miércoles, 1 de julio de 2015

MI MANIFIESTO


Por Manuel Bang Mba Okomo, miembro del Gobierno en el Exilio del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial 

Exilio en España 1 de Julio del 2015.- Hago  un llamamiento a la Comunidad Económica de los Estados del Africa Central, (CEMAC), a la Unión Africana, a la Unió Europea, y finalmente a la ONU, para recordarles  que desde le día 1 de enero del año 2014, debían entrar en vigor las normas del tratado vigente en la CEMAC, donde uno de sus artículos venía a refrendar y a agilizar el libre tránsito de personas físicas y mercancías procedentes sobre todo de países adscritos a dicha organización subregional, cuyas firmas y en su día donde refrendaron al más alto nivel previo estudios técnicos y políticos se tuvieron de deliberar previamente para acabar rubricando sus firmas las máximas autoridades de cada país miembro, y que desde la fijación de la fecha de la entrada en vigor de dichas leyes, entre otras la que incidía en el libre transito de personas y mercancías miembros de la unión. 

Hasta el día de hoy no se ha puesto en marcha nada de lo que se firmó en ese tratado, el gobierno Guineano con su dictador a la cabeza alegó a última hora que entrara en vigor dicho tratado, razones de seguridad nacional después de meses de reuniones entre los miembros de dichos estados a todos niveles donde se discutían los pros y los contra de los borradores de esas leyes, que también fueron objeto de discusión en los parlamentos nacionales de dichos países miembros, al final todo se quedó en papel mojado con las alegaciones de última hora del presidente Fundador, como la falta de dotación en todas las fronteras de dicha unión de medios técnicos que pudieran controlar el efecto llamada que podría producir de ciudadanos no miembros de dicha unión, con eso de que las fronteras estaban abiertas para los miembros de dicha unión, pues para mi ese alegato que no es mas que  una mera excusa para no cumplir con el espíritu de esas leyes que fueron aprobadas y refrendadas por los gobiernos de esos países miembros  y una oportunidad fallida de ver cómo finalmente con esa apertura de las tonteras  exteriores de Guinea Ecuatorial iban a generar por efecto contagio la apertura de real de las que son víctimas propiciatorias a diario los ciudadanos Guineanos residentes en el país y ciudadanos extranjeros en general. Estos ciudadanos son víctimas diarias de extorsiones, violaciones de sus derechos, e incluso llegando a casos extremos de ciudadanos de otros países pierden la vida en esa frotares interiores, con una facilidad insultante como el caso ocurrido con una joven voluntaria española cuya vida se perdió en unas de esas fronteras interiores llamadas vulgarmente Barreras, que dividen unas ciudades de otras, pueblos cercanos de otros  que se encuentran en otras partes del país. También se dan casos de ciudades que para recorrerlas se tiene uno que  acostumbrar a sortear dichas barreras, que es lo que ocurrió con Ana Isabel,  que recibió un tiro de un soldado que estaba custodiando una de esas barreras.

