacó de la cárcel el 3 de agosto de 1979 en el golpe de estado. Te va a sacar de la cárcel ahora. Ya eres libre… Pero ya no hay más 3 de agosto para ti. Es decir no te va a perdonar más”. Efectivamente mi “segundo 3 de agosto” fue aquel de 1995, cuando “las fuerzas de la conjunción de las constelaciones estelares europeas y guineanas se entrecruzaron” y coincidió con que Teodorín Nguema Obiang Mangue estaba -casi criando malvas- en las cárceles de Francia, por un delito de asesinato de una chica francesa; y yo estaba –casi criando malvas también- en una celda de Black Beach, por haber hablado mal de Obiang Nguema. Si Francia no libera a Teodorín, ¿qué hubiera sido de mí?
2.- “¡Entre Severo Moto, y yo, solo hay una BALA”!
Toda una sentencia dictada contra mí, por el General Obiang Nguema Mbasogo, Jefe de Estado y de Gobierno de Guinea Ecuatorial (mi país); Presidente del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (que tiene por lema: “Hacer el bien y evitar el mal…”) La sentencia pesa sobre mí, desde aquella orden de: “No hay más 3 de agosto…” Y alguien, atento a mis circunstancias, podría preguntarme: ¿Cómo es que con esa sentencia pesando sobre ti, desde 1995, viajaste a Guinea Ecuatorial para presentarte a las presidenciales de 1996, sabiendo que ya existía una citación para que te presentaras a la justicia por una acusación de “intento de golpe estado”; la misma por la que ya habías sido juzgado, condenado y liberado en 1995? Y yo respondería simplemente, que mi liberación, en 1995, era una gran MENTIRA, una FALSEDAD lanzada a la calle y al mundo internacional para la “buena imagen de Obiang Nguema” Pero el mensaje del 3 de agosto y esa bala que Obiang asegura existir entre él y yo, es la profunda realidad que marca las decisiones que haya que tomar en mis relaciones con OBIANG NGUEMA. Él puede exhibir un BALA; yo a lo máximo que llego es a huir de ella u poner la nuca.
En cualquier caso, a estas horas, no puedo por menos de aferrarme a la profunda convicción de que solo ESPAÑA puede dar fin a la tragedia de Guinea Ecuatorial… Como aseguraba el Presidente Don Adolfo SUAREZ, aquel agosto de 1979, antes de realizar su viaje a Hispanoamérica, cuando le aseguró al gran político, diplomático, Embajador y periodista, Don Javier RUPEREZ RUBIO: “Lo de Guinea Ecuatorial ya está arreglado”. Escasos tres días después, se produjo el gran golpe de estado de Obiang Nguema contra su tío MACÍAS…
Es fácil entender y comprender que todas la bravuconadas, exabruptos y retos verbales que Obiang Nguema prodiga, ya no solo contra los guineanos (“El que quiera el poder que haga como yo…”) sino con la propia España que le colocó en el poder dictatorial: ”¡España no me puede decir nada; porque les pago yo…!” Si Obiang Nguema Mbasogo es capaz de saltar por encima de la España a la que asegura que le tiene la boca cerrada “…porque les pago yo”. Qué miedo va a tener Obiang Nguema Mbasogo en contestar al Presidente de los Estados Unidos de América, Barack H. OBAMA a quien (por acusar a los dictadores africanos de aferrase al poder, a pesar de tanto dinero robado y acumulado), le dice Obiang Nguema de todo, por voz de su “boy”, “buen muchacho…” “correveidile…” Osa Osa Ekoro, Secretario General del PDGE.
SOLO ESPAÑA puede… (Abriendo un breve paréntesis en su problemática interna (feroz enfrentamiento entre dos bandos…) convocar en la “Madre Patria” (como lo hacen otras potencias…) un encuentro entre el poder dictatorial prepotente y omnipresente y la oposición reprimida y secuestrada, dentro; o exiliada y abandonada, fuera. Y así poder repetir algún día la célebre frase del gran Presidente, Don Adolfo Suarez González (R.I.P.): “LO DE GUINEA ECUATORIAL, YA ESTÁ ARREGLADO”; esta vez, no para prorrogar la dictadura de Obiang Nguema; sino para abrir paso a la democracia y la libertad en Guinea Ecuatorial, con unas elecciones libres, limpias, democráticas y justas.