El origen de estas barreras proviene del régimen de Francisco Macías y  que la actual dictadura llama  "el régimen de triste memoria". Si de verdad el golpe de estado que se produjo el día 3 de agosto del año 1979, encabezado por el actual dictador, Obiang Nguema, su único motivo era cambiar aquél régimen de triste memoria, para devolver al pueblo las libertades que entonces perdieron, ¿por qué se siguen manteniendo símbolos que justamente coartan la libre circulación de ciudadanos en su propia ciudad, sin poder desplazarse libremente de un distrito a otro?,  ¿cuántas veces el régimen ha recordado al pueblo que su objetivo era borrar de nuestra memoria colectiva aquellos recuerdos y vestigios de aquel régimen de triste memoria?. Quiero recordar a la CEMAC, que la no aplicación de aquél tratado que debía entrar en vigor desde el día 1 de enero del año pasado, sigue ahogando un poco más a nuestro pueblo, porque si se hubiera producido la aplicación de dicho acuerdo y su puesta en vigor, nuestro país hubiera respirado algo mejor a día de hoy porque se hubiera producido por inercia un efecto colectivo y contagioso, por el que las barretas del interior habrían desaparecido. Ese Derecho a la seguridad del país que alegó el presidente fundador, para no aplicar esas leyes que fueron rubricadas y refrendadas por su gobierno, brillaron por su ausencia a la hora de secuestrar a ciudadanos de nuestro país residentes legalmente en otros países por motivos de persecución política, ejemplo de ellos fueron los secuestros que sufrieron los ciudadanos el honorable Felipe Ondo Obiang Alogo  y el honorable Guillermo Nguema Ela Mangué que fueron secuestrados y traídos a Guinea metidos en sacos y solo por el hecho de no comulgar con el poder establecido en el país. Desde que se perpetró  dicho secuestro no han parado de producirse más secuestros, como los que tuvieron lugar en el República de Benin donde la mayor parte de exilados Guineanos residentes en ese país han desaparecido por el hostigamiento y la persecución que han padecido, en forma de secuestros, traiciones y envenenamientos: muertes sospechosas de gente que apenas se había visto enferma antes de fallecer súbitamente. Cabe recordar los nombres de los honorables y dignos hijos de Guinea Ecuatorial, D. Alpio Ndong, , D. Manuel Ndong Aseme, (Esamangono), D. Vicente Nse Obiang Obono, y D. José Abeso, llamado cariñosamente (POPO), que fueron secuestrados traicionados y una vez trasladados a Guinea recibieron desde la cárcel torturas crueles que no se merece ningún ser humano y finalmente fueron fusilados, porque era demasiado evidente todo lo que habían hecho con ellos en la cárcel, aunque las autoridades lo nieguen todo, y el día de su fusilamientos no les permitieron siquiera despides de sus seres queridos. 

En lo que me toca personalmete mi hermano Isidoro Edjang Mba Okomo fue engañado mediante promesas de ayudarle económicamente si accedía a engañar a su vez a su amigo y compañero de residencia en Benin, un tal D. Juan Ondo Abaga, para que le llevara bajo engaño hasta la frontera de Benin con Nigeria con la falsa promesa de que viajran los dos hasta ahí, porque un amigo de Isidoro les iba ayudar a los dos concediendoles un préstamo,  pero todo resultó un trampa para acabar de secuestrar a D. Juan  Engonga que residía como refugiado político en  Benín por temor a la persecución política a la que estaba sometido y una vez que traicionó a su amigo, por ordenes de la superioridad fue detenido por una denuncia que interpuso la comunidad de refugiados en Benin.

La policía echó en falta a D. Juan Engonga e interrogó a mi hermano como debía ser porque alegaron que había sido la ultima persona con que se le vio en comnpañia de Juan antes de su desaparición. Mi hermano contó todo lo que sabía, e inmediatamente  lo repatriaron a Guinea y para no cumplir con lo que le prometieron, alegaron esta vez que  era hermano de un opoistor al régimen del país, pero cuando le encomendaron la misión de engañar y conducir a Juan hasta la frontera no se dieron cuenta entonces que su hermano, un servidor, era opositor. Finalmente fue envenenado y tuvo una muerte dolorosa. Pero como el gobierno sabía que ese secuestro le podía costarle caro ante la comunidad internacional, sutilmente -como siempre- liquidaron al unico testigo que podía esclarecer todo. 

Mi hermano muere asesinado como tantos otros despúes de serviros como un esclavo, con esas misma forma de actuar miserable con los ciudadanos de nuestro país, humillaron vejaron e hicieron  mofa y befa de la minstra del Gobierno en el Exilio de Guinea Ecuatorial, Dña. Regina Mañé Elá, cuando encontrándose en las finales de su vida, a causa de una enfermedad mortal, decide regresar al país de todos nosotros, con la ayuda inestimable de su hija, ya que sus otros hijos se encontraban residiendo ya en el país, después de despedirse de sus hijos, sufre un secuestrro en el aeropuerto internacional de Malabo procedente de Madrid. Las autoridades la mantienen retenida durante varios días contra su voluntad, porque ella quería viajar hasta la ciudad de Bata, para despedirse de sus hijos que residían en dicha ciudad y el resto de su familia. Dña. Regina Mañé estuvo retenida en su estado durante varios días durmiendo en el asiento de un habitáculo del aeropuerto sin recibir atención sanitaria de ningún tipo, ni la ingesta de alimentos, ni agua, nada. Además estoy convencido que su familia tampoco estaba al tanto de la suerte que corría la señora Regina, solo recibió la visita de un grupo de desalmados reporteros -sin escrúpulos- de la televisión estatal, para filmar a una señora moribunda, vulnerando así todos los derechos más elementales.  

Cabe recordar los secuestros sin limites de fronteras que padece la ciudadanía de nuestro país, que no le salvan ni las fronteras de otros países ni las de nuestro propio país, cuando se trata de secuestrar a ciudadanos que huyen de la dictadura, antes de acabar metidos en las infectas cárceles de Guinea Ecuatorial, especialmente reservadas para todos los que se oponen al régimen. 

Apelo a la buena voluntad de las autoridades Belgas que no dejen de interesarse por la terrible situación que padece Cipriano Nguema Mba y exijan a la dictadura que dejen en paz y en libertad, pues ese país un día le concedió el estatuto de refugiado político.  

También tengo que recordar el confinamiento de líder político guineano Don Guillermo Nguema Ela, por no comulgar con el poder establecido, está siendo privado de sus derechos más elementales confinado en su poblado natal bajo la amenaza de muerte si se atreviera a salir del mismo, para cruzar la frontera interior  hasta la capital de su distrito, Mongomo. 

La dictadura es amiga de crear  bulos lazados desde el mismo poder para dar escarmiento a los opositores como el que montó con el asunto del ébola que tiene imputada a toda la oposición, tanto  la de interior, como a la exterior. Nos preocupa lo que tiene que soportando ahora el Secretario general de partido CPDS, D. Andres Esono, que está teniendo que hacerle frente a la justicia o el Propio Severo Moto y su equipo, que también ha sido acusado sobre el mismo montaje. Todo ha obedecido a la derrota sin paliativos que el régimen sufrió con el fracaso de la organización de la copa de Africa de naciones cuyo turno de organizacion le tocaba por derecho rotativo a Marruecos, pero ese país alegó responsablemente, que prefería solicitar una moratoria o más bien un aplazamiento de la fecha de celebración, por temor a un posible contagio de ébola. Pero Obiang Nguema aprovechó las circunstancias para quedarse con la celebración -soltando gran cantidad de dinero- aun a riego de comprometer la salud de todos los guineanos. Después ya sabemos como montó la rocambolesca historia, de la compra de un infestado de ébola por toda la oposición, con el objetivo de introducirlo en el país, para infectar a todos. Sencillamente este montaje solo cabe en la cabeza de un paranoico como es Obiang Ngema, el dictador que  nos mal gobierna. 

Como se ha costumbre ya en costumbre en este régimen, ha comprado a testigos que presentan testimonios falsos cuando les requiere la justicia para prestar su testimonio y no se dignan a aparecer ni al propio juicio, mostrando una actitud chulesca típica de gente que se cree que está por encima del bien y del mal y que su palabra es ley. El fracaso cosechado se ha vuelto contra los opositores, hasta el extremo de llegar a fabricar tarjetas  de embarque con el solo hecho de acusar a los opositores sin tener en cuenta la invalidez que supone presentar una acusación contra alguien sustentada en pruebas falsas, así como los testigos que presentan para que testifiquen como acusación contra los opositores. 

El mundo debe saber que aquella ocasión fallida en el que debieron abrirse las fronteras exteriores del país, no sólo se quedaron cerradas sino que las interiores siguen cerradas a cal y canto, y sin posibilidad de que este régimen dictatorial tuviera ganas ni le importara abrirlas alguna vez,  para que el pueblo pueda respirar algún día en libertad. 

Seguiremos resistiendo porque la esperanza es lo último que se pierde, mientras haya vida debe haber esperanza...